Exonerado el polic¨ªa de Vilagarc¨ªa acusado de cobrar 2.000 euros por no tramitar una multa

El jurado popular ha declarado no culpable al agente de Polic¨ªa Local de Vilagarc¨ªa de Arousa (Pontevedra), Marcial D.F., acusado de un delito de cohecho al cobrar supuestamente 2.000 euros en 2013, a cambio de no tramitar una multa de tr¨¢fico a un conductor que hab¨ªa superado los niveles de alcoholemia.

Ahora se espera el fallo de la secci¨®n cuarta de la Audiencia de Pontevedra tras un juicio sin pruebas concluyentes y que ha dejado m¨²ltiples interrogantes, adem¨¢s de los reproches del fiscal hac¨ªa el testigo de cargo en esta causa, sorprendido de que este no recordara si hab¨ªa sido o no sobornado por el agente. Finalmente, al jurado solo le qued¨® claro que hab¨ªa habido un atestado por alcoholemia y que este nunca lleg¨® a entrar en el juzgado.

El acusado hab¨ªa negado con rotundidad durante la vista ser el autor de los hechos que le imputaba la fiscal¨ªa y por los que le ped¨ªa una condena de cuatro a?os y medio de prisi¨®n y nueve de inhabilitaci¨®n. Una causa que comenz¨® con tres imputados, un agente m¨¢s de la Polic¨ªa Local, y que fue desmoron¨¢ndose en los m¨¢s de siete a?os que dur¨® el proceso hasta llegar al juicio. Arranca con una investigaci¨®n de la Polic¨ªa Nacional por presuntas irregularidades en la Polic¨ªa Local de Vilagarc¨ªa tras detectarse fallos en la guardia y custodia de expedientes de tr¨¢fico.

El atestado de esa prueba aparece firmado por el acusado, pero este sostuvo que no lo redact¨® ni tramit¨®, alegando que ¨¦l siempre habla y escribe en gallego y que el documento en cuesti¨®n est¨¢ redactado en castellano. Marcial D.F. explic¨® que ese d¨ªa estaba de guardia con un compa?ero cuando les llamaron para hacer una prueba de alcoholemia y luego llevaron al conductor a las dependencias policiales para repet¨ªrsela. El acusado explic¨® que los atestados se guardaban en una carpeta a la que ten¨ªan acceso todos los polic¨ªas y el personal municipal y que, tras esta investigaci¨®n, a partir de 2013, todo empez¨® a guardarse en una caja fuerte, pero no antes.

Su abogado subray¨® que aquella investigaci¨®n se encontraron cuatro atestados que se hab¨ªan tramitado y que nunca llegaron al juzgado, uno de ellos el firmado por el acusado. En el registro realizado en la taquilla de su cliente y en la carpeta que ¨¦l ten¨ªa en el ordenador de la Comisar¨ªa no apareci¨® nada sospechoso.

La fiscal lleg¨® a reconocer ante el tribunal popular que se encontraba con una ¡°dificultad enorme¡± para argumentar su tesis acusatoria debido a la actitud del testigo principal, el conductor que denunci¨® los hechos. ¡°Ha venido al juicio a mentir descaradamente¡±, dijo. ¡°Este hombre, despu¨¦s de denunciar con todo lujo de detalles y ratificar despu¨¦s en el juzgado de instrucci¨®n su declaraci¨®n, ahora viene aqu¨ª y con la mayor desfachatez del mundo dice que no se acuerda¡±, le recrimin¨® la representante del Ministerio P¨²blico.