El ¡®caso Dorado¡¯ siempre vuelve: lo que Feij¨®o nunca ha explicado
El viejo asunto no ha acabado de cerrarse por las contradicciones y los argumentos inveros¨ªmiles del candidato del PP. Y ahora revive en campa?a
Un asunto de hace tres d¨¦cadas revive en campa?a electoral. Lo hizo primero de la mano de Yolanda D¨ªaz, la candidata de Sumar, que hace a?os ya se bati¨® por ¨¦l en Galicia, y m¨¢s tarde se han sumado algunos socialistas. De nuevo las im¨¢genes en el yate del capo Marcial Dorado con un joven Alberto N¨²?ez Feij¨®o posando al tim¨®n en la r¨ªa de Vigo. Desde 2013, el esc¨¢ndalo se ha enterrado y revivido varias veces, casi siempre al albur de las campa?as. El PP hace mucho que lo desde?a como una cuesti¨®n irrelevante, de la que ya nada nuevo se puede decir una d¨¦cada despu¨¦s de que EL PA?S destapase el caso. Pero si los rivales de Feij¨®o a¨²n logran resucitar el asunto con af¨¢n de desgastarlo es tambi¨¦n porque el candidato del PP ha dejado unos cuantos ¡ªy muy relevantes¡ª cabos sueltos nunca aclarados.
De ah¨ª que se suscite una cuesti¨®n que, lejos de anacr¨®nica, reviste plena actualidad: el hombre que en pocas semanas puede convertirse en presidente del Gobierno fue durante una d¨¦cada, mientras ejerc¨ªa importantes cargos p¨²blicos, ¨ªntimo amigo de un delincuente notorio y conocido por todos, el jefe de un clan ilegal de la r¨ªa de Arousa, quien, en esos mismos a?os en que ambos compart¨ªan vacaciones y fiestas navide?as, blanqueaba dinero a espuertas ¡ªel equivalente a 69 millones de euros, seg¨²n sentencia judicial¡ª y sobornaba a agentes de las fuerzas de seguridad. Hasta hoy, no hemos podido escuchar una explicaci¨®n convincente, m¨¢s all¨¢ de contradicciones y argumentos inveros¨ªmiles, sobre un asunto que, por antiguo que nos parezca, afecta a la integridad moral y al respeto a la legalidad del hombre al que las encuestas sit¨²an como favorito para dirigir Espa?a en los pr¨®ximos cuatro a?os. Y frente a los silencios de Feij¨®o, se alzan unos cuantos hechos indiscutibles.
Una foto. Los medios suelen referirse al asunto como ¡°la foto de Feij¨®o con Dorado¡±. ¡°Una coincidencia de un d¨ªa en un barco¡±, rebajan en el PP. Este peri¨®dico ha publicado no una, sino varias im¨¢genes: en la r¨ªa de Vigo, en los Picos de Europa, en Ibiza y en Canarias. Cuando en 2003 los agentes de Aduanas irrumpieron en la casa de Dorado en A Illa de Arousa, se encontraron en el sal¨®n una foto enmarcada en la que estaba Feij¨®o. En la d¨¦cada anterior, el que era n¨²mero dos de la Consejer¨ªa de Sanidad de la Xunta dorm¨ªa a menudo en las casas del capo en Arousa y en la r¨ªa de Vigo. Comparti¨® con ¨¦l varios fines de a?o, uno de ellos en Cascais (Portugal). Y a pesar de todo eso, al saltar el esc¨¢ndalo, Feij¨®o se permiti¨® negar que hubiese mantenido ¡°una amistad ni ancha ni estrecha¡±.
Un pecado juvenil. Feij¨®o y Dorado no eran amigos de infancia ni de juventud, como se ha querido vender en ocasiones. Se conocieron cuando el primero ya rebasaba la treintena y era un alto cargo del Gobierno gallego. Los present¨® un ch¨®fer de la Xunta, testaferro en negocios del capo.
No sab¨ªa qui¨¦n era. Esa es una de las explicaciones m¨¢s inveros¨ªmiles. A comienzos de los a?os noventa, cuando se entabla la amistad, Dorado hab¨ªa ocupado decenas de p¨¢ginas en la prensa gallega e incluso nacional, porque las fuerzas policiales lo se?alaban como el mayor contrabandista de tabaco del pa¨ªs y hab¨ªa pasado una temporada huido en Portugal. En 1990, todos los informativos de Espa?a abrieron con la Operaci¨®n N¨¦cora contra el narcotr¨¢fico, en la que fue detenido Dorado, aunque luego qued¨® libre de cargos. En 1992, lo arrestaron de nuevo por un gran alijo de tabaco. A nadie en las R¨ªas Baixas se le escapaba que era el capo de uno de los clanes delictivos que operaban all¨ª desde los ochenta. Si bien es cierto que hasta 2003 no se prob¨® su relaci¨®n con el narcotr¨¢fico, la polic¨ªa y las madres contra la droga aireaban cada poco en los medios las sospechas de que, como el resto de los contrabandistas de la zona, hubiese dado el salto al comercio de estupefacientes. Feij¨®o intent¨® colar que hab¨ªa roto la relaci¨®n con ¨¦l a finales de los noventa, cuando supuestamente hab¨ªa descubierto a qu¨¦ se dedicaba su amigo. Pero el juez que detuvo a Dorado por narcotr¨¢fico en 2003 revel¨® que los pinchazos telef¨®nicos de esos meses recog¨ªan conversaciones con el actual l¨ªder del PP, entonces presidente de Correos.
Hasta aqu¨ª los hechos que, cierto es, no impidieron que Feij¨®o desarrollase una exitosa carrera en Galicia. Y, para acabar, la pregunta: ?en una democracia no cabe exigir al menos una explicaci¨®n sobre estas cosas al hombre que quiere gobernar el pa¨ªs?
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