Las urgencias ¡°de guerra¡± del hospital de Alcal¨¢

El relato se repite desde hace d¨ªas: pacientes en camillas, en sillas de ruedas y en sillones sea donde sea que se mire. Cualquier recoveco es un espacio aprovechable en las Urgencias del Hospital Pr¨ªncipe de Asturias, en Alcal¨¢ de Henares. Las balas de ox¨ªgeno van y vienen en un recambio que parece interminable, como las prisas y la incertidumbre. Y el silencio. Un silencio raro a veces, ¡°que inquieta¡±, cuenta Rub¨¦n Herrera, enfermero de este servicio: ¡°Como en las pel¨ªculas de guerra antes de que los soldados vayan a salir de la trinchera, esa es la medicina que hacemos ahora en la Urgencia, en el hospital, de guerra¡±. Ya no hablan entre ellos como antes, ni en la cola esperando el reparto de material mientras rezan porque queden mascarillas ni en los descansos porque apenas hay ni siquiera en el ba?o porque pueden pasar turnos enteros sin ir. ¡°Solo piensas en las siete o diez horas que tienes por delante, en que no se colapse la Urgencia y en que haya protecci¨®n para todos¡±.

El hospital de Alcal¨¢ es ¡°una batalla diaria¡±. Lo dice quienes trabajan all¨ª y lo corroboran los datos. Acumula cifras que se acercan, y en algunos casos superan, a las de los grandes centros de Madrid. El 27 de marzo, el Pr¨ªncipe de Asturias ten¨ªa 461 ingresados ¡ª333 positivos, 17 sospechas y 111 neumon¨ªas sin filiar¡ª, La Paz, 803. En sus camas de UCI hab¨ªa 32 pacientes, sin embargo, en el 12 de Octubre, el jueves, 70 [seg¨²n datos a los que ha tenido acceso este diario]. Registra desde el comienzo de la crisis 117 fallecidos, el Cl¨ªnico San Carlos acumulaba 124, tambi¨¦n el jueves. Sin embargo, este hospital al noreste de Madrid, en condiciones normales tiene 507 camas y 1.939 profesionales sanitarios, cualquiera de los otros citados rozan, m¨ªnimo, el doble de plazas; y duplican y hasta triplican su plantilla.

El Hospital Pr¨ªncipe de Asturias tiene 445 profesionales de baja, el 23% de su plantilla

Aunque ya ni el n¨²mero de plazas ni el de personal corresponden a los oficiales, de 2018. Cada d¨ªa alguien se entera de que con quien comparti¨® zona el d¨ªa anterior est¨¢ en aislamiento en casa o ha dado positivo. Este centro tiene 445 profesionales en esa situaci¨®n, el 23% de su plantilla. La situaci¨®n, apunta este enfermero y delegado del sindicato Mats, llega al extremo de que el pasado jueves, nueve alumnos de cuarto de Enfermer¨ªa fueron a firmar un contrato ¡°y salieron corriendo, literalmente. Lo rechazaron¡±. Aunque se ha contratado personal ¡ªno dan datos de cu¨¢ntos¡ª, el ritmo de las bajas es mayor que el refuerzo. ¡°De 80 en enfermer¨ªa hay 30 de baja, y de 21 adjuntos, 13. Llevamos ratios de 27 pacientes por persona, es una locura. Cada vez que salgo de una guardia me voy con mal cuerpo a casa porque no s¨¦ qu¨¦ va a pasar¡±, explica Herrera. Los ¡°pasillos¡±, camas colocadas en sitios en los que habitualmente no las hay, son casi permanentes.

El ¡°destrozo¡± emocional

Una m¨¦dica del centro cuenta que el estado emocional, muchas veces, es peor que el f¨ªsico, ¡°un destrozo¡±. ¡°Lo que m¨¢s duele es no tener opciones, ver llorar a los compa?eros, llorar t¨², porque sabes que no puedes hacer nada m¨¢s que explorar, pedir pruebas, diagnosticar y nada m¨¢s¡±, cuenta. Lleva un par de d¨ªas en casa, por Covid-19, pero antes de su aislamiento ¡°todo hab¨ªa estallado ya¡±. Baja el vol¨²men de la voz al tel¨¦fono cuando cuenta que esos pacientes que hace dos meses hubiesen sido derivados a la UCI, ya no pueden serlo: ¡°Se ponen muy mal, muy mal, en media hora se mueren delante de ti, en tu cara, solo puedes sedarlos y ojal¨¢ no falte la medicaci¨®n para ello porque la gente muere por insuficiencia respiratoria, los pacientes se ahogan, y lo hacen solos¡±.

Todo esto no estar¨ªa pasando as¨ª como lo est¨¢ haciendo sin los recortes y lo privatizaci¨®n

Rub¨¦n Herrera, enfermero de Urgencias

El coronavirus ha engullido todo: el espacio, los recursos y los esfuerzos de este hospital de referencia del Corredor del Henares, donde sus profesionales creen que no se hacen suficientes derivaciones a otros menos colapsados con el gran hospital de campa?a que la Comunidad ha levantado en Ifema o el G¨®mez Ulla. En Alcal¨¢ han pasado de 14 camas de UCI a 29. ¡°Todo esto no estar¨ªa pasando as¨ª como lo est¨¢ haciendo sin los recortes y lo privatizaci¨®n, si no hubiesen recortado 120 camas y echado a 90 personas en 2012 de este hospital, y 2.100 camas menos y 2.200 trabajadores menos en toda la Comunidad¡±, recuerda Herrera.

Ahora, con las bajas que acumulan, los m¨¦dicos residentes est¨¢n asumiendo el triaje de pacientes. ¡°Sin esa ayuda no podr¨ªa salir el trabajo¡±, dice el enfermero, cuyo sindicato puso la primera denuncia contra la Consejer¨ªa el pasado 11 de marzo y acaba de interponer una segunda en el Juzgado de Instrucci¨®n contra la presidenta de la Comunidad, Isabel D¨ªaz Ayuso, el Consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, y otros miembros del Gobierno regional en el ¨¢mbito de la salud por la desprotecci¨®n que sufren los profesionales.

Una biblioteca reconvertida a sala para pacientes

Cuando todo comenz¨®, hace apenas tres semanas, usaban mascarillas quir¨²rgicas para tratar a pacientes positivos, no hab¨ªa un protocolo claro ni instrucciones estrictas. La perspectiva y el conocimiento sobre el virus no era el de hoy. Hoy, con una capacidad de 78 camas en la Urgencia, los pacientes no bajan de 200 y ha habido picos que han superado los 300. Todo est¨¢ abarrotado. El servicio de traumatolog¨ªa; la biblioteca, cubierta de pl¨¢stico, est¨¢ preparada para hasta 20 pacientes; el gimnasio de rehabilitaci¨®n e incluso la urgencia de pediatr¨ªa, en la que pueden caber 20 ni?os, y que ahora suele acoger a 40 adultos.

Mi mayor impotencia es la de no poder estar con mis compa?eros, est¨¢n viviendo una guerra sin armas, viviendo de donaciones

Enfermera de Urgencias de baja por Covid-19

Otra enfermera de las Urgencias, en casa durante los ¨²ltimos diez d¨ªas por positivo en coronavirus, vive pendiente del grupo de WhatsApp del hospital mientras pasa los d¨ªas comiendo separada de su marido y sus tres hijos, durmiendo en el sal¨®n en un colch¨®n y sin quitarse la mascarilla: ¡°Mi mayor impotencia es la de no poder estar con mis compa?eros, est¨¢n viviendo una guerra sin armas, viviendo de donaciones¡±.

Cuenta que este viernes una empresa les llev¨® gafas, protectores de pantalla y batas; otra, 500 pares de guantes; que un ciudadano ha hecho un crowdfunding para recaudar dinero y ha conseguido 15.000 euros para material que, espera, ¡°no confisquen¡±; que se est¨¢n fabricando lo que pueden con m¨¢scaras de buceo del Decathlon; que M¨¦dicos sin Fronteras ha instalado uno de sus hospitales de campa?a cerca del hospital; y, sobre todo, que el apoyo y la voluntad de la gente ¡°son inmensas¡±, pero que se sienten ¡°dolidos, frustrados y enfadados¡± porque a pesar de la situaci¨®n, el refuerzo humano y material no llega por parte de la Consejer¨ªa ni el Ministerio.

V¨ªdeo: Hospital Pr¨ªncipe de Asturias

Viven con el p¨¢nico a ser vectores, a propagar el virus. La sensaci¨®n de estar desprotegidos asegura que es ¡°inmensa¡± y ¡°brutal¡±. Por los pacientes y por aquellos que dejan en casa. Ella tiene inquietud porque le den el alta y porque no se la den. Pero en esa balanza puede el s¨ª y cuando lo cuenta pide perd¨®n porque comienza a llorar: ¡°Quiero volver para ayudar a la m¨¢xima gente que pueda, porque s¨¦ que llega lo peor. Pero queremos trabajar sin miedo. Sin volver a casa envuelta en bolsas de basura, quit¨¢rmelas en la puerta, meter dentro las zapatillas, meter la ropa en la lavadora y subir corriendo a ducharme y frotar hasta quedarme sin piel¡±.

Informaci¨®n sobre el coronavirus

- Aqu¨ª puede seguir la ¨²ltima hora sobre la evoluci¨®n de la pandemia

- El mapa del coronavirus: as¨ª crecen los casos d¨ªa a d¨ªa y pa¨ªs por pa¨ªs

- Preguntas y respuestas sobre el coronavirus

- Gu¨ªa de actuaci¨®n ante la enfermedad

- En caso de tener s¨ªntomas, estos son los tel¨¦fonos que se han habilitado en cada comunidad

- Pincha aqu¨ª para suscribirte a la newsletter diaria sobre la pandemia