Kim Jordan, bailarina: ¡°Est¨¢ bien que las mujeres se liberen con el ¡®twerk¡¯, pero mover el culo es algo pol¨ªtico, hay que hacerlo con responsabilidad¡±
La core¨®grafa de Seattle abre el primer centro en Barcelona dedicado exclusivamente al ¡®twerking¡¯
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¡°Adelante, atr¨¢s, adelante atr¨¢s, levantad bien la pelvis. Ahora sacando el culo, a la izquierda, derecha, en c¨ªrculo. Izquierda, derecha, en c¨ªrculo¡±. Los gl¨²teos se mueven bajo las ¨®rdenes de Kim Jordan (Seattle, 40 a?os), como si tuvieran vida propia. Como cada martes por la tarde, un grupo de mujeres mujeres van a ensayar al primer centro exclusivamente de twerk y de las llamadas danzas del culo (booty dance) de Barcelona, en el barrio de Sants. Soci¨®loga, core¨®grafa y coach del movimiento, Jordan trabaj¨® unos a?os en Las Vegas, antes de llegar a Barcelona en 2007, donde ha fundado una comunidad que mira m¨¢s all¨¢ del twerking como fen¨®meno de moda. ¡°Mover el culo es algo pol¨ªtico, debemos hacerlo con responsabilidad. Estos movimientos vienen la di¨¢spora de ?frica occidental¨Dde las danzas populares de Senegal, Marruecos o Guinea¨D, luego lleg¨® a los Estados Unidos, Am¨¦rica del Sur y al Caribe en el siglo 19, y ahora se ha convertido en un movimiento de liberaci¨®n femenina y debemos liberarnos pero con conciencia del colectivo al que pertenecen¡±, explica Jordan.
MTV Music Awards 2013. Miley Cyrus sale al escenario para interpretar el tema We can¡¯t stop vestida con un maillot plateado y un dibujo de un oso, y con dos peque?os mo?os en la cabeza. La actuaci¨®n pasar¨ªa a la posteridad por ser la despedida de la despedida de la Miley de Disney y por el baile de la cantante junto al m¨²sico Robin Thicke, al ritmo de Blurred Lines. Ese mismo a?o el t¨¦rmino twerk se incorpor¨® al diccionario, pero hay que rebobinar muchos a?os hasta dar con los primeros documentos del movimiento. ¡°Soy de Seattle, crecemos con el hip hop, llevo toda la vida moviendo el culo. Tengo 40 a?os y ya hac¨ªa el Cry Baby en las coreograf¨ªas de la escuela¡±, dice refiri¨¦ndose al paso de baile que simula el berrinche de un beb¨¦, con el cuerpo tendido en el suelo y levantando el trasero mientras se golpea la superficie con una mano. En 1983 este paso de baile aparec¨ªan en el videoclip de The way you make me feel de Michael Jackson, pero hasta el 93, con el tema Do the jubilee all de DJ Jubilee, no se recogi¨® oficialmente el t¨¦rmino twerk.
En los 80,
La evoluci¨®n es ¡°curiosa¡±, opina Jordan. Al principio, en los 80 se llamaba Doin the Butt (agita tu trasero), en los 90 era Pussy Poppin (rotaci¨®n p¨¦lvica seca hacia delante), en los 2000 era Back that ass up (rotaci¨®n p¨¦lvica hacia atr¨¢s) o Drop it Like it¡¯s Hot (doblar las rodillas y bajar el culo). Desde 2010, el twerking se ha convertido en un s¨ªmbolo de empoderamiento feminista: las mujeres tienen el poder sobre su sexualidad. ¡°De ah¨ª mi lema: hacer twerk no es un crimen¡±, a?ade. Cristina Plaza (Barcelona, 47 a?os) empez¨® las clases hace dos a?os con ¡°bastantes prejuicios sobre el baile¡± que, pensaba, sexualizaba a las mujeres. ¡°Ahora lo veo como una actividad para disfrutar de una misma en un ambiente c¨®modo y feminista¡±, confiesa Cristina.

Jordan defiende este tipo de danzas como un medio para reafirmar la autonom¨ªa emocional, f¨ªsica y sexual de las mujeres pero, advierte, deben usarse con responsabilidad: ¡°El twerk se populariza en EE UU por la di¨¢spora africana, lo bailaban las mujeres negras. No tiene sentido liberarse a trav¨¦s de esta danza e ignorar la discriminaciones que sufren estos colectivos¡±, subraya. Jordan tambi¨¦n pide a quienes sigan esta corriente que desarrollen una conciencia de clase. Muchos de estos pasos se popularizaron gracias a strippers de Magic City en Atlanta (Georgia), hay mujeres que los practican subrayando que ellas no son unas bailarinas sexuales. ¡°No has entendido nada si miras con condescendencia y juicio a las strippers mientras est¨¢s gozando de los pasos que ellas han creado¡±, destaca.
El twerk no solo libera el alma, tambi¨¦n el cuerpo. Hace siete a?os, Marina (Barcelona, 33 a?os) se descant¨® por este baile cuando buscaba una actividad para ¡°explorar su cuerpo¡± y actualmente el ejercicio ha tenido grandes resultados: ¡°Me siento mucho m¨¢s flexible y ligera, puedo mover y controlar partes de mi cuerpo que antes ignoraba¡±, comenta. Jordan explica que estas danzas activan la zona p¨¦lvica, llevan la sangre hasta el ¨²tero y relajan una zona del cuerpo normalmente bloqueada y ¡°cargada de dolor y culpa¡±. En esta escuela de baile, los beneficios fisiol¨®gicos del twerk aprovechan a personas de entre siete hasta 60 a?os y a embarazadas, con las que ya lleva dos a?os haciendo sesiones especiales de danza y preparaci¨®n al parto. ¡°En general vemos reglas menos dolorosas, orgasmos m¨¢s placenteros e incluso aumentos de la fertilidad¡±, asegura Jordan.
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Este es el primer a?o de Mireia (Barcelona, 27 a?os) en el equipo de Jordan. ¡°Lo que m¨¢s disfruto de las clases es el ambiente, ver mujeres de distintas edades disfrutando juntas, sin juicios ni comparaciones¡±, reconoce. La conexi¨®n con el propio cuerpo y con el del resto de compa?eras no es una mera percepci¨®n. Un estudio de la Universidad de Oxford, publicado en la revista cient¨ªfica Evolutionary Behavioral Sciences prueba que el baile en grupo desempe?a un papel fundamental en la cohesi¨®n social: las personas se sincronizan de manera espont¨¢nea e inconsciente con la m¨²sica mientras hacen ejercicio y prolifera la segregaci¨®n de endorfinas¨Dlas hormonas del buen humor¨D. Como soci¨®loga, Jordan recuerda la conexi¨®n entre danza e interacci¨®n social y reivindica el baile como una de las expresiones sociales m¨¢s antiguas: ¡°Es el germen de la comunidad, no han inventado nada, mover el culo es algo ancestral¡±, comenta.
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