Dec¨¢logo b¨¢sico de los asuntos en disputa el 18-F para los que se perdieron la campa?a

Al candidato a la Xunta del PSdG, Jos¨¦ Ram¨®n G¨®mez Besteiro, a¨²n se le hab¨ªa hecho corta esta campa?a de 15 d¨ªas y ped¨ªa el viernes otra semana m¨¢s para recuperar el terreno que cre¨ªa definitivo. Entre los aparat¨®logos enviados por el PP desde la sede madrile?a del partido en la calle de G¨¦nova, sin embargo, hab¨ªa algo m¨¢s que a?oranza de sus hogares tras acompa?ar a Alberto N¨²?ez Feij¨®o, en dos semanas, por 40 concellos de los 313 que hay distribuidos por Galicia, muchos con carreteras sinuosas. Ha sido una campa?a f¨ªsicamente dura, estrat¨¦gicamente rara e ideol¨®gicamente extra?a para unas auton¨®micas gallegas, con poco debate sobre los problemas de la sanidad transferida o sobre c¨®mo solventar el vaciado de su poblaci¨®n m¨¢s joven.

La raz¨®n del adelanto. El presidente de la Xunta y candidato del PP, Alfonso Rueda, que estuvo 10 a?os a la sombra de Feij¨®o, se guard¨® hasta Navidades la fecha de las elecciones, que adelant¨® cinco meses sobre el calendario m¨¢ximo oficial con la justificaci¨®n de aclarar el panorama y proporcionar a Galicia estabilidad con los Presupuestos para 2024. De paso, y c¨®mo ¨¦l mismo reconoci¨®, valdr¨ªan para examinar a Pedro S¨¢nchez tras los meses que se vivieron en oto?o de 2023, tras la investidura fracasada de su jefe en el partido y la exitosa, pero convulsa, del l¨ªder socialista. No est¨¢ claro en ninguno de esos sentidos el ¨¦xito de esa operaci¨®n, como le sucedi¨® hace justo dos a?os a su hom¨®logo de Castilla y Le¨®n, Alfonso Fern¨¢ndez Ma?ueco.

La digesti¨®n de los ¡®pellets¡¯. En plena Navidad, cuando Rueda acababa de firmar el anticipo electoral sin apenas sorpresa para nadie y sin capacidad de reacci¨®n para amortiguar la crisis, estall¨® el caso de los millones de pellets que se cayeron del buque Toconao y que inundaron de plastiquitos y miedo a un gran desastre ecol¨®gico las playas de las r¨ªas gallegas. Rueda pas¨® en menos de una semana de intentar minimizar el asunto a culpabilizar al Gobierno de S¨¢nchez sin asumir ninguna responsabilidad. La oposici¨®n aprovech¨® ese desconcierto y la inacci¨®n de la Xunta para avivar a su favor el movimiento Nunca Mais. Los pellets al final no fueron afortunadamente otro Prestige y su grado de afectaci¨®n al delicado ecosistema gallego est¨¢ por determinar, tambi¨¦n electoralmente.

Los debates. El 5 de febrero, al inicio de esta campa?a, la TVG organiz¨® un debate entre los cinco principales aspirantes, el ¨²nico al que acudi¨® Rueda. No lo hizo despu¨¦s ni al organizado por EL PA?S y la Cadena SER ni al celebrado por TVE. La coincidencia general es que el candidato popular no tuvo un buen d¨ªa. Esperaba que quedara en evidencia durante el programa que los otros cuatro cabezas de cartel, de izquierdas y nacionalistas, se enfrentaran entre ellos. No ocurri¨® as¨ª.

El candidato a la fuga. Tras su gris participaci¨®n en el debate, la figura de Rueda, cuestionada por falta de carisma, qued¨® muy opacada. En los siguientes d¨ªas casi todos los oradores de los partidos rivales ironizaron con que era un candidato a la fuga, escondido. Rueda ha concedido 30 entrevistas, ha estado en 60 actos y peregrinado por 10.000 kil¨®metros.

La nacionalizaci¨®n de los mensajes. Desde que Feij¨®o irrumpi¨® el primer d¨ªa en la campa?a, por Pedrafita (Lugo), para complementar con su caravana particular la llegada a los pueblos m¨¢s peque?os, los mensajes pol¨ªticos nacionales se impusieron sobre los problemas y necesidades locales. A Rueda tampoco pareci¨® importarle mucho, aunque intent¨® sin ¨¦xito relacionar la amnist¨ªa de los l¨ªderes catalanes independentistas con la deuda econ¨®mica que esa medida de gracia iba a costarle a cada gallego. BNG y PSdG incidieron as¨ª con motivo y con v¨ªdeos electorales que lo atestiguaron en acusar a Rueda de ser una mera sucursal de Feij¨®o.

El desliz catal¨¢n. En una pulpada con 16 periodistas, en Lugo y en el ecuador de la campa?a, un alto dirigente del PP muy pr¨®ximo al l¨ªder m¨¢ximo cont¨® en fuentes para publicar su plan de reconciliaci¨®n para Catalu?a. Un plan que se diferencia poco, en el fondo, del que est¨¢ aplicando ya Pedro S¨¢nchez con algunas medidas de gracia contra las que el PP se ha manifestado en la calle y ha hecho tremenda oposici¨®n. Nadie en el PP entiende la raz¨®n de esa confesi¨®n. Tampoco se atreven a aventurar su da?o.

Las encuestas y Pont¨®n. Todas las encuestas y rastreos diarios reflejan desde que comenz¨® la campa?a que el PP y el PSdG bajan o se estancan y que el BNG no para de subir. Y que Ana Pont¨®n, su l¨ªder, ¡°est¨¢ de moda¡±, como reconocen varios estrategas. El PP ya solo dirige sus ataques contra ella, su programa de m¨¢ximos separatistas u oculto y sus relaciones con partidos independentistas vascos y catalanes. Pont¨®n ha recorrido 5.188 kil¨®metros y protagonizado 50 actos medi¨¢ticos y 12 m¨ªtines.

El BNG es ETA. En un alarde de simplificaci¨®n, los populares han intentado identificar el BNG con Bildu, su candidato para Europa, Pernardo Barrena, y hasta con ETA. Un fontanero popular sobre el terreno reconoce: ¡°Eso aqu¨ª no funciona, lo que cala es que ella ha prometido retirar a la Guardia Civil de los pueblos¡±. El BNG dice que es otro bulo.

Fondo de armario nacional. PP y PSOE han echado el resto en el despliegue sobre el terreno de sus l¨ªderes nacionales, actuales o precedentes, excepto Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, mal visto hace a?os en Galicia. Los socialistas hasta se han atrevido con el ministro Marlaska.

?La Xunta para qui¨¦n trabaja? La Xunta de Galicia maneja anualmente un presupuesto de unos 13.200 millones, con incidencia en todos los sectores de la autonom¨ªa, tambi¨¦n los medi¨¢ticos. Los informativos de la TVG son criticados por su sesgo favorable al PP. El Gobierno auton¨®mico de Rueda, en plena recta final, ha concedido una ayuda de 550 euros a 7.000 mariscadoras y ayer mismo envi¨® por SMS a los 43.000 trabajadores del Servicio Gallego de Salud (Sergas) el anuncio de que recibir¨¢n en breve las subidas salariales pactadas, que oscilan entre 500 y 888 euros. Sumar lo ha denunciado ante la Junta Electoral.