Foodtropia, la cuenta de Instagram para disfrutones, vagos y ¡®gourmets¡¯

Las patatas al horno con especias, crujientes por fuera y blanditas por dentro. Los garbanzos salteados, que no guisados, a los que la salsa de un yogur con una cucharada de curry va de miedo. La crema pintona de lombarda, manzana y almendras, a la que no hay filtro que se le resista. Y las cookies. Ay, las cookies. Las cookies con avena y trocitos de chocolate, que las hacen hasta los m¨¢s torpes en media hora y con seis ingredientes facil¨ªsimos. Y que es el hit de Foodtropia: m¨¢s 460.000 reproducciones en su perfil.

Todas esas, y otras 200 m¨¢s, son las recetas que Paola Freire G¨®mez-Chao, de 30 a?os, empez¨® a colgar en febrero de 2018 en un perfil de Instagram para el que a su marido se le ocurri¨® el nombre de Foodtropia. Sonaba bien. Y sabe mejor. La primera receta de Freire, una crema de mejillones y langostinos, tiene menos de 170 Me gusta. La ¨²ltima, un tabul¨¦ de quinoa con melocot¨®n, 2.200. Entre ambas ha pasado un a?o y medio, una pandemia y un cambio de vida.

Freire, hasta hace un a?o, era abogada procesal. Estudi¨® derecho en ICADE y se pasaba la vida en juicios o en el despacho, con las obligadas dos horas para comer. Ah¨ª empez¨® a trastear. Y a ver que le gustaba. Una de sus hermanas le dijo que se animara a crear una cuenta. ¡°?Qu¨¦ va, no la voy a usar!', le dije. Y luego pens¨¦: si lo hago, lo hago bien", relata en videoconferencia. ¡°Luego coincidi¨® con un par¨®n profesional, nos fuimos a vivir a Londres por el trabajo de mi marido. Hab¨ªa dejado en pausa mi trabajo, aunque ten¨ªa la opci¨®n de volver. Como solo eran seis meses, all¨ª me apunt¨¦ a varios cursos de cocina y estuve d¨¢ndole mucha ca?a a Foodtropia. Me gustaba, me enganchaba y me motivaba¡±.

Volvi¨® a Madrid. Pero no a la abogac¨ªa. ¡°Decid¨ª apuntarme a la escuela Le Cordon Bleu¡±, cuenta, donde desde octubre se est¨¢ sacando el llamado Grand Diplome, ¡°de cocina francesa y pasteler¨ªa. Entre seis y nueve horas al d¨ªa estoy en la escuela¡±. Pero lleg¨® la pandemia y todo par¨®. Y la cuenta de Foodtropia ocup¨® su tiempo y sus esfuerzos. Se vieron recompensados: el perfil ha pasado de 35.000 a m¨¢s de 150.000 seguidores.

El truco ¡ªadem¨¢s del empuj¨®n de alguna influencer como Mar¨ªa Fern¨¢ndez Rub¨ªes o Laura Escanes, que se han aficionado a sus recetas¡ª es un contenido sencillo: en una sola publicaci¨®n, la foto del plato, otra imagen con los ingredientes y luego media docena de v¨ªdeos cortos con los pasos. Muchas de ellas, adem¨¢s, con ingredientes de estar por casa. La mayor¨ªa son platos sencillos, con garbanzos, berenjenas, espaguetis, salm¨®n, esp¨¢rragos, pl¨¢tanos... pero con un toque diferente, original, apetecible. Y tan bien explicado que lo hace f¨¢cil, muy f¨¢cil.

¡°Despu¨¦s de la cuarentena la cuenta ha crecido much¨ªsimo. Estoy muy contenta, porque ese esfuerzo y trabajo anterior se han visto¡±, explica sonriente, aunque tambi¨¦n desgrana que detr¨¢s hay mucho trabajo, ensayo y error, horas de montaje de los v¨ªdeos... e ingentes cantidades de comida. ¡°Me pasa m¨¢s con lo dulce, que cuando intento innovar, como la pasteler¨ªa es m¨¢s matem¨¢tica, acabo repartiendo entre amigos. En los paseos de las ocho les llevaba tuppers de cosas", confiesa. Adem¨¢s, su marido, Santiago "es el catador oficial y el que dice los cl¨¢sicos ¡°yo no s¨¦ si publicar¨ªa eso...¡±. Hace cosas que le gustan, le apetecen y le funcionan. ¡°Solo publico las cosas que est¨¦n realmente ricas, no porque est¨¦n de moda. Prob¨¦ con tortitas con t¨¦ matcha... y no me encantaban¡±. No las encontrar¨¢n, al menos por ahora, en su perfil.

Le quedan un par de meses para acabar su curso y dar nuevos pasos. Lo que m¨¢s le gusta, adem¨¢s de cocinar, es ense?ar; de hecho, ya ha impartido talleres online en cuarentena. No se plantea montar un restaurante cuando acabe, sino m¨¢s bien encontrar un local en Madrid. ¡°La idea es hacer cursos de cocina para grupos y combinarlos con catering puntual. Hay un mont¨®n de l¨ªneas de negocio abiertas. Bueno, y hay que llenarlo, la gente tiene que venir. Pero est¨¢ la suerte de haber tenido este empuj¨®n en la cuarentena¡±, reconoce. Eso s¨ª: no pretende vivir del perfil de Instagram ¡ªdonde ha logrado colaboraciones con algunas marcas de menaje, electrodom¨¦sticos o alimentaci¨®n¡ª, sino que sea un escaparate. ¡°Yo no salgo nunca, la gente me dice que me tienen que ver, pero el formato funciona sin que yo aparezca. A veces me da un poco de cosa... No busco en absoluto ser influencer".

En su familia, gallega, hay una madre gran cocinera y dos abuelas superlativas; una de ellas, incluso, tuvo una columna con recetas en un diario local. Pero nadie a nivel profesional. A¨²n as¨ª, ha tenido mucho apoyo por su parte para dar el salto de cambiar la abogac¨ªa por los fogones. ¡°Mi familia ve¨ªa que es algo con lo que ten¨ªa pasi¨®n. Se lo tomaron bien y eso tambi¨¦n pesa a la hora de tomar la decisi¨®n. Y el Derecho siempre va a estar ah¨ª. He ejercido, he ido a juicios, he tenido clientes. Como dice mi marido, si no sale bien, comeremos mejor toda la vida¡±. Ella y los 150.000 que est¨¢n esperando a golpe de clic la siguiente receta.