Sevdaliza y Folamour prenden la primera jornada del S¨®nar
El festival arranc¨® melanc¨®lico en las manos locales de pablopablo y Judeline
En el S¨®nar puede parecer que la capacidad de sorpresa se ha colmado tras 31 ediciones, pero acercarse al recinto diurno crey¨¦ndoselo s¨®lo conduce a sorprenderse a¨²n m¨¢s. A las 16:00 de este jueves un se?or de unos cincuenta a?os, sin aspecto de desnortado ni de indigente, bailaba bajo un ¨¢rbol en la avenida Maria Cristina movido por el bombo del Village. Con gafas, por supuesto, se puede carecer de entrada, ¡°no me hace falta¡±, dijo al ser preguntado, pero no de estilo: las gafas de sol parecen obligadas. Incluso en la primera edici¨®n en muchos a?os en la que el incio del festival no trae los calores del verano a la ciudad. No ha llovido como en el Primavera o como en Rammstein, pero el calor no era riguroso e incluso un vientecillo suave rebajaba la sensaci¨®n t¨¦rmica. Pero el S¨®nar ha comenzado, sin apreturas, la jornada del jueves suele ser tranquila y no impone caminar esquivando colisiones, y en las primeras horas lo hizo a paso lento antes de que Sevdaliza o, ya cerrando la jornada, Folamour pusiesen al p¨²blico en pie de euforia.
Otra caracter¨ªstica del S¨®nar: los misterios. Bajo el nobre de COU (resonancias de planes educativos a?ejos), un tr¨ªo catal¨¢n se presentaba casi en secreto. De espaldas al p¨²blico, en la penumbra del Complex, haciendo una mezcla entre electr¨®nica, jazz, dub y algo que pod¨ªa considerarse progresivo, con instrumentos y sonidos anal¨®gicos, sent¨¢ndose en escena para escuchar ellos mismos el ¨²ltimo tema, result¨® que estaban comandados por Joan Pons, El Petit de Cal Eril en otras vidas. La primera en la frente, puro Sonar. La segunda, un cantautor haciendo una ranchera con su guitarra. Se llama pablopablo, quiz¨¢s para acentuar misterios interpret¨® algunos temas nuevos, us¨® su tenue voz acerc¨¢ndose al falsete y con su m¨²sica a c¨¢mara lenta borde¨® el aburrimiento. Es hijo de Jorge Drexler, y s¨®lo concedi¨® alg¨²n ¨¦xito como Otra vida o Sidekick, que en disco canta con Guitarricadelafuente.
Justo despu¨¦s la calma sigui¨® reinando con el primer tramo de la actuacion de Judeline, de blanco impoluto, maquillaje en frente incluido y unos finos tacones que a punto estuvieron de darle un disgusto al bajar de la escalera que dominaba el escenario. Tiene una gran voz que modula con sensualidad, aunque la dicci¨®n oculta sus palabras. Con aire exang¨¹e se dej¨® ver y el ritmo s¨®lo apareci¨® al final en temas como Zahara, un maravilloso reggaeton suave para mecerse, La tortura, excelente versi¨®n de Shakira o Mangata. Tiene muchos mimbres esta gaditana de Barbate que de adolescente so?aba con el festival que ayer la vio reivindicar al pueblo palestino como antes hab¨ªa hecho en el Village Huda, madrile?a de origen magreb¨ª.
Con estos antecedentes, lo de Sevdaliza fue una sacudida. Llevaba botas, pero planas, y as¨ª pudo bailar a gusto en temas como Samsara o Nothing Lasts Forever editado junto a Grimes. Eso fue en la parte final de su actuaci¨®n en el Hall que se llen¨® por vez primera. Entre el tri-hop y la electr¨®nica acelerada, con ribetes de rhythm and blues y arranques de temas que evocan a Sade, el inicio de Good Torture recuerda a Smooth Operator, esta iran¨ª afincada en Pa¨ªses Bajos, marc¨® uno de los puntos ¨¢lgidos de la jornada.
En el Village, el espacio abierto del festival, el baile ya se hab¨ªa soltado. El S¨®nar es el reino de los graves, y pueden ser usados para el hedonismo a secas, o para el hedonismo concienciado, como el de la sudafricana Toya Delazi, que como rapera enarbol¨® el zul¨² como idioma musical. Cerrando esta primera jornada Folamour ya desat¨® el hedonismo con may¨²sculas a base de house y funk en una sesi¨®n para la euforia. La primera en tres d¨ªas. El S¨®nar ya palpita.
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