Un ciclista herido por el tiro de un cazador de jabal¨ªes en Girona: ¡°Dispar¨® al ruido y me dio¡±
Se recupera de un diagn¨®stico cr¨ªtico, ha perdido medio est¨®mago, el bazo y parte de los intestinos y est¨¢ pendiente de una tercera intervenci¨®n quir¨²rgica
El domingo 11 de febrero Carles Abras se levant¨® temprano para ir a buscar pescado al mercado de Palafrugell (Girona). Compr¨® una dorada, con la intenci¨®n de hornearla con patatas y cebolla un rato m¨¢s tarde, al volver de la ruta matinal con bicicleta que ten¨ªa planeada. Siete semanas despu¨¦s, sigue sin haber regresado a su casa. ¡°El pescado se estrope¨® ¡°, dice con cierta socarroner¨ªa. La pieza de dorada no fue la ¨²nica p¨¦rdida que sufri¨® aquella ma?ana de domingo. Mientras pedaleaba por un sendero, Abras fue alcanzado por la bala que hab¨ªa disparado un cazador de jabal¨ªes. El tiro le seccion¨® medio est¨®mago, el bazo y perfor¨® diversos pliegues de sus intestinos. El cazador declar¨® a los Mossos d¡¯Esquadra que hab¨ªa disparado contra los matojos porque escuch¨® ¡°un ruido¡± que le hizo pensar en la presencia de una posible presa. Sus compa?eros manifestaron que lo encontraron bastante alterado y maldiciendo: ¡°?Por qu¨¦ me pasa esto a mi? ?Por qu¨¦ tengo tan mala suerte?¡±, gritaba, con el ciclista tendido en el suelo. Consta imputado por un delito de lesiones por imprudencia en las diligencias judiciales que tiene abiertas el juzgado de la Bisbal d¡¯Empord¨¤.
¡°En la ¨²ltima visita, el m¨¦dico me dijo que se alegraba mucho de verme. Me cont¨® que temieron seriamente por mi vida¡±, explica Carles Abras. Ha perdido nueve kilos, solo puede comer hervidos y est¨¢ pendiente de otra intervenci¨®n quir¨²rgica, la tercera. Temporalmente imposibilitado para hacer vida aut¨®noma, se ha tenido que instalar en casa de su hermana. Al estar de baja m¨¦dica, ha sufrido un recorte en su salario de cerrajero y, de momento, no ha recibido ni un euro de indemnizaci¨®n. Cuando estaba en la UCI, desde el Hospital Trueta de Girona contactaron con su hermana para preguntarle qui¨¦n iba a abonar la factura de los gastos m¨¦dicos. ¡°Yo de esto no entiendo nada, no s¨¦ c¨®mo va¡±, dice el herido. ¡°Mi hermana tuvo que preocuparse de llamar al grupo de los cazadores para saber qu¨¦ seguro les cubre¡±. Al final, se han puesto en manos de un abogado. ¡°Es com¨²n en casos de accidente con alg¨²n responsable identificable que la Seguridad Social busque quien se hace cargo de los costes¡±, manifiesta David Carrasco Serra, el letrado especializado en responsabilidad civil que ha contratado Abras. La agrupaci¨®n de cazadores tiene una p¨®liza de responsabilidad por la que paga 342 euros anuales. ¡°De momento, la compa?¨ªa ha alegado que no se hace cargo de nada porque era una batida se?alizada y alega que hay que derivar la reclamaci¨®n a la aseguradora individual del cazador¡±, indica el abogado.
¡°Yo ni vi ning¨²n cartel de aviso. Me enter¨¦ de la batida porque encontr¨¦ al cazador unos minutos antes del disparo. Fui yo quien se dirigi¨® a ¨¦l para preguntarle. Me recomend¨® que me alejara y as¨ª lo hice¡±, rememora Abras. ¡°?l dice que pretend¨ªa darle a un jabal¨ª, pero dispar¨® al ruido y me toc¨® a m¨ª¡±, lamenta. El sendero que tom¨® dibujaba un recorrido circular y, unos cinco minutos despu¨¦s de haber intercambiado unas palabras con el cazador, el ciclista estaba tendido en el suelo herido de bala. ¡°Notaba que me ard¨ªa la barriga¡±, explica. ¡°Me qued¨¦ quieto en el suelo, tratando de no moverme mucho, como se ve en las pel¨ªculas¡±, explica. Estuvo consciente todo el rato, hasta que lo montaron en un helic¨®ptero para trasladarlo al hospital.
Seg¨²n consta en las diligencias que est¨¢n en el juzgado, la se?alizaci¨®n de la batida fue parcial, con avisos solo en un sector del bosque, el m¨¢s cercano a la carretera que conecta la Bisbal d¡¯Empord¨¤ con Palafrugell. Abras lleg¨® pedaleando desde la otra vertiente del valle. ¡°La zona de caza destinada a la batida no estaba restringida al paso de veh¨ªculos o personas¡±, se?ala el atestado policial. Tambi¨¦n se recoge una declaraci¨®n del cazador, de 52 a?os y vecino de la zona, donde detalla que apret¨® el gatillo alertado por un ¡°ruido¡± que proven¨ªa de la espesura, sin haber visto antes a ning¨²n jabal¨ª. Admite que era buen conocedor del lugar y que sab¨ªa que por la pista que tom¨® el ciclista hab¨ªa senderos que conduc¨ªan, de nuevo, al lugar donde ¨¦l estaba apostado con su arma. ¡°Se precipit¨® a la hora de disparar, porque pese a que ¨¦l creyera que lo que se ocultaba detr¨¢s de los matojos era un jabal¨ª, ten¨ªa que haberse esperado a que el animal saliera a campo abierto y asegurarse de que efectivamente era un jabal¨ª y no una persona, como result¨® ser¡±, concluye el atestado policial entregado al juez.
El cazador fue sometido a una prueba de alcoholemia y dio resultado negativo. Seg¨²n los Mossos, vulner¨® ¡°la premisa b¨¢sica¡± que hay que respetar cuando se maneja un arma de fuego: ¡°Antes de disparar hay que tener la certeza de contra qui¨¦n o contra qu¨¦ se est¨¢ disparando¡±.
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