La Rey Juan Carlos abre una investigaci¨®n por un presunto acoso de un profesor a varias alumnas: ¡°Me gustas de todas las formas posibles¡±

La universidad p¨²blica Rey Juan Carlos de Madrid ha abierto un expediente contra un profesor del grado de Periodismo y Comunicaci¨®n Audiovisual por acosar, supuestamente, a varias alumnas en los ¨²ltimos a?os. Este peri¨®dico ha recogido hasta cuatro testimonios de estudiantes de distintos cursos y sin relaci¨®n entre s¨ª. La universidad abri¨® una investigaci¨®n al tutor el pasado mes de octubre, que todav¨ªa no ha concluido. El centro apart¨® al profesor tras iniciar la apertura del expediente, pero ¨¦l ya se hab¨ªa dado de baja un mes antes. El esc¨¢ndalo ha salido a la luz tras la publicaci¨®n de varios testimonios de alumnas en un perfil de Twitter e Instagram de estudiantes de la universidad.

La mayor¨ªa de las estudiantes consultadas prefieren que su nombre no aparezca. Andrea Fern¨¢ndez, de 23 a?os, s¨ª. Ella recibi¨® un correo y varios mensajes de WhatsApp durante varios d¨ªas el pasado septiembre. ¡°No quiero que este se?or vuelva a dar clase en su vida¡±, cuenta ahora por tel¨¦fono. El profesor lleva en la Rey Juan Carlos m¨¢s de 14 a?os con un contrato de visitante, renovado a?o tras a?o.

La alumna Fern¨¢ndez muestra un mensaje de WhatsApp del profesor a las 10.13 del pasado 28 de septiembre: ¡°Hola, te aviso por aqu¨ª de que te he enviado un correo a tu gmail para darte las gracias (con algunas notas de seriedad y muchas pat¨¦ticas tonter¨ªas). Bsss. Soy el profe de barba¡±. El correo, de m¨¢s de 700 palabras, arrancaba as¨ª: ¡°Podr¨ªa decir que me gustas mucho, de todas las formas posibles, incluida la que tiene que ver con el erotismo ¡°las cosas sesuales¡­arrrr¡± (¡­) estoy harto de fracasar con amores imposibles (¡­) Ojal¨¢ fuese el principio de una buena amistad (a falta de pan¡­jejej). Este mensaje es para tu coraz¨®n, esc¨®ndelo, gu¨¢rdalo, dentro y sabor¨¦alo como un secreto, espero, hermoso. Solo para tus ojos (¡­) Con todo mi cari?o y amistad, y una lluvia de besos escritos y plat¨®nicos (que nunca podr¨¦ darte en la vida real)¡±.

Al d¨ªa siguiente recibi¨® otro mensaje de WhatsApp pasadas las once y media de la noche: ¡°Aylofyu¡±. Y otro a las 16.21 del d¨ªa siguiente: ¡°No sabes c¨®mo lamento no ser joven (emoticono de triste). Ma?ana y pasado estar¨¦ solo. Psiquiatra, el martes. Mi¨¦rcoles, dormir. Mi esposa se va dos d¨ªas de vacaciones porque yo ya no le doy lo que quiere. (¡­) Yo lo que quiero es que me quieran, nada m¨¢s. (¡­) Tengo una hija como t¨², pero ella no me pregunta esas cosas. Me quiere y me trata con cari?o, pero es mi hija, y muchas cosas est¨¢n escondidas en esa relaci¨®n padre-hija. (¡­) No quiero ser un viejo rijoso y verde, porque no lo soy, pero me temo que, sin remedio, terminar¨¦ pareci¨¦ndolo. Te pido perd¨®n por ser sincero y, quiz¨¢s, abusar de tu confianza. No te sientas avergonzada, yo me comportar¨¦ noblemente y te tratar¨¦ como a una amiga y buena persona (aparte de guap¨ªsima y sexy, pero yo creo que somos mayorcitos para entenderlo todo. Noto ALGO entre t¨² y yo (al menos, de m¨ª hacia ti). Si me tengo que afeitar la barba para gustarte, d¨ªmelo, que yo por ti, lo que sea¡±. Andrea no contest¨® a ninguno.

Otra estudiante cuenta que a principios del curso pasado el tutor se qued¨® hablando con varios alumnos en los alrededores del campus. ¡°Sali¨® el tema de la edad. ?l dijo que ten¨ªa 60 y yo le dije que aparentaba 32¡±. ?l contest¨®: ¡°Yo te echo 32¡­ polvos¡±. ¡°Hubo un silencio inc¨®modo en el grupo. No supimos reaccionar¡±. D¨ªas despu¨¦s, la abord¨® en un pasillo de la facultad: ¡°Aprovecho ahora que no est¨¢s con tu novio¡±. Ella se qued¨® paralizada. ¡°Ahora me arrepiento de no haberle denunciado¡±.

Amanda (nombre ficticio para preservar su intimidad) coincidi¨® con ¨¦l en el curso 2017-2018. Dice que una vez en clase el tutor puso la pel¨ªcula Psicosis. Al terminar, se abri¨® un coloquio y se dirigi¨® hacia su pupitre: ¡°?Y t¨², qu¨¦ opinas, que no hablas mucho?¡±. Ella le contest¨®: ¡°Me parece un poco t¨®xica¡±. El profesor, siempre seg¨²n su versi¨®n, entr¨® en c¨®lera y empez¨® a gritar delante de sus compa?eros: ¡°T¨², feminazi, ?qu¨¦ te crees? Os cre¨¦is que no se os puede decir nada, ?verdad? Como t¨² eres fea y no ligas, te da envidia que no te digan nada¡±. Amanda habl¨® con sus padres. Al d¨ªa siguiente se acerc¨® a ¨¦l y le dijo: ¡°Te voy a denunciar. Me pareces deplorable¡±. ?l se ech¨® a llorar y le dijo que sufr¨ªa depresiones. ¡°Empez¨® a decirme que era amigo del rector, que me iban a echar de la universidad. Que sab¨ªa d¨®nde viv¨ªa¡±. Despu¨¦s, el profesor se arrepinti¨® y escribi¨® una carta a los padres de la alumna pidi¨¦ndole disculpas por su comportamiento. Ella se cambi¨® de campus. ¡°No quer¨ªa volver a verlo nunca¡±.

Andrea, la alumna que prefiere que su caso salga a la luz con nombre y apellidos, cuenta que las clases de este tutor eran din¨¢micas y participativas. Que un d¨ªa les dijo a los alumnos que lo mejor para el transcurso de la asignatura era crear un grupo de WhatsApp. Los alumnos aceptaron. ¡°De ah¨ª sac¨® mi n¨²mero y el de mis compa?eras¡±. Otra ma?ana, al salir de clase, convers¨® con una amiga en la puerta de clase. Las dos se marchaban a tomar algo a un bar cercano. ?l, que estaba escuchando la conversaci¨®n, les pidi¨® unirse. ¡°Nos quedamos a cuadros, ?qu¨¦ ¨ªbamos a decirle?¡±. Al llegar al bar estaban dos amigos en una mesa. ¡°?Son vuestros novios?¡±, inquiri¨® el tutor. ¡°Monopoliz¨® la conversaci¨®n. Nos empez¨® a decir que iba al psiquiatra, que estaba muy mal con su mujer, que ten¨ªa un amor prohibido. Empezamos a ver que no era muy coherente¡±.

Al rato, recibi¨® aquel correo electr¨®nico en el buz¨®n. Ella se lo dijo a sus amigos. ¡°Me dijeron que era porque yo era muy simp¨¢tica, pero yo no le he dado pie a nada, por favor. Me sent¨ª supermal¡±. Despu¨¦s, lo habl¨® con sus padres, que le recomendaron que lo mejor era ¡°dejarlo pasar¡±.

¡°Pero ten¨ªa algo dentro¡±, cuenta. D¨ªas despu¨¦s, se lo cont¨® a una profesora al salir de clase. En el aula hab¨ªa otra alumna que estaba recogiendo sus cosas. ¡°Perd¨®n que me meta, ?est¨¢is hablando del profesor¡­? Es que a m¨ª me est¨¢ mandando mensajes tambi¨¦n¡±, dijo la joven. La tutora les dijo que lo mejor era que hablaran con el delegado de la titulaci¨®n de Comunicaci¨®n, Fabio Mart¨ªnez.

Siempre hab¨ªa escuchado rumores de este tutor, pero nunca hab¨ªa recibido una queja formal

Fabio Mart¨ªnez, delegado de la titulaci¨®n de Comunicaci¨®n en la Rey Juan Carlos

¡°Siempre hab¨ªa escuchado rumores de este tutor, pero nunca hab¨ªa recibido una queja formal¡±, cuenta Mart¨ªnez, que r¨¢pidamente envi¨® un mensaje al decano de la facultad, Miguel Ba?os. El 30 de septiembre el profesor se entera de que van a iniciar una investigaci¨®n contra ¨¦l. Al d¨ªa siguiente no acudi¨® a las clases. Est¨¢ de baja desde entonces.

La versi¨®n de la URJC es la siguiente. Tras conocer los hechos, el 31 de octubre de 2019 se inici¨® la apertura de un expediente por un supuesto acoso. El 28 de febrero, cuatro meses despu¨¦s, la universidad le dice al profesor que presente las ¨²ltimas alegaciones. Durante este tiempo se decret¨® el estado de alarma y el profesor no ha acudido. ¡°A¨²n le quedan 24 horas para recogerlo, que ser¨¢ cuando se levante el decreto¡±, indica un portavoz de la Rey Juan Carlos.

El pasado jueves el rector Javier Ramos explic¨® durante una hora el asunto a los 21 directores de los distintos departamentos. La mayor¨ªa desconoc¨ªa el presunto caso de acoso, seg¨²n varios de los que estuvieron presentes. El rector, seg¨²n las mismas fuentes, conden¨® los hechos y alert¨® a los presentes de que iba a salir en EL PA?S.

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