El FIB cuelga el cartel de no hay entradas aupado por los abonos rebajados en su regreso tras la pandemia

El Festival Internacional de Benic¨¤ssim, FIB, que celebra desde este jueves y hasta el domingo 17 de julio su 26? edici¨®n, prepara su primer aterrizaje postpandemia con los abonos de cuatro jornadas agotados. El ¡®sold out¡¯ se ha alcanzado pocas horas antes del arranque de la cita musical, y fruto en buena medida de abaratamiento de tarifas en los pases por el que ha apostado la nueva organizaci¨®n, The Music Republic, con los hermanos To?o y David S¨¢nchez -considerados los reyes Midas del panorama festivalero nacional- al frente.

The Music Republic est¨¢ detr¨¢s de citas como el m¨ªtico Vi?a Rock, Festival de Les Arts, Granada Sound, Interestelar Sevilla, Madrid Salvaje, Love the 90¡äs Valencia o el Metal Paradise. Aunque su ascenso al podio de los macroeventos musicales del Mediterr¨¢neo se lo debe al Arenal Sound, la cita teen que se celebra en la playa de Burriana a principios de agosto, y sobre la que estos dos promotores han implementado un formato low cost clave en la atracci¨®n de p¨²blico: una media de 300.000 asistentes por edici¨®n.

Sara y Beatriz, vecinas de Castell¨®n, compraron hace apenas un mes su abono de cuatro d¨ªas para el FIB por 60 euros, ¡°m¨¢s cinco euros por gastos de gesti¨®n¡±, explican. Eso s¨ª, el festival cobrar¨¢ por el reacceso al recinto desde 14 euros m¨¢s gastos por los cuatro d¨ªas para poder entrar y salir del ¨¢rea de conciertos. Y tambi¨¦n por las duchas: con bonos de 25 euros que pueden almacenarse en la pulsera del nuevo sistema cashless en el que se estrena el FIB. ¡°Han cogido el modelo Ryanair, vuelos baratos pero sumando pluses¡±, indica Sara.

Las similitudes entre el modelo festivalero del Arenal Sound y este reformateado FIB no pasan desapercibidas, y han sido un foco de comentarios en las redes sociales, convertidas, por otro lado, en un mercadillo de reventa de tickets. Las cr¨ªticas ponen el foco en el cartel, y en ese alejamiento del indie planetario que no todos comparten, aunque los organizadores insisten: la edici¨®n de 2022 es ¡°ilusi¨®n por volver a sentir la magia de FIB¡±.

No ha bastado el intento de la direcci¨®n por cubrir la cuota british que la esencia fibera requiere, con propuestas como Two Door Cinema Club, Kasabian o The Kooks, junto a Tom Grennan, Declan McKenna, Becky Hill, Example, The Lathums, Joel Corry, Sea Girls, Circa Waves, The Snuts o Tom Walker.

Entre los conciertos m¨¢s esperados, junto a los ya citados Kasabian y Two Door Cinema Club, se unen otras propuestas internacionales, se?alan desde la organizaci¨®n, como Justice, Mando Diao, Nathy Peluso, Tyga o Steve Aoki, adem¨¢s de Izal en la escena nacional, que completan los nombres m¨¢s conocidos y seguros del pop espa?ol: de La M.O.D.A a Love of Lesbian, pasando por Dorian, Lori Meyers, Carolina Durante, Ginebras, Cari?o o Gabriela Richardson.

La de 2022 ser¨¢ la primera puesta en escena del veterano festival, referente en solitario durante a?os de la escena indie, desde que se pusiera al frente de su gesti¨®n The Music Republic. Se hizo con el control del FIB despu¨¦s de la venta del certamen en el verano de 2019, en manos hasta ese momento de Maraworld, con Melvin Benn a la direcci¨®n. Fue tras la clausura del 25? aniversario, que zanj¨® con 114.000 asistentes en cuatro d¨ªas, 56.000 menos que el a?o anterior, escenificando una ca¨ªda en picado que se propusieron frenar los hermanos S¨¢nchez.

La pandemia pospuso el estreno de este giro en la direcci¨®n del FIB, que deb¨ªa haberse plasmado en julio de 2020. Hasta hoy. El festival vuelve a manos espa?olas, tras varios saltos de propiedad con sello exclusivamente brit¨¢nico en sus casi tres d¨¦cadas de andadura.

Impulsado por los hermanos Miguel y Jos¨¦ Luis Mor¨¢n en 1995, y tras 15 a?os de ¨¦xitos progresivos, el FIB se vendi¨® a la empresa VPMG, con Vince Power al frente. En sus manos la cita encar¨® una decadencia con concurso de acreedores incluido. Un viaje en ca¨ªda libre que quiso revertir Melvin Benn en 2014. El brit¨¢nico sane¨® las cuentas pero no logr¨® recuperar el p¨²blico perdido. Ahora es el momento de The Music Republic.