Catalu?a cerr¨® 2023 con r¨¦cord de agresiones por LGTBIfobia: el 25% son contra personas trans
¡°El odio ya no viene solo de la extrema derecha, tambi¨¦n de sectores del feminismo y sus campa?as aberrantes contra las personas trans¡±, denuncia Eugeni Rodr¨ªguez, presidente del Observatorio contra la LGTBIfobia
En el mes de julio, Ahora Donde ¨Dla asociaci¨®n que apoya a las v¨ªctimas de LGTBIfobia en el entorno familiar¨D recibi¨® una solicitud ¡°contrarreloj¡±. Noelia (nombre ficticio) estaba durmiendo en la calle. Sus padres la echaron de casa por ser una mujer trans. ¡°Sola, con 19 a?os, sin medios para sobrevivir¡±, subraya Alberto Ant¨®n, voluntario de la asociaci¨®n. Su caso es cada vez m¨¢s habitual: Catalu?a cierra el 2023 como el a?o con m¨¢s agresiones, f¨ªsicas o verbales, contra las personas del colectivo LGTBIQ+, y una de cada cuatro de estas v¨ªctimas se identifican como personas trans, seg¨²n el informe del Observatorio contra la LGTBIfobia.
El a?o pasado Catalu?a registr¨® 302 agresiones¨Dactos de discriminaci¨®n o violencia tanto verbal como f¨ªsica¨D, el n¨²mero m¨¢s alto desde que hay registros. Esta cifra r¨¦cord supone un aumento del 27,4% con respecto al a?o anterior y del 6,3% respecto a 2021. Barcelona ha sido la ciudad con m¨¢s registros (160 incidencias, especialmente en los distritos de Sant Mart¨ª, Sants-Montju?c y el Eixample). La mayor¨ªa de incidencias se han registrado en la v¨ªa p¨²blica (24,7%), y en los espacios de ocio nocturno (donde han aumentado los dispositivos de detecci¨®n). En tercer lugar, el transporte p¨²blico y las redes sociales.
El hombre gay ha sido la v¨ªctima mayoritaria (119 hombres), seguido del colectivo trans. ¡°Es muy alarmante que una de cada cuatro personas agredidas sean personas trans, especialmente mujeres. Es much¨ªsimo¡±, advierte Eugeni Rodr¨ªguez, presidente del Observatorio. Estos datos coinciden con los registros de Ahora Donde: el 55% de personas que les han contactado en busca de asistencia no se consideran cisg¨¦nero. Adem¨¢s, La primera incidencia de 2024 ha sido una mujer trans de Girona. Para Rodr¨ªguez las causas de este aumento coinciden con la palabra del a?o pasado. ¡°La sociedad est¨¢ polarizada con respecto al colectivo LGTBIQ+, pero la polarizaci¨®n aumenta cuando hablamos de la Ley Trans. Se ha generado un movimiento inmenso en contra estas mujeres¡±, se?ala. Rodr¨ªguez subraya que este discurso de odio ya no viene solo de la extrema derecha. ¡°Me refiero a ciertos sectores del feminismo, y sus campa?as aberrantes. Cuando el discurso de odio se institucionaliza, los contrarios al colectivo se sienten legitimados para ejercerlo¡±, a?ade.
Cristian Carrer, psic¨®logo del Observatorio, explica que es importante acompa?ar a las v¨ªctimas de estas violencias, desde la perspectiva psicosocial: ¡°Les hacemos ver que los agresores no son ¡®las manzanas podridas¡¯, sino que la ra¨ªz del problema est¨¢ en nuestra estructura social que es LGTBIf¨®bica. Y es cierto que algunos sectores del colectivo est¨¢n m¨¢s aceptados que otros¡±, explica. Actualmente, la diversidad sexual est¨¢ ¡°m¨¢s normalizada¡± que la diversidad de g¨¦nero. Josep Maria Mesquida es el presidente de la Fundaci¨® Enlla? y afirma que una persona trans ¡°atenta contra el orden de g¨¦nero de manera m¨¢s p¨²blica que una persona homosexual. De la misma forma que los homosexuales a los que ¡®no se les nota¡¯ son m¨¢s respetados¡±, puntualiza Mesquida.
¡°Cuando las v¨ªctimas contactan con nosotros, lo primero es sacarlas de la calle¨Dsi es que est¨¢n en esta situaci¨®n¨Dy para eso tenemos que activar el dispositivo¡±, cuenta Ant¨®n de Ahora Donde. La ley contra la homofobia (2014) permiti¨® poner en marcha un protocolo para coordinar la actuaci¨®n de las distintas asociaciones y administraciones y proporcionar asesoramiento legal y psicosocial a las personas LGTBIQ+ en situaci¨®n de vulnerabilidad. En Barcelona, gracias a este dispositivo, situaciones como las de Noelia tienen soluci¨®n: ¡°desde Ahora Donde estamos haci¨¦ndole los papeles para la Renta Garantizada de Ciudadan¨ªa (RGC), en el Servicio de Atenci¨®n Integral del Ayuntamiento le han dado una vivienda de acogida y est¨¢n tramitando la vuelta a los estudios y desde el Observatorio la asistencia terap¨¦utico¡±, cuenta Ant¨®n.
La cooperaci¨®n entre estos organismos evita que las personas en esta situaci¨®n se victimicen cada vez que tengan que dirigirse a alguna administraci¨®n, ¡°revivir la agresi¨®n aumenta las secuelas psicol¨®gicas de los usuarios¡±, advierte Carr¨¦. Los pensamientos compulsivos, las alteraciones en la pauta alimentaria o de sue?o, el aislamiento social o profesional y la ansiedad son algunas de los s¨ªntomas que presentan las personas que han sufrido este tipo de agresiones.
Como presidente del Observatorio, Rodr¨ªguez se siente orgulloso del buen funcionamiento del dispositivo en la ciudad de Barcelona. Aunque, insiste, no es suficiente: ¡°El 90% de los agresores fueron hombres y cada vez m¨¢s j¨®venes, esto denota un fracaso absoluto como sociedad¡±, reivindica. Rodriguez reclama a los poderes p¨²blicos m¨¢s inversi¨®n en recursos recursos materiales, humanos y econ¨®micos, y educativos para revertir esta curva de violencia. ¡°Necesitamos pol¨ªticas p¨²blicas que asuman estas acciones, al final nosotros solo somos una ONG y nuestro alcance es limitado¡±, reconoce. Pol¨ªticas p¨²blicas, concretamente, de prevenci¨®n, subraya Carr¨¦: ¡°Tenemos una ley que nos protege, pero quiz¨¢s hay que poner el foco en las personas que ejercen la discriminaci¨®n y no tanto en el colectivo como sujeto de protecci¨®n¡±.
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