Una carta al director de hace 20 a?os, la pista para devolver a una familia el rastro de su bisabuelo represaliado
El Comit¨¦ de Memoria de Celanova ten¨ªa un acta de defunci¨®n y un escrito an¨®nimo publicado en EL PA?S en 2004. El autor de la misiva result¨® ser el bisnieto de un jornalero de Toledo encarcelado del que no se hab¨ªa vuelto a tener noticia
S¨¢bado, 11 de septiembre de 2004. En la d¨¦cimoprimera p¨¢gina de EL PA?S, entre una carta al director acerca de Pinochet y una queja de un lector porque el peri¨®dico se ha olvidado de incluir a Andaluc¨ªa en una informaci¨®n sobre el inicio de curso, se publica una misiva titulada V¨ªctimas del Franquismo. Corren los primeros meses del gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, y la persona que escribe lo hace por una de las m¨¢s sonadas decisiones pol¨ªticas del momento: ¡°Leo en EL PA?S de ayer que el Gobierno va a rehabilitar moral y jur¨ªdicamente a las v¨ªctimas del franquismo, ocup¨¢ndose, por fin, de manera oficial de recuperar la memoria hist¨®rica¡±.
¡°Inmediatamente, me asalta el recuerdo de mi bisabuelo materno, Victoriano L¨®pez Garc¨ªa, natural de Guadamur (Toledo), persona buena y sencilla, republicano sin exaltaciones ni violencias, muerto en la c¨¢rcel de Oca?a, creemos que en 1941¡å, continuaba este escrito, hace 20 a?os. ¡°Tuvo la desgracia de poner en pie a una familia que otros se encargaron de aniquilar: su hijo Paulino fue ejecutado en Toledo en 1941, y no se sabe d¨®nde lo enterraron; su hijo Gregorio corri¨® la misma suerte en la misma ciudad un a?o antes, y sigue desaparecido; su hijo Esteban trabaj¨® como preso pol¨ªtico en la construcci¨®n del Valle de los Ca¨ªdos; su hija Remedios se exili¨® a Francia y logr¨® reunirse con su marido, que conoci¨® varios campos de concentraci¨®n en el pa¨ªs vecino; finalmente, su hijo Juan, mi abuelo, estuvo condenado a muerte hasta 1946, fecha en la que abandon¨® la c¨¢rcel, al igual que su mujer, que cri¨® en ella al ¨²ltimo de mis t¨ªos¡±. ¡°Con todo y con ello¡±, conclu¨ªa la carta al director, ¡°yo aprend¨ª muy bien en casa el significado de la palabra ¡®Espa?a¡¯, y hasta que no llegu¨¦ a la escuela no me enter¨¦ de lo que quer¨ªa decir la palabra ¡®rencor¡¯. No s¨¦ explicarlo bien, pero creo que hoy, al menos hoy, hay un poco m¨¢s de justicia¡±.
Hace pocos d¨ªas, en uno de sus habituales rastreos en Google con la esperanza de hallar hilos que lleven hasta las familias de las v¨ªctimas de la represi¨®n franquista en el monasterio de Celanova (Ourense), convertido en prisi¨®n con la guerra, el Comit¨¦ de Memoria Hist¨®rica de la comarca se top¨® con esta carta. Pero un lapsus a la hora de digitalizar el texto ¡ªde tiempos en los que todav¨ªa en la prensa reinaba el papel¡ª hab¨ªa convertido en an¨®nimo un documento fechado en Toledo que, en realidad, ten¨ªa firma. El Comit¨¦ pidi¨® ayuda al peri¨®dico en Galicia. El mensaje corri¨® por varios departamentos y en la hemeroteca, en la redacci¨®n de Madrid, al fin apareci¨® el nombre del autor: el bisnieto de Victoriano L¨®pez Garc¨ªa era Luis Miguel Soto L¨®pez.
Lo m¨¢s f¨¢cil era probar llamando al Ayuntamiento de Guadamur, de 1.802 vecinos. Pod¨ªa hab¨¦rsele perdido el rastro a la familia y no funcionar, pero funcion¨®. A la cadena de buenas voluntades se sum¨®, como ¨²ltimo eslab¨®n, una secretaria municipal, y en pocas horas el due?o de aquellas l¨ªneas tan sentidas, profesor en Toledo, telefone¨® al peri¨®dico, todav¨ªa sin saber para qu¨¦.
¨D?Usted escribi¨® una carta a EL PA?S en 2004 sobre su familia represaliada?
¨DPues s¨ª... pero... ?Fue hace tanto tiempo?
¨DEn la carta contaba que creen que su bisabuelo muri¨® en Oca?a.
¨DEs algo que suponemos.
-Pues el Comit¨¦ de Memoria Hist¨®rica da Comarca de Celanova ha encontrado unos documentos y cree que son de Victoriano, y si es as¨ª su bisabuelo falleci¨® en Galicia, en la c¨¢rcel, de ¡°muerte natural¡± al poco tiempo de llegar. Coinciden el nombre, el lugar de origen, las fechas. Hay bastantes datos que pueden ayudar a saber si es ¨¦l... como el de que era jornalero, de 76 a?os, viudo, padre de siete hijos... Se los vamos a enviar.
¡°Me he quedado fr¨ªo¡±, reconoci¨® Miguel, todav¨ªa sin saber qu¨¦ decir. A las pocas horas, ya con los PDF de los papeles amarillentos en su correo, el bisnieto de Victoriano L¨®pez confirm¨®, emocionado, el parentesco. Su abuelo llevaba enterrado desde el 16 de diciembre de 1941 en el cementerio de San Breixo de Celanova, el mismo lugar en el que fueron inhumadas sin l¨¢pidas identificativas unas 90 v¨ªctimas de la represi¨®n franquista. Hab¨ªa sido trasladado desde Toledo solo mes y medio antes, y seg¨²n consta en el acta, la causa de su muerte, tan lejos de los suyos, en la tarde del d¨ªa 15 en la enfermer¨ªa de prisi¨®n, fue la ¡°senectud¡±. Han pasado m¨¢s de 82 a?os hasta que la familia ha sido notificada de esa defunci¨®n.
¡°S¨¦ que, para descubrir la verdad, tengo que leer entre l¨ªneas¡±, escribe ahora Miguel Soto. Cuando en los papeles dice ¡°reducido a prisi¨®n el 28 de marzo de 1939¡å, en realidad ¡°quiere decir que, horas despu¨¦s de entrar las tropas franquistas al pueblo¡±, situado en la mism¨ªsima frontera de las dos espa?as en lucha, ¡°despu¨¦s de tres a?os de guerra, agarraron a un anciano viudo y lo mandaron de prisi¨®n en prisi¨®n hasta que lo dejaron morir en una enfermer¨ªa¡±. ¡°Que le impusieran una pena de 12 a?os y un d¨ªa de reclusi¨®n menor¡± ¡ªpor un ¡°delito de auxilio a la rebeli¨®n¡±, como consta en el expediente hallado recientemente por el Comit¨¦ de Celanova en el Archivo Hist¨®rico Provincial de Ourense¡ª ¡°quiere decir que no hab¨ªa nada contra ¨¦l, pero estaba donde no ten¨ªa que estar¡±, reflexiona el bisnieto de Victoriano.
¡°Hasta hoy de mi bisabuelo solamente ten¨ªa su firma y los recuerdos transmitidos por mi madre¡±, concluye Miguel Soto, que explica que ella siempre ¡°sol¨ªa esquivar¡± el ¡°tema¡± de la Guerra Civil, ¡°no tanto por miedo cuanto por dolor¡±. Ahora, por el expediente iniciado en Toledo y que viaj¨® a Celanova para quedarse cuando fue trasladado Victoriano a finales del 41, ¡°tengo tambi¨¦n su huella dactilar en un documento infame, una fecha y un pedazo de tierra al que llevar flores¡±. ¡°Me alivia algo que [el Comit¨¦] me haya dicho que hizo el trayecto con dos presos tambi¨¦n del pueblo, as¨ª que algo de consuelo pudieron darse esos d¨ªas, no s¨¦¡±, termina Miguel Soto. Efectivamente, la documentaci¨®n ha permitido comprobar al colectivo memorialista que en el traslado desde Toledo tambi¨¦n viajaron Magdaleno y Mariano S¨¢nchez, guadamure?os que sobrevivieron a aquella prisi¨®n (en dependencias del monasterio fundado por San Rosendo en el siglo IX y la parte que hoy ocupa el instituto) donde cada vez les rebajaban m¨¢s la raci¨®n diaria.
El nombre de Victoriano fue, tras el de Telesforo Garc¨ªa Garrido, otro toledano (de Alca?izo) que muri¨® tambi¨¦n en la enfermer¨ªa de la cadena de Celanova el 7 de septiembre de 1941, el ¨²ltimo incorporado por el Comit¨¦ a una lista (que parte de otra anterior del investigador Domingos Rodr¨ªguez Teijeiro) que hoy suma 88 v¨ªctimas de la represi¨®n en la comarca. Cuando se tuvo noticia de ellos, la pieza de hierro con los nombres que hab¨ªan encargado para colocar en el cementerio (en cuanto el Gobierno complete el tr¨¢mite pendiente para declararlo Lugar de Memoria) ya estaba terminada, pero ¡°quedaba espacio para ellos¡±, explica un miembro del colectivo. De entre todas estas v¨ªctimas, el Comit¨¦, por ahora, solo ha conseguido localizar a una decena de familias.
¡°Un jersey, dos camisas, tres calzoncillos¡±
Ahora hay la esperanza de que la noticia del hallazgo de la familia de Victoriano lleve tambi¨¦n a localizar a la de Telesforo Garc¨ªa. Labrador, casado con Sinforosa Polo y padre de un ni?o de tres a?os cuando ingres¨® en la Prisi¨®n de Burgos el 28 de febrero de 1940, condenado a 30 a?os. Este toledano muri¨® 19 meses despu¨¦s en la misma enfermer¨ªa que Victoriano, pero con solo 27 a?os de edad. El m¨¦dico certific¨® como causa una ¡°endocarditis s¨¦ptica¡±. Seg¨²n figura en su expediente carcelario, dej¨® ¡°un jersey, dos pares de calcetines, dos camisas, tres calzoncillos, un par de zapatos, un pantal¨®n, una toalla, dos pa?uelos y 25 pesetas¡±. Sus pertenencias fueron entregadas a otro preso, Tom¨¢s Ram¨ªrez Zorrilla, vecino de Aldeanueva de Barbarroya, a unos 30 kil¨®metros de Alca?izo, que qued¨® en libertad condicional cuatro d¨ªas despu¨¦s del deceso, para que se las devolviese a la viuda. Telesforo hab¨ªa sido llamado a filas el 27 de julio de 1936, con 22 a?os, y form¨® parte del Quinto Regimiento, seg¨²n los archivos militares. Fue el pen¨²ltimo nombre rescatado del olvido por el Comit¨¦. El ¨²ltimo fue el de Victoriano, que enseguida ha encontrado a su familia.
"Hemorragia interna y externa"
Los nombres de Victoriano y Telesforo aparecieron porque se conservaba la contabilidad de los trabajos de sepultura, pero las fosas no están localizadas, en un cementerio como el de San Breixo, que cambió mucho desde entonces con la construcción de hileras de nichos. El Comité cree que habría más base para trabajar si la parroquia de San Rosendo de Celanova facilitase su libro de registro de enterramientos. Teóricamente, en el cementerio hay huesos de republicanos de Castilla y León, Castilla-La Mancha, Madrid, Andalucía, Extremadura, Aragón, Asturias y distintos municipios gallegos. A finales de 2022 se excavó en una zona concreta para recuperar los restos de siete presos, casi todos asturianos, que habían sido interceptados, como muchos otros, cuando trataban de escapar a Francia en barcos al caer el frente de Asturias en octubre del 37. Acabaron siendo fusilados en Celanova en 1939 por integrantes de la Bandera de Falange de Marruecos, temporalmente a cargo de la prisión, y antes de su sepelio el médico certificó para todos “hemorragia interna y externa”.
Aquella intervención en la fosa —capitaneada por varios expertos en Memoria Democrática como el historiador Lourenzo Fernández Prieto, catedrático de la Universidade de Santiago, y el antropólogo forense del Instituto de Medicina Legal de Galicia Fernando Serrulla— se enmarcaba en el Plan Cuatrienal de Fosas del Gobierno. Además de para extraer ADN de los huesos y entregar a dos familias que lo reclamaron los restos de sus antepasados, sirvió para comprobar que había más enterramientos desconocidos a su alrededor y dio lugar a un libro (Investigación histórica, exhumación y análisis de los restos de la fosa de Celanova) que editó el Ministerio de Memoria Democrática.
Dentro del mismo plan, el equipo designado por la Xunta intervino este mes en el cementerio de O Val, en el municipio coruñés de Narón, donde yacen otros 51 republicanos apresados en barcos (el acorazado 'España', el Contramaestre 'Casado' y el vapor 'Dómine'). Serrulla explica que se trataba de “localizar la fosa”, no de acometer las exhumaciones. Hallaron huesos, un cráneo con marcas de autopsia, una bota militar y una vaina de fusil Mauser de la Guerra Civil. Pero, de nuevo, los trabajos se topan con una profunda reforma del camposanto y con la construcción de edificios de nichos en los años 60 donde se cree, por “muchos datos”, que pueden estar los restos. El antropólogo forense se ha llevado varios huesos recuperados a su laboratorio en el Hospital de Verín (Ourense), en los que espera encontrar signos de violencia. “Tenemos pocas dudas”, comenta, de que es allí, “debajo de los nichos”, “donde está la fosa” de los embarcados
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