El nuevo Espai Moja invita a un inmersivo viaje en el tiempo al patrimonio catal¨¢n con ¡®pa amb tom¨¤quet¡¯ (virtual) incluido
La exposici¨®n en los bajos del Palau Moja de Barcelona permite sumergirse en momentos clave de la historia de Catalu?a y escuchar a sus protagonistas
El departamento de Cultura de la Generalitat se ha lanzado a tumba abierta al mundo de las nuevas tecnolog¨ªas inmersivas para dar a conocer y promocionar el patrimonio catal¨¢n, tanto cultural como art¨ªstico y hasta gastron¨®mico. En esa l¨ªnea, esta ma?ana se ha presentado el nuevo Espai Moja, un espacio expositivo de acceso gratuito en los bajos del Palau Moja de Barcelona, en la confluencia de la Rambla y Portaferrissa, consagrado a poner en valor el patrimonio del pa¨ªs por la v¨ªa de zambullir literalmente al p¨²blico en ¨¦l. Bajo el nombre de Espai Moja. Catalunya: Patrimoni Viu y con el viaje en el tiempo como hilo conductor, se ofrece una experiencia que incluye realidad virtual y sistemas interactivos y que personaliza de manera in¨¦dita la visita a trav¨¦s de una pulserita con chip como la de los festivales, con la que se interact¨²a con la muestra y en la que se almacena la informaci¨®n que interesa a cada visitante. El nuevo Espai Moja, en el mismo edificio sede de la direcci¨®n general de Patrimonio Cultural, consta tambi¨¦n de un Punto de Informaci¨®n Tur¨ªstica (PAT) oficial, de forma que el p¨²blico puede ya salir de la visita con un ticket para ir a cualquier punto patrimonial que le haya interesado del recorrido. Asimismo, se ha renovado la cafeter¨ªa (de la empresa Gil), que ofrece productos artesanos de gastronom¨ªa catalana.
En el recorrido, el p¨²blico atraviesa una puerta o umbral que sugiere el t¨²nel del tiempo de la antigua serie televisiva de culto o la peripecia del viajero de H. G. Wells, para adentrarse en varios espacios que ofrecen diferentes posibilidades de acercarse al patrimonio. En el m¨¢s espectacular (¡°c¨¢psulas del tiempo¡±), se viaja temporalmente con gafas de realidad virtual a cuatro escenarios: la Tarraco romana del siglo II donde el visitante se encuentra a la sacerdotisa imperial F¨²lvia C¨¦lera, la Seu Vella de Lleida en construcci¨®n en 1442 (con Georgius Niba, maestro de obras y escultor del portal de los ap¨®stoles), el gran sal¨®n del propio Palau Moja durante su inauguraci¨®n en 1784 (con la propietaria, Maria Llu?sa Descatllar, marquesa de Moja, de tiros largos y contenta de la fiesta de compromiso de su hijo mayor) y la sala de telares de la colonia Vidal de Puig-Reig (con una ni?a humilde y sucia de 12 a?os, Carme, que comienza a trabajar asustada en una de las grandes m¨¢quinas). El efecto de visita al pasado, con fogonazos blancos y la sensaci¨®n de estar dentro de una esfera armilar, est¨¢ muy bien conseguido y ¡ªevitando chocar con los otros usuarios¡ª puedes coger objetos de la ¨¦poca para obtener m¨¢s informaci¨®n.
Otro espacio, ¡°el espejo de los mil reflejos¡±, es un audiovisual inmersivo que combina proyecciones envolventes, efectos visuales caleidosc¨®picos y hologramas para descubrir tambi¨¦n lugares patrimoniales y que incluye reconstrucciones muy impactantes y personajes de cada ¨¦poca: la roca dels Moros de El Cogul, con una chamana pintando en las paredes; el anfiteatro de Tarraco, con gladiador (que no iba a faltar) incluido; la Rambla a inicios del siglo XX, la casa Bloc de Barcelona, la f¨¢brica de cemento Asland, la casa museo de Pau Casals¡ En un tercer espacio, ¡°el eco de las voces¡±, es posible escuchar los testimonios (¡°microrrelatos¡±) de 23 personajes de la historia: desde un recolector neol¨ªtico del yacimiento de la Draga (Banyoles) a una esclava negra del marqu¨¦s de Comillas o la anarcosindicalista Teresa Claramunt, pasando por un guerrero ilergete (¡°?que vienen los romanos!¡±), un musulm¨¢n, una jud¨ªa, un bandolero (Perot Rocaguinarda), una bruja (la estimada Antonia Rosquelles de Viladrau: ¡°Nos mataron como brujas por querer vivir como mujeres libres¡±, dice), y la mism¨ªsima Santa Eul¨¤lia, que asegura con voz de ni?a que ni el mism¨ªsimo Diocleciano har¨¢ que renuncie ella a su fe cristiana.
Otros dispositivos permiten situarse en un punto del mapa de Catalu?a y explorar los lugares patrimoniales en las cercan¨ªas o moverse por la cronolog¨ªa temporal del pa¨ªs descubriendo los sitios a visitar de cada ¨¦poca. ¡°?Todos a la mesa!¡± es un m¨®dulo interactivo que acerca la cocina local al visitante y ense?a a preparar (virtualmente) platos t¨ªpicos como el pa amb tom¨¤quet o la crema catalana. Hay tambi¨¦n un espacio dedicado a las fiestas populares (con im¨¢genes de sardanas, habaneras, trabucaires, castellers, diablos y correfocs) y otro sobre el catal¨¢n (¡°llengua viva¡±) que incluye la posibilidad de interactuar en aran¨¦s.
La consejera de Cultura S¨°nia Hern¨¢ndez ha explicado que el Espai Moja forma parte del proyecto estrat¨¦gico fundamental de su departamento Els ulls de la hist¨°ria dedicado a acercar el patrimonio a la ciudadan¨ªa desde nuevos relatos y con el uso de la tecnolog¨ªa inmersiva. El Espai Moja quiere ser en esa perspectiva una ¡°puerta al patrimonio¡± del pa¨ªs para la gente de Catalu?a y tambi¨¦n los visitantes, aprovechando su ubicaci¨®n en la principal arteria barcelonesa, por la que transitan unos 8 millones de personas al a?o. Els ulls de la historia se articula en torno a tres ejes: la experiencia did¨¢ctica en las escuelas, la renovaci¨®n de la museograf¨ªa en cinco monumentos hist¨®ricos, y el propio nuevo Espai Moja. Los cinco monumentos son el arte rupestre de El Cogul, la Cartoixa d¡¯Escaladei, el conjunto patrimonial de la Vall de Boi, el monasterio de Sant Pere de Rodes, y el castillo de Miravet. En los dos primeros ya se ha hecho una actuaci¨®n que los ha renovado y seguidamente ser¨¢ el turno de los otros. La idea es ir a?adiendo monumentos al ritmo de dos al a?o. Hern¨¢ndez ha destacado el uso de la tecnolog¨ªa inmersiva en el Espai Moja, como en todo el proyecto, y que permite viajar en el tiempo.
Para la consejera, se trata de ofrecer una experiencia ¡°que invite a conocer y a amar Catalu?a¡±, en la consideraci¨®n de que el acceso a la cultura y el patrimonio son esenciales para el ciudadano. Hern¨¤ndez ha destacado que la exposici¨®n del Espai Moja, con las cartelas en catal¨¢n, castellano, ingl¨¦s y franc¨¦s, muestra la diversidad, garantiza una mirada inclusiva tanto social como de g¨¦nero y apela a los valores de convivencia y progreso. La modernidad de la propuesta no significa que se abandonen las esencias, sino al contrario, y la consejera ha recordado que el patrimonio forma parte de ¡°nuestra identidad¡±. El nuevo espacio, que ha costado 2.800.000 euros y abrir¨¢ de lunes a s¨¢bado de 10 a 20 horas (11 a 15 los festivos), se inserta en una ¡°Rambla cultural¡± que incluye la Virreina, el centro santa M¨°nica y la futura Foneria.
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