Los ni?os pierden peso en la poblaci¨®n de Barcelona: en el 78% de los hogares no hay menores
Las ciudades globales centrifugan la infancia a su entorno por los altos precios de la vivienda y la vida, y en el caso de la capital catalana, la ca¨ªda se acent¨²a en los barrios con mayor presi¨®n tur¨ªstica
Los ni?os pierden peso en las grandes ciudades. En Barcelona, y pese a que gana poblaci¨®n, solo hay ni?os en el 22% de los domicilios (148.756). En el 78% de los hogares restantes (676.130) no hay menores. Son datos del padr¨®n municipal a 1 de enero, que muestran una ca¨ªda sostenida de la presencia de ni?os desde 1997, cuando el Ayuntamiento comenz¨® a explotar estas cifras. Entonces el porcentaje de viviendas con ni?os era del 27%. No es un fen¨®meno exclusivo de la capital catalana: las capitales globales cada vez son menos amables para vivir y centrifugan la parte baja de sus pir¨¢mides de poblaci¨®n a los municipios de su entorno. Las causas son m¨²ltiples: la ca¨ªda de la natalidad (en Barcelona la m¨¢s baja desde 1900, salvo 1939, el a?o que estall¨® la Guerra Civil), el coste de la vivienda y de la vida... Y en la capital catalana, los datos apuntan tambi¨¦n a una p¨¦rdida de presencia de los ni?os en los barrios m¨¢s presionados por el turismo o con mayor presencia de inmigrantes relativamente acomodados, que llegan para trabajar o estudiar (el 45% de los empadronados en 2023 tienen titulaci¨®n universitaria).
El director del Centro de Estudios Demogr¨¢ficos (CED) de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona, Albert Esteve, apunta que la p¨¦rdida de peso de los ni?os en la ciudad es el resultado de ¡°dos tendencias¡±: la fecundidad cae y muchos de los vecinos que est¨¢n en edad de tener hijos se van de Barcelona ¡°buscando mejores condiciones habitacionales y para criarlos¡±. Pero se?ala tambi¨¦n ¡°la paradoja de que, pese a la fecundidad a la baja de la capital catalana, Barcelona tiene m¨¢s habitantes que nunca¡±. En el ¨²ltimo padr¨®n ha superado los 1,7 millones, pero es por el impulso de la llegada de inmigrantes que, como analiz¨® la Oficina Municipal de Datos, ¡°marca el paso demogr¨¢fico de la ciudad¡±. Durante la pandemia, la ciudad perdi¨® poblaci¨®n, pero la recuper¨® dos a?os despu¨¦s.
Se invierte la proporci¨®n entre ni?os y mayores de 65 a?os
¡°Las grandes ciudades deben gestionar m¨¢s poblaci¨®n que nunca, pero menos menores en porcentaje que nunca, de forma que la pir¨¢mide engorda a partir de los 18 o 20 a?os y adelgaza por abajo, mientras la poblaci¨®n de cero a tres a?os no para de caer: ganas volumen pero modificas la forma¡±, apunta Esteve. De hecho, desde comienzos de la d¨¦cada de 1980, casi se ha invertido la proporci¨®n entre menores de 15 a?os y mayores de 65 en el conjunto de la poblaci¨®n de la ciudad. En 1981, los ni?os eran el 21,3% de la poblaci¨®n y los mayores de 65, el 13,3%. Actualmente son el 12,2% y el 21,2%. Los menores son 237.172 habitantes, que est¨¢n a punto de ser superados en n¨²mero por las mascotas: la ciudad ten¨ªa 230.505 perros y gatos, seg¨²n una estimaci¨®n de la encuesta de Ecolog¨ªa Urbana de 2023.
El director del CED destaca que la ca¨ªda de menores de edad en las ciudades de ¨¦xito ¡°transforma el paisaje urbano: los servicios p¨²blicos, el consumo ¡ªlas familias con hijos pueden permitirse menos salir a cenar por los precios¡ª y con ello cambia la oferta comercial¡ Y los barrios se especializan en funci¨®n de sus vecinos o visitantes, de forma que una vez arranca la rueda a girar, las familias locales cada vez tienen menos motivo para quedarse¡±. ¡°Se produce una din¨¢mica no planificada de selecci¨®n natural¡±, resume.
Barrios ¡°hiperturistificados¡± con pocos ni?os
En este sentido abunda, tambi¨¦n desde la UAB, en su departamento de Geograf¨ªa, el investigador Antonio L¨®pez Gay, que lleva a?os estudiando los cambios de poblaci¨®n en Barcelona y el perfil de los inmigrantes de los ¨²ltimos a?os: ¡°Hemos detectado que el centro selecciona los flujos migratorios, porque se ha convertido en exclusivo y excluyente. Quienes llegan lo hacen por un atractivo individual (un trabajador cualificado, un expat, un estudiante de m¨¢ster, doctorando...) y los que se marchan obedecen m¨¢s a un determinante familiar¡±. Mientras, explica, el perfil de un migrante menos cualificado es menos probable que llegue al municipio central, porque en los ¨²ltimos 25 o 30 a?os ya hay asentamientos en otros municipios donde los que llegan pueden tener familiares o conocidos y precios m¨¢s econ¨®micos.
L¨®pez Gay ha estudiado ¡°una nueva vuelta de tuerca en esta din¨¢mica de gentrificaci¨®n transnacional¡±. Se trata de ¡°los barrios hiperturistificados¡±. ¡°Se vuelven menos agradables y poco atractivos para la vida cotidiana, con vecinos que cambian constantemente, se encarecen, cierra el comercio de proximidad..., son entornos todav¨ªa m¨¢s inh¨®spitos para la poblaci¨®n infantil¡±. Y muestra con datos que la proporci¨®n entre adultos y ni?os cambia en favor de los adultos. Si la media de adultos (de 25 a 59 a?os) por ni?o en Barcelona es de 3,6; en el G¨®tico se dispara hasta 8,2 adultos por ni?o; en el Born es de 7,4; en La Barceloneta, 6,2; en Sant Antoni, 4,6; o Sagrada Familia: 4,6. ¡°Habr¨¢ que ver si esta poblaci¨®n migrante cualificada est¨¢ de paso o acaba teniendo hijos¡±, apunta.
L¨®pez Gay tambi¨¦n aporta datos que confirman que en la regi¨®n metropolitana la presencia de menores en los hogares es superior. El censo de 2021 (se publica cada diez a?os) muestra que en Barcelona el porcentaje de mujeres de entre 35 y 39 a?os sin hijos en el hogar es del 43%, muy superior al porcentaje del resto de municipios de la provincia (apenas el 24,7%). Y el porcentaje de hogares sin hijos menores de 16 a?os es del 79,5% en Barcelona y el 71,5% en la media provincial.
El soci¨®logo del ?rea de Cohesi¨®n Social y Urbana del Institut Metr¨°poli, Fernando Ant¨®n, destaca que la p¨¦rdida de peso de la poblaci¨®n infantil supone ¡°una p¨¦rdida de mixtura social, con el riesgo de que la poblaci¨®n mayoritaria pierda empat¨ªa con la poblaci¨®n con la que no convive: si tenemos gente cada vez mayor y no hay ni?os o adolescentes, se acent¨²a el adultocentrismo, gana peso en las estructuras sociales y se desarrollan pol¨ªticas menos focalizadas en los ni?os y sus necesidades, lo que, llevado al extremo, acentuar¨ªa el problema¡±. ¡°Es importante que haya pol¨ªticas para compensar la p¨¦rdida de peso y que ejerzan contrapeso¡±, concluye.
En este punto coincide el profesor de sociolog¨ªa de la Universidad de Barcelona y experto en infancia Xavi Mart¨ªnez Celorrio: ¡°Por un lado, si el coste de la vivienda y la crianza sube, faltan pol¨ªticas de ayudas a las familias; y, por otro lado, la ca¨ªda demogr¨¢fica es una buena ocasi¨®n para avanzar en pol¨ªticas de infancia y ocio educativo, comedores escolares, actividades extracurriculares y desmercantilizar el coste de la crianza¡±. Mart¨ªnez Celorrio enmarca la p¨¦rdida de peso de la infancia en ¡°el propio proceso de globalizaci¨®n de las ciudades¡± y apuesta tambi¨¦n por ¡°pol¨ªticas para que los j¨®venes no se marchen¡±. Sino, dice, ¡°la ciudad ser¨¢ m¨¢s gris, envejecida y se pondr¨¢n en riesgo las relaciones y puentes intergeneracionales¡±.
En el Ayuntamiento de Barcelona, el comisionado de Pol¨ªticas de Infancia, Javier Rodr¨ªguez, ve la ca¨ªda del peso de los ni?os como ¡°una doble responsabilidad: en garantizar que los servicios de la ciudad se adaptan a la nueva realidad y garantizar tambi¨¦n que criar a un menor en Barcelona tiene un valor a?adido¡±. ¡°Pasa¡±, dice, ¡°por garantizar que la ciudad es amable con la infancia, que se piensa en ellos cuando se dise?a espacio publico, por ofrecer servicios que otros municipios no tienen y son innovadores, como los espacios familiares, ludotecas, becas para actividades de verano, extraescolares, accesibilidad en las ¨¢reas de juego, servicios p¨²blicos que ayudan a paliar los efectos que provocan que esta infancia se marche¡±.
En una reflexi¨®n m¨¢s sociol¨®gica que demogr¨¢fica, el director del Centro de Estudios Demogr¨¢ficos lanza un ¨²ltimo apunte para explicar (tambi¨¦n) la ca¨ªda de menores en las grandes ciudades: los exigentes est¨¢ndares que las familias se autoimponen para criar. Desde el espacio o n¨²mero de habitaciones en los pisos hasta el perfil sociol¨®gico de las escuelas donde matricular a la prole. ¡°En otras zonas del planeta viven varias criaturas en una habitaci¨®n y aqu¨ª no estamos dispuestos a hacerlo, aunque hace a?os era habitual, la gente viv¨ªa en pisos y muchos eran peque?os. Pero ha subido tanto el list¨®n de la exigencia sobre los m¨ªnimos que necesita un ni?o, con un enfoque muy individualizado, que la ciudad no nos lo da¡±, opina. Y a?ade: ¡°Porque por servicios no ser¨¢, la gran ciudad ofrece muchos m¨¢s que ciudades m¨¢s peque?as¡±.
La menguante presencia de infancia, en cifras
El padrón de Barcelona a 1 de enero indica que solo hay menores de edad en el 22% de los domicilios (148.756). El porcentaje en 1997 era del 27%. En el 78% de los hogares (676.130) no hay menores.
En 1981, los niños eran el 21,3% de la población y los mayores de 65 años, el 13,3%. Actualmente son el 12,2% y el 21,2%.
Los habitantes de 0 a 17 años son 237.172.
El año pasado la ciudad tenía 230.505 perros y gatos, según una estimación de la encuesta de Ecología Urbana de 2023.
La media de adultos (de 25 a 59 años) por niño en Barcelona es de 3,6
- En el barrio Gótico la cifra asciende a 8,2.
- En el Born es de 7,4.
- La Barceloneta 6,2.
- Sant Antoni 4,6.
- Sagrada Familia 4,6.
El censo de 2021 indica que en Barcelona el porcentaje de mujeres de entre 35 y 39 años sin hijos en el hogar es del 43%. En el resto de municipios de la provincia este porcentaje solo es del 24,7%.
En Barcelona los hogares sin hijos menores de 16 años es del 79,5%. La medida provincial es del 71,5%.
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