Dobrowolski dice que encontr¨® a Mainat ¡°al borde de la muerte¡± e intent¨® salvarle: ¡°No quise matar a mi marido¡±
La exmujer del productor televisivo niega haberle suministrado insulina para provocarle una hipoglucemia que le dej¨® en coma
Josep Maria Mainat pidi¨® a su mujer, durante el primer d¨ªa del juicio por intento de asesinato, que aclarara todo lo sucedido la noche del 22 de junio de 2020 en la casa familiar, en Barcelona. Tal vez con esas explicaciones podr¨ªa creer en su inocencia y perdonar a la madre de dos de sus hijos. ?ngela Dobrowolski se ha explicado este jueves, pero lo ha hecho a su manera, entrando a menudo en contradicci¨®n con lo manifestado por otros testigos, incluido el productor televisivo. Dobrowolski ha negado que intentara matar a su marido suministr¨¢ndole insulina y ha afirmado lo contrario: que en un momento de la noche, mientras dorm¨ªa, lo vio ¡°al borde de la muerte¡± y le salv¨® la vida suministr¨¢ndole glucosa cuando sus niveles de az¨²car ya eran muy bajos y hab¨ªa entrado en un coma profundo.
Durante 45 minutos, Dobrowolski ¡ªa ratos gritanto, a ratos llorando, siempre alterada¡ª ha contestado a su abogado, pero no al fiscal ni a la abogada de Mainat. La Fiscal¨ªa pide 13 a?os de c¨¢rcel para ella por intento de asesinato, un delito que ha negado con vehemencia. ¡°No quise matar a mi marido (...) Yo no quise a mi marido muerto, lo quise conmigo. Ten¨ªa miedo por su vida e hice todo lo que ten¨ªa que hacer para salvarle¡±, ha dicho tratando de reducir la acusaci¨®n al absurdo. ¡°Si hubiese querido matar a mi marido¡±, ha dicho, lo habr¨ªa hecho de otro modo (calcular la dosis de insulina requiere precisi¨®n), en otro lugar (¡±no en la cama donde duermen mis hijos¡±) y, desde luego, no habr¨ªa ¡°llamado a las ambulancias¡±. Seg¨²n su relato exculpatorio, los hechos ocurrieron exactamente al rev¨¦s de como los ve la acusaci¨®n: no es que ella le provocara una hipoglucemia severa inyect¨¢ndole insulina, es que Mainat padeci¨® esa bajada de az¨²car por otras causas y ella, al observarlo, se limit¨® a salvarle.
La tarde del 22 de junio, Mainat hab¨ªa comunicado a Dobrowolski que al d¨ªa siguiente iniciar¨ªa los tr¨¢mites de divorcio. Meses antes, ella hab¨ªa accedido sin permiso al correo electr¨®nico del fundador de La Trinca. Y se hab¨ªa reenviado documentos confidenciales; en uno de ellos se estipulaba que, en caso de separaci¨®n, la mujer quedar¨ªa excluida del testamento. Ese es el m¨®vil econ¨®mico que, seg¨²n los investigadores, le llev¨® a intentar acabar con la vida de Mainat esa noche. Hacia las 2 de la madrugada, seg¨²n declar¨® el productor, la mujer le despert¨® y dijo que iba a inyectarle hormona del crecimiento y otra sustancia para adelgazar. En realidad, seg¨²n la Fiscal¨ªa, le suministr¨® insulina.
Buscando drogas
Dobrowolski ha afirmado que esa noche no pudo dormir porque estaba desesperada. Necesitaba drogarse. Su adicci¨®n a la coca¨ªna y a las metanfetaminas (confirmada por su esposo y por m¨¦dicos durante el juicio) se hab¨ªa agudizado en los ¨²ltimos meses. Empez¨® a abrir cajones de la cocina en busca de dosis que ella misma escond¨ªa ¡°en todas partes¡±. Y no quer¨ªa entrar en la habitaci¨®n donde dorm¨ªan Mainat y sus hijos ¡°para no despertarles¡±. Esa es la explicaci¨®n que da a los constantes movimientos que las c¨¢maras de seguridad de la vivienda registraron esa noche. En un momento de la madrugada, sin embargo, la mujer escuch¨® ¡°ronquidos que no eran normales¡±. Entr¨® en la habitaci¨®n. ¡°Vi a Josep Maria al borde de la muerte en la cama, al lado de mi hijo¡±.
Todo lo que hizo desde entonces, ha insistido, fue ayudarle. ¡°Hice todo lo que pude para salvarle la vida¡±. Ha negado que tardara en avisar a los servicios de emergencias (SEM) y solo ha admitido que sufri¨® ¡°un segundo de shock¡± antes de ponerse en marcha. Seg¨²n su declaraci¨®n, le suministr¨® un sobre de glucosa que fue lo que le ayud¨® a ¡°remontar¡±. Los t¨¦cnicos del SEM explicaron, en cambio, que el hombre estaba en coma cuando llegaron y que solo la inyecci¨®n de glucosa en sangre le ayud¨® a volver en s¨ª. Dobrowolski ha especulado con que la hormona de crecimiento y ¡°otras muchas pastillas que tomaba¡± (ha hablado de hasta 40 diarias) provocasen el baj¨®n de az¨²car. Contra lo que dijo el productor, la acusada ha sostenido que por las noches era habitual que padeciera ¡°hipoglucemias graves¡± que ¡°le dejaban desmayado¡±.
¡°Me arrepiento de muchas cosas. De haber arruinado mi matrimonio, por ejemplo. Pero yo no le hice da?o ni le hice sufrir¡±, ha insistido Dobrowolski en una declaraci¨®n que por momentos se ha desviado hacia cuestiones sentimentales y personales, lo que ha obligado a la presidenta del tribunal a intervenir: ¡°Lo que nos explica tiene un inter¨¦s humano, pero vamos a centrarnos en el juicio¡±. La mujer ha explicado que conoci¨® a Mainat en un evento en Barcelona con 24 a?os (ella estudiaba marketing) y que la diferencia de edad y de nivel socioecon¨®mico fueron los dos grandes desaf¨ªos de la relaci¨®n. ¡°Era una brecha brutal. Hab¨ªa la percepci¨®n de que yo era una buscona y ¨¦l el Flavio Briattore de turno...¡±
Mainat accedi¨® a casarse y tener hijos, lo que proporcion¨® a Dobrowolski, siempre seg¨²n su versi¨®n, seguridad econ¨®mica con la firma de unas capitulaciones matrimoniales. ¡°No quise su dinero. Sab¨ªa qu¨¦ me iba a pasar en caso de divorcio, sab¨ªa que como madre de sus hijos ten¨ªa mi futuro asegurado. No tuve necesidad de espiar nada¡±, ha dicho sobre el acceso al correo del productor, un delito (revelaci¨®n de secretos) por el que no ser¨¢ condenada despu¨¦s de que Mainat le haya concedido formalmente el perd¨®n. La acusada ha explicado que empez¨® a consumir drogas cuando tuvo acceso a ellas y que eran un ¡°refugio¡± ante los crecientes problemas de una pareja obsesionada (¨¦l m¨¢s que ella) con los tratamientos antiedad. Con una diferencia de edad tan pronunciada, Mainat quer¨ªa permanecer saludable, vigoroso y en forma el mayor tiempo posible y se someti¨® a todo tipo de tratamientos. ¡°El antiaging se convirti¨® en nuestro Dios. Estudi¨¦ medicina, inspirada por ¨¦l, para que tuvi¨¦ramos futuro, para que ¨¦l no muriera¡±.
¡°Fue el amor de mi vida. Y sigue ocupando ese lugar¡±, ha dicho Dobrowolski, pelo te?ido de rosa, vestido blanco, de nuevo al borde de las l¨¢grimas. El destinatario de esas palabras, Mainat, la escuchaba, silente, en los asientos reservados al p¨²blico.
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