Familias vulnerables empujadas a colegios concertados: ¡°Te obligan a pagar cuotas aunque tengas beca¡±
Las AFA y el S¨ªndic estudian casos de cobro irregular de importes que ya cubren las ayudas y sospechan que hay muchos m¨¢s que no se atreven a denunciar
Carla (nombre ficticio) todav¨ªa se pregunta c¨®mo su hija ha acabado en un instituto concertado. Hab¨ªa solicitado los tres centros p¨²blicos que ten¨ªa de referencia, especificando que se trataba de una alumna vulnerable, lo que en el sector educativo se etiqueta como necesidades espec¨ªficas de soporte educativo (NESE). Cuando salieron las listas, respir¨® tranquila: le hab¨ªa tocado uno de ellos. Pero al poco tiempo la llamaron diciendo que ese instituto ya hab¨ªa llenado el cupo de alumnos NESE (para evitar centros gueto) y que deb¨ªa elegir otro. ¡°En la lista que me dieron solo hab¨ªa concertados¡±, explica la mujer. Al final eligi¨® uno porque desde el Ayuntamiento de su ciudad le aseguraron que no deb¨ªa pagar nada, porque cuenta con una ayuda a la escolarizaci¨®n -conocidas como mochilas econ¨®micas-, de 988 euros.
Estas ayudas se crearon hace tres a?os, dentro de las medidas del Pacto contra la segregaci¨®n escolar, para hacer un reparto equilibrado de los alumnos con vulnerabilidad. Como compensaci¨®n, b¨¢sicamente a la concertada, se habilitaron esta especie de becas a la escolarizaci¨®n que en la p¨²blica es de 385 euros -cubre gastos de material, uniformes, salidas y colonias y licencias digitales, seg¨²n consta en la p¨¢gina web de Educaci¨®n, ya que no hay normativa que las regule- y de 988 en la concertada -para pagar la sexta hora, material, libros y excursiones de un d¨ªa, pero no el ordenador-. Los centros p¨²blicos reciben el monto de las ayudas v¨ªa transferencia del departamento, mientras que los concertados lo hacen v¨ªa convocatoria de subvenci¨®n p¨²blica.
No obstante, cuando Carla fue a formalizar la matr¨ªcula, el centro le dijo que ten¨ªa que pagar los libros y el port¨¢til. Sabiendo que ten¨ªa la escolarizaci¨®n gratuita, se neg¨® a pagar y puso una queja a inspecci¨®n. ¡°Cada mes me lleva un recibo de 20 euros en concepto de escolarizaci¨®n y otro del comedor escolar, y eso que tenemos beca comedor¡±, comenta. El centro se neg¨® a entregar los libros a la alumna y explic¨® a la familia que la ayuda solo cubr¨ªa los socializados, pero que deb¨ªa pagar los nuevos. Despu¨¦s de mucho insistir, el centro le dijo que hac¨ªa ¡°una excepci¨®n¡± y le entreg¨® los libros. ¡°Ahora tengo que comprar una flauta, pero no quiero ir a llorar cada vez que necesito algo. Y tampoco quiero que dejen a la ni?a sin ir de excursi¨®n¡±, lamenta. Tras su negativa a pagar, la mujer comenta ¡°un suceso curioso¡±: ¡°Un d¨ªa antes de empezar el curso me llamaron y me dijeron que s¨ª pod¨ªa matricularme en el instituto p¨²blico. Hay mucha opacidad, creo que me lo ofrecieron porque me negaba a pagar la concertada¡±.
La mujer (este diario ha obviado el nombre de los afectados y los centros para evitar afectar a los alumnos) critica el sistema de reparto de alumnos vulnerables, una medida creada para luchar contra la segregaci¨®n escolar: ¡°Te dicen que te est¨¢n apoyando, pero despu¨¦s lo que hace es obligarte a pagar, aunque tengas ayuda¡±. Carla est¨¢ segura que hay muchas familias en su misma situaci¨®n. ¡°El d¨ªa de la matr¨ªcula, la madre que hab¨ªa delante de m¨ª, tambi¨¦n vulnerable, pag¨®. La gente paga por no discutir¡±.
Y las hay. Como Mar¨ªa (tambi¨¦n ficticio), cuya hija no logr¨® plaza en los institutos p¨²blicos que solicit¨® y le asignaron de oficio uno concertado religioso, que acept¨® cuando le explicaron que no tendr¨ªa que pagar nada. Pero no fue as¨ª. ¡°En agosto me encontr¨¦ un cargo de 136 euros y otro de 18; y en septiembre, otro de 33. Me dijeron que el primero era un error, pero el de 18 era de escolarizaci¨®n y el de 33, de acompa?amiento psicopedag¨®gico y por la digitalizaci¨®n, porque no lo cubre la mochila. Adem¨¢s, me dijeron que ¡®33 euros no era nada¡¯, pero para m¨ª s¨ª lo es¡±, se queja.
Casos como estos han llegado a o¨ªdos de las asociaciones de familias de Terrassa o Sant Cugat del Vall¨¨s, que hace tiempo que denuncian la existencia de estas pr¨¢cticas. ¡°Hay alumnos a los que no se les da los libros porque no han pagado la cuota. A otros se les pide 150 euros por el uniforme. Y tampoco se entiende que el ordenador no entre en la ayuda cuando las concertadas han recibido subvenciones para digitalizar los centros. Est¨¢n cobrando por conceptos que les llega subvencionados¡±, afea Tiago Ferreria, portavoz de la Pepeta, la plataforma de AFAs de centros p¨²blicos de Terrassa.
La asociaci¨®n de AFAs de Catalu?a, la Affac, tambi¨¦n ha recibido quejas, principalmente sobre la concertada, pero tambi¨¦n de la p¨²blica. ¡°Bastantes casos afectan a los ordenadores, porque aqu¨ª la normativa es m¨¢s ambigua, pero tambi¨¦n tenemos casos de familias a las que se les quiere cobrar la cuota de material o la de las fundaciones, que es voluntaria. Incluso hemos corroborado presiones a las familias que se niegan a pagar para que abandonen el centro¡±, abunda la directora de la entidad, Lid¨®n Gasull. Otra de las casu¨ªsticas habituales, a?ade, es hacer pagar parte del comedor, ya que la beca no cubre la totalidad del coste en la concertada, con precios m¨¢s elevados que la p¨²blica.
Desde la Affac ayudan a las familias a hacer una reclamaci¨®n administrativa ante la Generalitat, ¡°pero la respuesta acostumbra a ser ambigua y raramente por escrito¡±, tercia Gasull. Pero admite que las familias denuncian poco. ¡°A algunas se les hace grande tener que denunciar o no quieren llegar hasta el final, otras tienen dificultades con el idioma y otras no quieren que se sepa que son vulnerables para proteger a su hijo¡±.
El S¨ªndic de Greuges de Catalu?a no cuantifica las quejas que ha recibido, pero en el informe de seguimiento de 2024 del Pacto contra la segregaci¨®n escolar s¨ª recoge alguna de las casu¨ªsticas, como el hecho que se pida a estas familias vulnerables que paguen por conceptos o servicios ¡°cubiertos ya por la financiaci¨®n p¨²blica¡±, como las actividades lectivas, el mantenimiento del aula o el personal de apoyo educativo. El Sindic tambi¨¦n critica que algunos centros concertados dicen a las familias que las cuotas a sus fundaciones o a ciertos servicios son obligatorias cuando ¡°el marco normativo establece claramente la prohibici¨®n de imponer esta obligaci¨®n¡±. Asimismo, afea a los centros que, en el caso de las familias que no pagan, se las ¡°presione con pr¨¢cticas claramente discriminatorias e irregulares, dirigidas no solo a los progenitores, sino tambi¨¦n a los alumnos¡±.
Un ejemplo de estas pr¨¢cticas lleg¨® al S¨ªndic de Barcelona hace justo un a?o. Una familia vulnerable con dos hijos -Infantil3 y 1? de ESO-, beneficiarios de las mochilas y asignados a una concertada, se quejaba de que, tras un mes del inicio de las clases, sus hijos no hab¨ªan recibido ni los libros ni el material escolar; el centro les reclamaba el pago de varias cuotas que ascend¨ªan a m¨¢s de 500 euros.
Al S¨ªndic de Terrassa tambi¨¦n han llegado dos casos de alumnos -aunque tiene conocimiento de m¨¢s- que, en un primer momento, hab¨ªan sido asignados a la p¨²blica y despu¨¦s fueron derivados a la concertada, donde les hac¨ªan pagar las salidas y parte del comedor, pero el caso se solucion¨® tras la intervenci¨®n del Ayuntamiento y la inspecci¨®n educativa.
Por su parte, el Departamento de Educaci¨®n no concreta las quejas recibidas de familias, pero recuerda que los centros privados ¡°no est¨¢n autorizados a cobrar cuotas, ya que la escolarizaci¨®n en las etapas obligatorias es gratuita¡±, aunque s¨ª pueden cobrar por la sexta hora escolar (de hecho, un servicio cubierto por las mochilas).
Miquel Mateo, secretario general adjunto de la Fundaci¨®n Escola Cristiana, apunta a que hay servicios no incluidos en las ayudas, como el seguro escolar obligatorio, la asistencia sanitaria o psicopedag¨®gica, y que hacen pagar por ellos porque ¡°son servicios que siempre est¨¢n a disposici¨®n para cuando los alumnos lo necesiten¡±. Sobre el cobro de cuotas, Mateo defiende que las familias no est¨¢n bien informadas. ¡°Se les dice que todo es gratis, pero no entra todo, y despu¨¦s vienen las quejas¡±.
Casos en la p¨²blica
La polémica afecta principalmente a la concertada, pero también se dan casos en la pública. Mireia (también ficticio) tiene gemelos en 3º de ESO y cuando se pusieron en marcha las ayudas, hace dos años, asegura que el instituto no la informó y pagó el importe del material, que todavía no le han devuelto, se queja. Cada año tiene que avanzarse y comprar los libros -lo adquieren las familias directamente-, aunque el año pasado le devolvieron parte del importe. “Los institutos van descontando gastos hasta llegar a los 385 euros de la ayuda, y después el resto lo pagas tu”, critica la madre.
La coordinadora de AFAs de Sant Cugat denuncia desde hace un par de años casos que afectan a centros públicos. “Los institutos saben que un alumno es NESE con el curso empezado, así que hacen pagar a las familias el material, y después algunos devuelven el importe o una parte”, explica su portavoz, Carme Roca, quien critica la diferencia de ayudas que recibe cada red escolar. “La concertada puede mantener esquiadas, pero en la pública los 385 euros se te van solo en libros, así que se reducen salidas o se reaprovechan libros o pagan las familias”.
Un director de un instituto escuela de máxima complejidad (con alto porcentaje de alumnos vulnerables) confirma que el importe de la mochila no cubre el coste de escolarización y califica de “vergüenza” la diferencia con la concertada. “Si no llega, te adaptas y reduces el número de libros o el material… vas quitando de aquí o de allá”. El docente también asegura que hacen servir otras ayudas, como las del PMOE para reducir las cuotas o pagar las excursiones de los alumnos con menos recursos.
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