Barcelona se encamina a un Gobierno entre el PSC y Junts, pero Colau presiona para un pacto de izquierdas
Seis meses despu¨¦s de las elecciones, el alcalde Jaume Collboni tiene m¨¢s avanzadas las conversaciones con el exalcalde Xavier Trias que con su ex socia
Han pasado seis meses desde las elecciones municipales y el alcalde de Barcelona sigue gobernando en franca minor¨ªa: 10 concejales de 41. Jaume Collboni fue investido en junio en el ¨²ltimo segundo con los votos de los comunes de su exsocia y exalcaldesa Ada Colau, y los del PP. Los dos quer¨ªan evitar que fuera alcalde Xavier Trias: los comunes para que la derecha no desmantelara su obra de gobierno; y el PP para evitar un alcalde independentista. Consciente de la dificultad de gobernar la capital catalana con tan poco m¨²sculo, Collboni asegura que apuesta por un gobierno ¡°progresista¡±, con los comunes y ERC. Pero las conversaciones est¨¢n mucho m¨¢s avanzadas con Junts. Es una opci¨®n m¨¢s pr¨¢ctica: es m¨¢s f¨¢cil gobernar con un socio que con dos. Por sorpresa, Colau revel¨® este s¨¢bado que se queda en el Ayuntamiento y que el jueves se reunir¨¢ con Collboni. Presiona as¨ª para un pacto de izquierdas, aunque fuentes socialistas aseguran que el alcalde no quiere a un peso tan pesado en su gabinete. Que se quede ¡°aleja el pacto¡±.
Las mismas fuentes socialistas mantienen que les conviene tejer alianzas tanto con Junts como con ERC, con quien ya se entienden en el Parlamento catal¨¢n. Los dos partidos independentistas son necesarios para el presidente Pedro S¨¢nchez, que necesita repartir juego para sacar adelante su legislatura. El vodevil protagonizado por los de Carles Puigdemont esta semana en el Congreso puede despertar alg¨²n recelo entre los socialistas del Ayuntamiento, pero no es grave. ¡°Sin comentarios¡±, valoran los socialistas. ¡°Tensiona, pero es reconducible¡±, mantienen en Junts. Su vicepresidente y portavoz, Josep Rius, es uno de los concejales de Barcelona, aunque est¨¢ m¨¢s volcado en el partido.
Mientras, en el Ayuntamiento, hasta esta semana, las negociaciones han avanzado con Junts. El alcalde Collboni se ve o habla con frecuencia con Xavier Trias. Negocia con los neoconvergentes con dos equipos (uno para el gobierno y otro para el presupuesto). Y el portavoz del grupo municipal ha afirmado que ya se ha hablado de cargos. En cambio, los comunes se quejaban hasta este s¨¢bado de que Collboni no hablaba por WhatsApp con Colau desde noviembre. Adem¨¢s, no tienen negociadores formales y repiten que no entrar¨¢n en el Gobierno si no es con ERC, sumando una mayor¨ªa holgada de 24 concejales. ¡°Veinticuatro o nada¡±, es el mantra. La exalcaldesa despej¨® este s¨¢bado la inc¨®gnita sobre su futuro. Se queda en Barcelona. ¡°Me quedo donde sea m¨¢s ¨²til, tanto si estamos en la oposici¨®n como si entramos en el gobierno municipal. Trabajar¨¦ para esta ciudad en el cargo que sea¡±, dijo sin aclarar si el ¡°me quedo¡± incluye el mandato entero.
Hasta la fecha, entre PSC y Trias ha habido m¨¢s sinton¨ªa en votaciones relevantes en el consistorio. Junts salv¨® la ordenanza de terrazas con una f¨®rmula que evit¨® que se quedaran sin las bonificaciones pand¨¦micas de la tasa que les habr¨ªan comportado una subida enorme. Y coinciden en la idea de permitir abrir m¨¢s hoteles, en casos singulares, o el alquiler de habitaciones a turistas, lo que los aleja de los comunes y su legado pol¨ªtico. Tanto socialistas como Junts tambi¨¦n apuestan por no extender el modelo Superilla de calles peatonales (plan estrella de Colau) o flexibilizar la norma que obliga a los promotores a destinar un 30% de los pisos que construyen a vivienda social. Ententes que los empresarios de la ciudad aplauden despu¨¦s de ocho a?os llev¨¢ndose las manos a la cabeza con las pol¨ªticas de Colau que pusieron coto a hoteleros, restauradores o comerciantes. Otra coincidencia es sobre la uni¨®n de las redes del tranv¨ªa por la Diagonal, ahora que se estrenar¨¢ la primera fase y faltar¨¢ la segunda: Trias siempre se ha opuesto a este transporte p¨²blico y dice que ni hablar; y Collboni mantiene que s¨ª a la uni¨®n, pero no ahora, porque la ciudad ya soporta varias grandes obras.
Con todo, Trias no dud¨® en gesticular y en el ¨²ltimo pleno del a?o, se ali¨® con Colau para reprobar a Collboni por la ¡°par¨¢lisis¡± de su gesti¨®n. Al mismo tiempo, ambos le exigieron entrar en el Gobierno. La votaci¨®n sent¨® muy mal a los socialistas. Mucho. Hasta el punto de que la n¨²mero dos del alcalde, Laia Bonet, acus¨® a los comunes de ¡°boicotear¡± la posibilidad de una coalici¨®n de izquierdas. Por no hablar de que despu¨¦s de casi dos mandatos gobernando juntos, entre algunos concejales socialistas y de los comunes hay algo m¨¢s que diferencias.
En el tablero pesan tambi¨¦n que Trias y Colau sean ex alcaldes: ser¨ªa in¨¦dito verles integrados en el gobierno de un tercer alcalde. Y m¨¢s en el caso de Trias, que gan¨® las elecciones con un concejal m¨¢s que Collboni. Trias, que arm¨® su candidatura y programa blind¨¢ndose del jaleo de Junts, dice que quiere dejar su grupo ¡°ordenado¡± pero jura y perjura que no se quedar¨¢. Lo de Colau era hasta este s¨¢bado un misterio. Que se quede en el consistorio dificulta un eventual acuerdo, insisten los socialistas.
Mientras, ERC estrena presidenta del grupo municipal, Elisenda Alamany, tras la salida del veterano Ernest Maragall. La nueva l¨ªder hace autocr¨ªtica sobre la forma de hacer oposici¨®n del pasado mandato (cuando apoyaron todos los grandes proyectos al t¨¢ndem Colau-Collboni), afirma que ¡°probablemente¡± se quede haciendo una ¡°oposici¨®n n¨ªtida¡± y asegura que ERC quiere marcar perfil de izquierdas y ser protagonista.
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