El Gobierno busca el fallo ¡°no detectado¡± que derriba como naipes el viaducto de entrada a Galicia en la A-6
El jueves por la tarde se desplom¨® un segundo vano del viaducto de Castro de 45 metros en un accidente ¡°sin precedentes¡± en la ingenier¨ªa civil espa?ola. La estructura estaba cerrada y en obras por la corrosi¨®n de los cables de tensado
Ayer, sobre las 18.45, y en medio de una fuerte tormenta, se desplom¨® un segundo tramo del viaducto de Castro, en el municipio leon¨¦s de Vega de Valcarce, a las puertas de la provincia de Lugo. El primero se hab¨ªa derrumbado el pasado d¨ªa 7, y desde entonces, seg¨²n el director general de Carreteras, Javier Herrero, se busca el ¡°problema hasta ahora no detectado¡± que ha desencadenado este siniestro ¡°sin precedentes¡± en la ingenier¨ªa civil espa?ola. Esta fue una de las ¨²ltimas infraestructuras que completaron la autov¨ªa A-6 a Galicia hace ahora 21 a?os, y uno de los escasos viaductos de grandes dimensiones que se construy¨® con el sistema de dovelas prefabricadas y unidas entre s¨ª por cables de acero pretensados. Hace casi un a?o que el tramo m¨¢s largo de la estructura, el de sentido A Coru?a, que es el que se ha venido abajo, permanec¨ªa cerrado al tr¨¢fico (y sumido en unas obras que han costado 25 millones) por el alto grado de corrosi¨®n del cableado detectado durante una inspecci¨®n habitual. En los trabajos de reposici¨®n de cuatro de los ocho cables que cosen las enormes dovelas y las mantienen unidas sobre pilares que cruzan las monta?as camino de Pedrafita do Cebreiro, el fallo que estos d¨ªas ha causado el desastre no fue identificado y supuestamente nada tiene que ver con la plataforma superior (dovelas y cables) sobre la que actuaba el Grupo Puentes asesorado por dos firmas de ingenier¨ªa.
Tras el segundo derrumbe, las hip¨®tesis de muchos catedr¨¢ticos de ingenier¨ªa que estos d¨ªas pon¨ªan sus ojos en el viaducto de Castro tambi¨¦n han saltado por los aires. Herrero defiende que la actuaci¨®n del Ministerio de Transportes y de las empresas encargadas de la reparaci¨®n ha sido ¡°correcta¡± para las ¡°patolog¨ªas¡± que se hab¨ªan detectado. Pero el vicio oculto en la infraestructura es ¡°un problema adicional que hasta ahora no hab¨ªamos detectado¡±, admiti¨® durante su visita al d¨ªa siguiente del primer desplome. De momento, el responsable pide ¡°prudencia¡± con las teor¨ªas, pero las sospechas de distintos ingenieros consultados por este diario van desde un error en los estudios geol¨®gicos previos a la construcci¨®n del viaducto hasta la necesidad de demoler y replantear desde sus cimientos la maltrecha obra, llevada a cabo por FCC y OCP Construcciones (hoy integrada en ACS) en pleno cambio de siglo. Los dos tramos derrumbados, correspondientes a dos vanos de 45 metros de largo, han dejado en el medio otro fragmento de viaducto sostenido en precario equilibrio sobre pilares inclinados que amenazan con un tercer colapso de un castillo de naipes o de fichas de domin¨®.
A la espera de la visita anunciada para esta tarde de la ministra de Transportes, Raquel S¨¢nchez, el delegado del Gobierno en Galicia, Jos¨¦ Mi?ones, ha reconocido esta ma?ana en A Coru?a que la situaci¨®n estructural del viaducto es ¡°muy inestable¡± y que el segundo derrumbe ha puesto de manifiesto que se trata de un ¡°tema grave¡±. El Bloque Nacionalista Galego, cuyos concejales dieron ayer la voz de alarma en Twitter al encontrarse en la zona cuando se produjo el desplome, ha pedido esta ma?ana ¡°una investigaci¨®n que dirima responsabilidades, incluidas las de las constructoras¡±.
El viaducto de Castro forma parte de uno de los tramos m¨¢s caros de la Autov¨ªa del Noroeste A-6. La fase de construcci¨®n de la entrada a Galicia por Pedrafita, de 53,5 kil¨®metros y en buena parte en paralelo a la secular ruta del Camino Franc¨¦s a Santiago, precis¨®, seg¨²n el informe publicado por el Ministerio de Fomento, de 42 viaductos, siete t¨²neles dobles, cinco pasos superiores y 224 inferiores. Su precio fue de 482 millones de euros y la t¨¦cnica de las dovelas prefabricadas se emple¨® solo en el viaducto de Navia y en el ahora colapsado. El trayecto hacia A Coru?a, el que se est¨¢ precipitando a tramos sobre el valle, tiene una longitud de 585 metros y cuenta con 13 vanos entre pilas de unos 45 metros cada uno. El que va en sentido Madrid mide 315 metros de largo y tiene 10 vanos. La altura m¨¢xima que alcanzan los pilares es de 47 metros, pero los que se tumbaron rondan los 18.
El siniestro ha obligado a desviar el tr¨¢fico, por tiempo indefinido, por la carretera nacional que atraviesa el pueblo de Pedrafita do Cebreiro. El alcalde de esta localidad lucense, el socialista Jos¨¦ Luis Raposo, cree que este accidente demuestra que la construcci¨®n iniciada en 1997 y llevada a cabo en tiempos de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar en la presidencia del Gobierno fue un ¡°desastre¡±. ¡°Posiblemente tenga un defecto de construcci¨®n y una cimentaci¨®n no suficiente¡±, ha apuntado esta ma?ana en declaraciones a Europa Press. ¡°Que les pregunten a quienes lo construyeron¡±, zanja Raposo.
Desde el verano pasado estaba cortado el trayecto en sentido A Coru?a por las obras de reposici¨®n del cableado. El profesor de Hormig¨®n Estructural de la Universidade da Coru?a Manuel Francisco Herrador calcula que los estudios y las obras para construir de nuevo esta obra de ingenier¨ªa pueden durar ¡°un par de a?os¡± y pide a la Administraci¨®n que difunda los resultados de la investigaci¨®n del suceso para ¡°tranquilizar a la gente¡±: ¡°La incertidumbre se cura con informaci¨®n¡±, defiende este experto que recuerda c¨®mo desde la universidad hac¨ªan ¡°excursiones en los a?os 90 para ver las obras¡± de aquellos t¨²neles y viaductos, imprescindibles para la econom¨ªa gallega.
El especialista en hormig¨®n de Caminos, Canales y Puertos en la Universidade da Coru?a asegura que en este momento, y m¨¢s a¨²n tras el segundo derrumbe, no se pueden dar explicaciones sobre lo sucedido. ¡°Me sorprender¨ªa¡± que el tramo que ha quedado en pie en el medio ¡°no caiga tambi¨¦n¡±, comenta, ¡°solo se puede precintar la zona y terminar de demoler para partir de cero¡±. Por su parte, Pedro Merino, catedr¨¢tico de Ingenier¨ªa de los Materiales en la Universidade de Vigo, descarta que el fallo se localice en la plataforma superior que estaba ya bajo la lupa del ministerio por culpa de la corrosi¨®n del cable pretensado. ¡°Este tipo de estructuras¡± con tirantes, cables, barras de acero, ¡°siempre se construyen sobredimensionadas¡±, con un grosor imposible de corromperse en 20 a?os. Ni con el duro clima de la zona ni con los productos y la sal que se arrojan durante los meses de nieve en el firme es posible ¡°un proceso de corrosi¨®n tan acelerado¡±. A falta de datos y estudios, Merino apunta como hip¨®tesis ¡°un fallo geol¨®gico¡± que solo se podr¨¢ confirmar con catas en el terreno. El ingeniero no descarta que el viaducto de Castro ¡°hubiese ca¨ªdo tambi¨¦n, con o sin las obras que se estaban acometiendo, en 10 o 15 a?os¡±: ¡°Afortunadamente ha sido ahora, sin v¨ªctimas, porque la otra posibilidad hubiera sido catastr¨®fica¡±.
Ni el docente de A Coru?a ni el de Vigo consideran poco adecuada la construcci¨®n con dovelas y cables pretensados del viaducto, aunque fuese una t¨¦cnica inusual en esta autov¨ªa. ¡°Todas estas tecnolog¨ªas bien aplicadas funcionan¡±, defiende Herrador; ¡°usar otro sistema¡±, como el hormigonado in situ, ¡°hubiera sido complicado en aquel lugar¡±. ¡°Esta forma es m¨¢s r¨¢pida y es dif¨ªcil hacerlo mal¡±, sigue explicando: ¡°las dovelas se transportan desde una planta de prefabricados, son piezas fabulosas, y algunas tienen unos huecos por los que se enhebran, se cosen entre s¨ª con los cables que se tensan¡± y las mantienen unidas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.