Puigdemont: de influencer jefe a amo y se?or de Junts
El expresident se hace con el control total de su partido y depender¨¢ de ¨¦l en exclusiva cualquier viraje en la pol¨ªtica de pactos
Junts ha dise?ado el congreso que celebra este fin de semana como un escaparate para exhibirse como ¨²nica alternativa al gobierno de Salvador Illa. Pero antes de afrontar este reto, la asignatura pendiente que tienen Carles Puigdemont y los suyos es recuperar la credibilidad ante sus bases y el conjunto de los catalanes. A ello no ayuda que lo que se ver¨¢ entre aplauso y aplauso no deja de ser un nuevo incumplimiento de la palabra dada por el propio Puigdemont. Y es que quien vuelve a la presidencia del partido es el mismo que no hace ni seis meses asegur¨® que dejar¨ªa la pol¨ªtica activa si no era elegido presidente de la Generalitat. Claro que este incumplimiento ha sido eclipsado por otros tanto o m¨¢s gordos como que estar¨ªa en el pleno de investidura del pasado verano, algo que acab¨® en una simple performance corriendo por las calles de Barcelona. Hasta los suyos recuerdan el episodio con una mezcla de bochorno e incomprensi¨®n por m¨¢s que en el origen est¨¢ la negativa del Tribunal Supremo a aplicar una ley aprobada por el Congreso como es la de la amnist¨ªa.
La credibilidad de Puigdemont y de Junts por extensi¨®n est¨¢ bajo m¨ªnimos cuando la opci¨®n de la independencia unilateral con la que siguen coqueteando apenas tiene el apoyo del 8% de la poblaci¨®n catalana y de solo un 22% de los votantes del partido seg¨²n las encuestas oficiales. Pero no solo la agenda independentista pesa en la carpeta de los incumplimientos. Algunos sectores de Junts, que en los ¨²ltimos meses hab¨ªan abonado la tesis de que el congreso visualizar¨ªa un cierto retorno a las esencias convergentes y pactistas solo pueden sentirse derrotados. Puigdemont ha optado por colocar en las posiciones de m¨¢ximo poder a personas de su estricta confianza que poco pragmatismo han demostrado, como M¨ªriam Nogueras o Antoni Castell¨¤.
De poco han servido los gestos y presiones de patronales como Foment, cuyo l¨ªder, Josep S¨¢nchez Llibre, lleg¨® a entrevistarse con Puigdemont en Francia en un intento de tender puentes entre Junts y el establishment catal¨¢n. Pero si Junts no logra acercamientos por la derecha, tampoco parece que lo vaya a hacer por la izquierda. Basta ver los vaivenes que ha tenido con cuestiones como el alquiler de temporada y su rechazo semanas atr¨¢s a que se tramitara una propuesta al respecto en la c¨¢mara baja.
El congreso de este fin de semana servir¨¢ para dejar claro que Puigdemont y solo ¨¦l manda en el partido. Y que cualquier viraje, ya sea en Catalu?a o respecto a los apoyos al Gobierno del PSOE, depender¨¢ de las ¨®rdenes que d¨¦ desde B¨¦lgica. Puigdemont ha pasado de ser el influencer jefe desde su cuenta de X a ser el amo y se?or del partido. La pregunta que se hacen muchos cuadros intermedios, hartos de constatar la imparable p¨¦rdida de poder es, ?por cu¨¢nto tiempo m¨¢s un partido heredero de un espacio pol¨ªtico que lo fue todo en Catalu?a se puede permitir vivir en los bordes del sistema?
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