La rebeli¨®n contra el hospital de una directora de residencia: ¡°Esto es sentenciar de muerte a la gente y no lo pienso permitir¡±
Lidia S¨¢nchez envi¨® el 9 de abril al centro de Alcorc¨®n un escrito de desobediencia ¡°por obligaci¨®n ¨¦tica¡±, tras semanas viendo morir a mayores sin atenci¨®n m¨¦dica
Antes de plantarle cara al hospital, la directora Lidia S¨¢nchez llevaba semanas viendo morir a decenas de residentes a los que conoc¨ªa desde hac¨ªa a?os. Lo cont¨® en correos que enviaba a las familias de la residencia Amavir Alcorc¨®n a principios de abril y que se leen como el parte de una guerra. El centro hab¨ªa quedado a merced del virus y como otros hogares de mayores de la Comunidad de Madrid sufri¨® durante d¨ªas el bloqueo de las derivaciones a su hospital de referencia, en este caso el Hospital Universitario Fundaci¨®n de Alcorc¨®n (HUFA).
El email de su insubordinaci¨®n, del jueves 9 de abril, est¨¢ cargado de rabia y desesperaci¨®n. Se hab¨ªa enterado de que las Urgencias hab¨ªan quedado casi vac¨ªas, pero le acababan de comunicar que la soluci¨®n para una residente enferma era tranquilizarla con medicaci¨®n, sujetarle las manos para ponerle ox¨ªgeno y alimentarla a base de pastillas. Era demasiado para alguien que llevaba d¨ªas llamando personalmente a hijos y nietos para darles las peores noticias.
S¨¢nchez lanz¨® un ultim¨¢tum. O mandaban ambulancias para recoger a sus residentes, o no le quedar¨ªa otro remedio que pedir a las familias que fueran a recoger a sus abuelos en coche para llevarlos ellos mismos a Urgencias. A los familiares les explic¨® que era ¡°su obligaci¨®n ¨¦tica¡± y les adjunt¨® el mensaje que hab¨ªa enviado al hospital y que ha sido remitido a este peri¨®dico por el yerno de un residente.
"Buenas tardes:
Llevo semanas viendo c¨®mo los residentes mor¨ªan en nuestro centro sin atenci¨®n hospitalaria, sin los medicamentos espec¨ªficos para coronavirus porque hab¨ªa desabastecimiento. Sin derivaciones hospitalarias porque los hospitales estaban colapsados.
Entiendo la situaci¨®n en ese momento pero ahora NO, no la entiendo ni pienso quedarme viendo c¨®mo tengo residentes con positivos, gente todav¨ªa sin prueba y con sintomatolog¨ªa respiratoria, que voy a seguir viendo morir.
Me niego, lo siento, viendo c¨®mo las urgencias del HUFA est¨¢n vac¨ªas y camas suficientes para atender a personas, y lo que yo tengo aqu¨ª son personas, mayores pero personas, y no se merecen morir en una residencia sin la atenci¨®n que se merecen, ya no hay nada que justifique que cada una de las personas que siguen aqu¨ª reciban la atenci¨®n que necesita.
Si no se toman medidas YA, voy a tomar otras medidas, si tengo que llamar a las familias para que vengan en sus coches y cojan a su familiar y se presenten en el hospital lo voy a hacer.
Os voy a pasar un listado de personas que deben en este momento recibir atenci¨®n hospitalaria, si en un tiempo razonable a lo largo del d¨ªa de hoy no vienen ambulancias a buscar a mis residentes empiezo a llamar familias.
No me parece bien que el hospital me diga que suba dosis de tranquilizante y sujete para poner un ox¨ªgeno, me den un tratamiento en pastillas para gente que no come, esto es sentenciar de muerte a la gente y no lo pienso permitir. No es normal que exista tratamiento intravenoso y nos den pastillas, con gente con disfagia, que no come... sabiendo que ese tratamiento es tirado porque es imposible darlo.
Os voy a dar un listado de todos aquellos precisan atenci¨®n hospitalaria en este momento".
Era el aviso de hartazgo de una persona que es descrita como muy comprometida por sus conocidos. S¨¢nchez lleva 11 a?os trabajando en la residencia del grupo Amavir en el municipio del sur de Madrid. El primer mes de la pandemia, el m¨¢s duro, lo pas¨® trabajando con su equipo 12 horas al d¨ªa para proteger a los 177 mayores, sin apenas recursos o ayuda externa. Un domingo, le toc¨® comprar 300 mascarillas por 585 euros en una farmacia de Alcorc¨®n, seg¨²n cont¨® al peri¨®dico digital Alcorconhoy.com. ¡°Cuando sal¨ª me puse a llorar, me temblaban las piernas¡±, relat¨® el 19 de marzo, cuando el virus a¨²n no hab¨ªa matado a nadie en su centro.
La lucha por conseguir equipos de protecci¨®n (EPI) o test de diagn¨®stico devino luego en la impotencia por el abandono por parte del hospital. La Comunidad de Madrid dise?¨® una pol¨ªtica denunciada por discriminatoria seg¨²n la cual fue excluida de atenci¨®n hospitalaria buena parte de la poblaci¨®n de las residencias. De este modo quer¨ªan evitar el colapso hospitalario. A cambio, la Comunidad prometi¨® potenciar la atenci¨®n de los mayores en los geri¨¢tricos, mediante la ¡°medicalizaci¨®n¡± de las residencias. Pero los correos de S¨¢nchez son una prueba m¨¢s de que ese refuerzo no lleg¨®. En uno del 7 de abril se refiere a un intento de medicalizaci¨®n, pero no por parte de la Comunidad, sino de las autoridades locales.
¡°Desde el Ayuntamiento de Alcorc¨®n, junto con el Cuerpo de Bomberos Alcorc¨®n est¨¢n tratando de medicalizar las residencias, hasta el momento sin resultado¡±, escribi¨®. ¡°Seguimos con el mismo af¨¢n y fin desde el principio, que es tratar de pasar esta pandemia con los menores da?os, pero seguimos sintiendo nuestras manos atadas, con poca respuesta por las autoridades¡±.
Se supon¨ªa que la Comunidad iba a suplir las derivaciones al hospital con la atenci¨®n m¨¦dica en los propios geri¨¢tricos, pero los cr¨ªticos creen que era una cortina de humo. Ni el Gobierno regional puso medios ni era factible en medio del caos transformar estos centros en suced¨¢neos de hospitales. Las residencias se convirtieron as¨ª en una trampa mortal.
El Ayuntamiento de Alcorc¨®n pidi¨® auxilio al consejero de Sanidad madrile?o, Enrique Ruiz Escudero, para la residencia de Amavir y otras tres del municipio, Sanitas, Campod¨®n y la p¨²blica de la Comunidad de Madrid. Lo hizo en cuatro cartas fechadas el 3, 5 y 6 de abril, que han sido puestas en manos del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) y que han podido ser vistas por este peri¨®dico.
El s¨¢bado 4 a las ocho de la tarde fue S¨¢nchez quien se encarg¨® de llamar a la hija de Galo Garc¨ªa, Ester, para decirle que su padre se estaba apagando. Galo, un maestro jubilado de 75 a?os, llevaba seis d¨ªas luchando en la residencia contra la covid-19. ¡°Ester no tengo buenas noticias¡±, le dijo. La hija, enfermera en el hospital de Alcorc¨®n, le pregunt¨® si hab¨ªa posibilidad de traslado, pero por su trabajo sab¨ªa la respuesta mejor que cualquier otro familiar. La ¨²nica opci¨®n que quedaba eran los cuidados paliativos. Su padre ni siquiera era un gran dependiente, uno de los perfiles excluidos por los protocolos. Ten¨ªa alzh¨¦imer moderado pero caminaba, se aseaba y com¨ªa solo. Galo muri¨® el d¨ªa 6 poco antes del amanecer.
¡°Mi padre no tuvo derecho a nada, ni a ser diagnosticado, ni a ser tratado, ni a morir dignamente¡±, dice Ester que no culpa ni a la residencia ni al hospital. ¡°Esto ha sido una guerra con muchas v¨ªctimas, pero ha habido alguien que ha cribado, t¨² s¨ª, t¨² no...¡±.
El correo de protesta de la directora S¨¢nchez del 9 de abril surti¨® efecto. A la ma?ana siguiente le escrib¨ªa de nuevo a las familias: ¡°Quer¨ªa que supierais que esta misma ma?ana ha venido la geriatra del Hospital Universitario Fundaci¨®n de Alcorc¨®n personalmente al centro para ver la situaci¨®n actual de los residentes que tienen en estos momentos problemas de salud. Que ayer ya hubo derivaciones y hoy por la ma?ana. Las personas que puedan seguir aqu¨ª bien el tratamiento, lo seguir¨¢n recibiendo en el centro, si en alg¨²n momento observamos la imposibilidad ser¨¢n derivados al hospital¡±.
Alrededor de la mitad de abril, cuando los hospitales madrile?os se desatascan, comienzan las admisiones de los mayores que hab¨ªan sido relegados. Los enfermos de Amavir Alcorc¨®n pudieron quiz¨¢s ganar unos d¨ªas gracias al ultim¨¢tum de la directora. Seg¨²n los correos de la directora, el hospital hab¨ªa abierto t¨ªmidamente el tap¨®n el fin de semana del 3 y 4 de abril. Una portavoz del hospital dice que entre el 31 de marzo y el 9 de abril las ambulancias trasladaron desde Amavir a 12 residentes. A instancias del Ayuntamiento, el TSJM orden¨® a la Comunidad de Madrid el 21 de abril que reforzara con car¨¢cter urgente la atenci¨®n m¨¦dica en la residencia. Son medidas que llegaron demasiado tarde para muchos.
S¨¢nchez y el grupo Amavir han declinado hacer comentarios para este reportaje porque se trata de un asunto sensible. Familiares de esta y otras decenas de residencias de Madrid se han querellado contra la Comunidad de Madrid y el asunto est¨¢ en manos del Tribunal Supremo.
Los familiares dicen que la directora hablaba por ellos cuando expres¨® esa ¡°descarga de impotencia brutal¡±. Jos¨¦ Mar¨ªa Gil, que tiene a su suegro en la residencia, dice que desde mediados de marzo la directora no les ocult¨® su frustraci¨®n por el abandono por parte de las autoridades. ¡°Era desesperaci¨®n pura y dura¡±.
?Conoces casos de discriminaci¨®n o irregularidades en una residencia de la Comunidad de Madrid? Contacta con los reporteros de la secci¨®n de Madrid fpeinado@elpais.es o jdquesada@elpais.es o m¨¢ndales un mensaje por Twitter a @FernandoPeinado o @jdquesada
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