Una ins¨®lita marea de jacintos de agua llega a Galicia y amenaza r¨ªos y humedales protegidos
Cientos de toneladas de esta especie invasora alcanzan playas gallegas desde Portugal y obligan a la Xunta a vigilar el Mi?o. Los ecologistas exigen m¨¢s medidas contra una plaga que ya es end¨¦mica en el Guadiana
Una marea de jacintos de agua (Eichhornia crassipes), la mayor que se recuerda en Galicia de esta especie invasora incluida entre las 100 m¨¢s peligrosas del mundo por la Uni¨®n Internacional para la Conservaci¨®n de la Naturaleza (UICN), inund¨® hace unas semanas varias playas en una franja de m¨¢s de cien kil¨®metros. Esta densa masa flotante, de cientos de toneladas, fue arrastrada por las corrientes procedente de Portugal. Comenz¨® a tocar tierra a finales de octubre, infiltr¨¢ndose en arenales de la provincia de Pontevedra y A Coru?a, lo que ha puesto en guardia a bi¨®logos y naturalistas que alertan de las ¡°consecuencias catastr¨®ficas¡± si alg¨²n fragmento de la planta que pueda germinar alcanzase r¨ªos y humedales protegidos. Expertos de la Xunta descartan que los jacintos entra?en un peligro para los arenales, pero el Gobierno gallego s¨ª ha activado la vigilancia en el Mi?o y en sus afluentes de la zona baja.
Los primeros c¨²mulos flotantes de esta planta acu¨¢tica de agua dulce, tambi¨¦n conocida como camalote y parecida al nen¨²far, se avistaron en el archipi¨¦lago de las islas C¨ªes ¨Den el Parque Nacional das Illas Atl¨¢nticas¨D y en playas de Vigo, Cangas, O Grove y parte de Sanxenxo. Pero la intensidad de las mareas favoreci¨® la dispersi¨®n de esta oleada. Avanz¨® desde las R¨ªas Baixas hacia el norte y aparecieron c¨²mulos, aunque en menores proporciones, en la costa de Ribeira, A Pobra, Boiro y Porto do Son, en la provincia de A Coru?a.
Una marea m¨¢s peque?a se registr¨® en oto?o de 2011, aunque los expertos cifraron en decenas las toneladas de jacinto de agua que entonces alcanzaron la costa. El crecimiento de esta variedad invasora es muy r¨¢pido y los c¨²mulos llegan a duplicarse en tan solo 12 d¨ªas, tapando la luz solar y reduciendo la concentraci¨®n de ox¨ªgeno. ¡°Este evento es preocupante porque estamos hablando de una especie muy peligrosa y una verdadera amenaza medioambiental, por lo que requiere de un control espec¨ªfico que evite su expansi¨®n antes de que sea demasiado tarde¡±, explica el naturalista Cosme Dami¨¢n Romay, de la Asociaci¨®n para a Defensa Ecol¨®xica de Galicia (Adega), que est¨¢ monitorizando estas migraciones.
El origen de esta ins¨®lita marea de jacintos est¨¢ en el r¨ªo C¨¢vado, en Portugal. Las plantas viajaron durante una semana hacia Galicia a merced de las corrientes. En Europa esta especie solo se ha detectado hasta ahora en Italia, Portugal y Espa?a. En este ¨²ltimo pa¨ªs se descubri¨® por primera vez en 1974, cuando empez¨® a proliferar en humedales y cursos de agua en ¨¢reas de clima c¨¢lido de las provincias de Alicante, C¨¢ceres, Castell¨®n, Valencia y Tarragona. En 2004 se constat¨® su presencia en la cuenca del r¨ªo Guadiana, donde la confederaci¨®n hidrogr¨¢fica lleva a?os tratando de erradicar la especie. Solo se ha conseguido contener su expansi¨®n con costosas inversiones.
Romay cree que las medidas estatales y auton¨®micas para frenar al jacinto de agua no han sido eficaces y asegura que zonas protegidas de Galicia como las lagunas de Cachadas, en Sanxenxo (Pontevedra), o el Rego de Trabe, en Culleredo (A Coru?a), ya est¨¢n en peligro. ¡°Las toneladas de esta planta que est¨¢n llegando a los arenales gallegos son cada vez m¨¢s frecuentes e intensas por las altas las temperaturas de los ¨²ltimos veranos, por lo que sus posibles filtraciones son potencialmente m¨¢s peligrosas¡±, explica el bi¨®logo de Adega.
La Direcci¨®n General de Patrimonio Natural de la Consejer¨ªa de Medio Ambiente de la Xunta resta importancia a las consecuencias de esta ¨²ltima marea de jacintos en las playas, aunque a?ade que s¨ª ha activado una vigilancia para que no entre en el r¨ªo Mi?o o en los afluentes de su zona baja. Este departamento auton¨®mico afirma que lo ocurrido hace unos d¨ªas ¡°es el resultado de los arrastres de ejemplares no viables, consecuencia de la crecida de los r¨ªos y la din¨¢mica de los vientos y del litoral¡±. Los expertos de la consejer¨ªa consultados han indicado que estos c¨²mulos ¡°no tienen la capacidad de sobrevivir o de reproducirse en agua salada, por lo que su dep¨®sito en los arenales no conlleva ning¨²n riesgo para la conservaci¨®n de la biodiversidad, y lo recomendable es dejarlos que se sequen en la arena para evitar que por una manipulaci¨®n o transporte inadecuado se lleven a un h¨¢bitat favorable¡±. Y ha subrayado que, en todo caso, ¡°la limpieza de las playas afectadas es competencia totalmente municipal¡±.
La mayor amenaza est¨¢ en las cuencas hidrogr¨¢ficas, incide Romay, ya que estas plantas pueden llegar a tapizar toda la l¨¢mina de agua impidiendo la fotos¨ªntesis en las capas m¨¢s profundas, afectando a la cadena alimentaria, al desarrollo de los ecosistemas acu¨¢ticos y la supervivencia de los peces. Adem¨¢s, esas elevadas concentraciones de ejemplares impiden la circulaci¨®n de agua y pueden secar r¨ªos y arroyos. ¡°Es imprescindible que la Xunta act¨²e con contundencia con medidas de eliminaci¨®n de las poblaciones detectadas y una revisi¨®n bimestral de todos los puntos negros afectados por esta plaga, adem¨¢s de un control de empresas comercializadoras de plantas y particulares¡±, subraya Romay.
El Departamento de Medio Ambiente admite que est¨¢ haciendo un seguimiento para evitar que la especie pueda entrar en la cuenca del Mi?o. Esta vigilancia, a?ade la Xunta, se enmarca en el sistema de ¡°an¨¢lisis de riesgos¡± que se utiliza para actuar contra las especies ex¨®ticas invasoras.
La entrada indiscriminada de estas plantas para jardiner¨ªa a partir de la d¨¦cada de los a?os noventa oblig¨® al Gobierno central a prohibir su comercializaci¨®n y elaborar un cat¨¢logo de especies invasoras regulado por un real decreto que entr¨® en vigor en agosto de 2013. De forma expresa, la normativa obliga al Estado y a las comunidades aut¨®nomas a realizar un seguimiento de estas especies con potencial invasor y a tomar medidas urgentes ¡°en caso de constatarse la existencia de una amenaza grave para el medio ambiente¡±, as¨ª como para su ¡°seguimiento, control y posible erradicaci¨®n¡±.
Para Adega los controles actuales son pocos para lidiar con el jacinto de agua. En junio de 2019, el Seprona intervino 200 plantas que un vecino de Gondomar (Pontevedra) criaba en su vivienda y vend¨ªa a trav¨¦s de internet. La intervenci¨®n fue posible por la vigilancia que la Guardia Civil realiza en la red. Los agentes comprobaron que el vendedor ten¨ªa un estanque en el jard¨ªn que serv¨ªa de criadero de plantas, la mayor¨ªa de ellas de esta especie invasora.
Los m¨¦todos de eliminaci¨®n del jacinto de agua son escasos y poco eficaces. La retirada manual con palas y excavadoras es el ¨²nico remedio empleado para los casos m¨¢s graves de expansi¨®n, como ocurre en la cuenca del Guadiana, donde la batalla contra la invasora dura ya 15 a?os. El empleo de herbicidas queda descartado en cuencas hidrogr¨¢ficas, regatos y humedales, ya que se eliminar¨ªan otras especies esenciales del ecosistema.
Al principio, esta planta suele presentar un car¨¢cter invasor muy agresivo, ya que coloniza r¨¢pidamente todo el medio que le resulta favorable. No obstante, las poblaciones pueden fluctuar notablemente de un a?o para otro, en funci¨®n del nivel h¨ªdrico (sobre todo en humedales temporales) o de las temperaturas invernales. Su tendencia demogr¨¢fica es muy err¨¢tica, con apariciones a veces localmente masivas y tambi¨¦n con desapariciones repentinas.
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