La cara oscura del negocio del Xacobeo: viviendas solo para turistas en Santiago de Compostela
La capital gallega encara el final de dos a?os de celebraciones con residentes y estudiantes que emigran a otros municipios para alquilar piso
Cazar un piso de alquiler de larga duraci¨®n en Santiago de Compostela, una de las principales ciudades universitarias de Espa?a, se ha convertido en misi¨®n cara y casi imposible. La bula vaticana que ha permitido por primera vez en la historia duplicar el A?o Xacobeo deja una capital gallega atestada de turistas y, al mismo tiempo, la eclosi¨®n de un problema contra el que ya se alertaba antes de la pandemia. El casco viejo se ha vaciado de vecinos y los caseros del resto de la urbe que a¨²n no han convertido sus viviendas en tur¨ªsticas encadenan subidas ¡°hist¨®ricas¡±, seg¨²n las inmobiliarias. Pese a que las conexiones de transporte son precarias, trabajadores y estudiantes se ven obligados a emigrar a municipios lim¨ªtrofes porque no encuentran techo o porque sus bolsillos no pueden afrontar tales precios.
El Ayuntamiento, las agencias inmobiliarias y los vecinos se?alan al un¨ªsono a la proliferaci¨®n de pisos de uso tur¨ªstico como la causa del problema y reclaman una mayor regulaci¨®n. Con 96.000 empadronados, Santiago es la ciudad gallega con m¨¢s viviendas de este tipo: son un total de 900 seg¨²n datos del consistorio. Algo m¨¢s de 700 de ellas est¨¢n inscritas en el registro oficial de la Xunta pero solo una treintena cuentan con licencia municipal. El gobierno local ha ganado la batalla legal para poder exigir este permiso a todos estos negocios y ha cerrado ya medio centenar de esa inmensa mayor¨ªa que no lo tiene. Frente a esos 900 inmuebles destinados a alojar turistas, la Asociaci¨®n Galega de Inmobiliarias cifra en unas 130 las casas disponibles para arrendamientos de larga duraci¨®n.
El nuevo plan de ordenaci¨®n urbana de Santiago, en proceso de aprobaci¨®n, introduce limitaciones a estos establecimientos porque, en palabras de la concejala de Urbanismo, la socialista Mercedes Ros¨®n, ¡°est¨¢n destrozando la ciudad¡±. ¡°Para una localidad tan peque?a como Santiago es un problema muy gordo, m¨¢s incluso que para Barcelona o Donosti, porque provoca un mayor nivel de tensi¨®n en un derecho constitucional como es el acceso a la vivienda¡±, explica Ros¨®n. La avalancha de turistas es hist¨®rica y desborda los registros. Si en 2019 se batieron r¨¦cords, la Xunta asegura que este a?o han recogido la compostela un 17% m¨¢s de peregrinos, a los que hay que sumar los muchos que no completan este tr¨¢mite. Sensores instalados en el Camino Franc¨¦s dentro de un proyecto piloto apuntan a que la mitad de los caminantes llegan a Santiago esquivando las estad¨ªsticas porque no pasan a recoger la distinci¨®n.
Una decena de asociaciones de vecinos de la zona hist¨®rica y de otros barrios compostelanos como Vista Alegre, Choupana o San Pedro han firmado un manifiesto de apoyo a las medidas reguladoras que est¨¢ impulsando el Ayuntamiento compostelano para poner coto a los pisos tur¨ªsticos. Coinciden en que ¡°la creciente carest¨ªa [de los alquileres] y el descenso de la oferta provoca la expulsi¨®n de personas que quieren vivir o estudiar en la ciudad¡±, lo que supone un ¡°enorme perjuicio¡± para el futuro de Compostela y ¡°su identidad hist¨®rica como ciudad estudiantil¡±. Seg¨²n el portal Idealista, Santiago es la tercera ciudad gallega con los arrendamientos m¨¢s caros por metro cuadrado despu¨¦s de Vigo y A Coru?a, pero en el ¨²ltimo a?o les ha comido mucho terreno: mientras en la capital gallega las rentas han subido un 7,6%, en la primera de estas otras urbes los precios se han mantenido y en la segunda el incremento ha sido del 5,3%.
La preocupaci¨®n se ha extendido de tal manera que hasta la Universidad de Santiago se ha unido a la Plataforma por la Regulaci¨®n de las Viviendas Tur¨ªsticas de Galicia, creada justo antes de estallar la pandemia por inmobiliarias, hoteleros y colectivos vecinales. ¡°Hay estudiantes y¨¦ndose a Ames, Teo, Padr¨®n o Negreira y en Ames y Teo han tenido que aumentar las frecuencias de los autobuses para que puedan llegar a clase. Los eramus cuando llegan ya no encuentran nada o se quedan en pisos con un umbral de calidad que las agencias no aceptamos¡±, explica Carlos Debasa, presidente de la Asociaci¨®n Galega de Inmobiliarias.
Las inmobiliarias han detectado en el Xacobeo subidas de renta de 100 euros de un a?o para otro. Los inquilinos se ven obligados a renovar los contratos casi sin pens¨¢rselo porque son conscientes de que no van a encontrar alternativa. Debasa llama a ¡°proteger Santiago para que sus habitantes puedan alquilar con precios y calidades razonables¡±: ¡°Estamos a tiempo de corregirlo, pero como sigamos en esta espiral, nos convertiremos en Venecia y ya sabemos c¨®mo acaba eso. Los peregrinos y turistas quieren ver vida aut¨®ctona, quieren conocer la ciudad no un parque de atracciones¡±.
De este clamor se desmarcan los propietarios de viviendas de uso tur¨ªstico. Dulcinea Agu¨ªn niega que Santiago est¨¦ sufriendo una indeseable ¡°turistificaci¨®n¡± y tambi¨¦n que los pisos que se alquilan a visitantes por periodos cortos supongan un problema. ¡°El problema es que la ciudad tiene 9.000 pisos vac¨ªos y lo que se quiere es tapar la nefasta pol¨ªtica de vivienda de Santiago desde hace 30 a?os¡±, sentencia la presidenta de la Asociaci¨®n de Viviendas Tur¨ªsticas de Galicia. Agu¨ªn sostiene que sus negocios ya est¨¢n regulados por un decreto de la Xunta de 2017 y acusa al Ayuntamiento de emprender una ¡°persecuci¨®n¡± con el apoyo ¡°interesado¡± de las agencias inmobiliarias. ¡°Las inmobiliarias pierden negocio porque los servicios que aportaban antes los hacen ya los propietarios gracias a que se han formado y digitalizado¡±, esgrime. El casco hist¨®rico, a?ade, no se ha vaciado de vecinos por culpa del lucrativo negocio de los pisos tur¨ªsticos sino por la falta de servicios como la wifi y las limitaciones ¡°para poner ascensores, reformar viviendas o llegar en coche a la puerta¡±.
La concejala de Urbanismo rechaza estos argumentos. Apunta en primer lugar que, seg¨²n los datos que maneja el Ayuntamiento por el consumo de agua, en la capital gallega hay unas 3.500 viviendas vac¨ªas, no 9.000. La regulaci¨®n de la Xunta a la que alude la portavoz de los propietarios de pisos tur¨ªsticos no es tal, defiende Mercedes Ros¨®n. El decreto de 2017 por el que el Gobierno gallego cre¨® un registro auton¨®mico de estos establecimientos ¡°solo gener¨® confusi¨®n¡±, ya que los tribunales han sentenciado que la inscripci¨®n en este listado no es suficiente para poder abrir un negocio de este tipo, se necesita licencia municipal. ¡°Nosotros no queremos prohibir estos pisos, queremos ordenar y regular¡±, insiste Ros¨®n. Una de las medidas que prepara el Ayuntamiento es permitir que todos los caseros puedan ofrecer sus pisos a turistas un par de meses al a?o, para que as¨ª puedan compaginar esta actividad con el alquiler a estudiantes.
La asociaci¨®n de agencias inmobiliarias asegura haber detectado un ligero incremento de los pisos que se ofrecen en alquiler de larga duraci¨®n desde que, tras varias sentencias a su favor, el Ayuntamiento ha empezado a exigir licencia municipal a las viviendas de uso tur¨ªsticos. Una encuesta entre sus socios calcula que en el ¨²ltimo trimestre vecinos y estudiantes pueden arrendar entre 16 y 21 inmuebles m¨¢s.
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