¡°Nuestros padres nunca han sido ni ser¨¢n un error¡±

Momentos de mucha tensi¨®n, de mucha impotencia y, sobre todo, de dolor se vivieron ayer a las puertas de la residencia p¨²blica de mayores que tiene la Comunidad de Madrid en Alcorc¨®n. Familiares y amigos de los 68 ancianos fallecidos por covid-19 les rindieron un sentido homenaje y pidieron a gritos ¡°justicia, justicia¡± para que sus muertes no caigan en el olvido. ¡°Daremos hasta la ¨²ltima gota de sangre para que esto no quede as¨ª¡±, relat¨® uno de los organizadores.

Los familiares llegaron pasadas las once de la ma?ana. Llevaban una flor y una fotograf¨ªa de los fallecidos. Mientras se aproximaba la hora del homenaje, los integrantes de la Plataforma de Familiares de la Residencia de Mayores de Alcorc¨®n colocaron carteles anunciando el acto. No falt¨® la empleada del centro, que pese a que ni se present¨® a los congregados, les dijo que no pod¨ªan poner esos panfletos en las paredes del edificio. Mientras, apuraba un s¨¢ndwich. Unos minutos despu¨¦s, se vieron escenas de dolor, en las que amigos y familiares se fund¨ªan en abrazos mientras no paraban de llorar o echaban la mirada al suelo. Una portavoz, tras pedir que se guardara la distancia de seguridad, ley¨® un breve comunicado: ¡°Es muy complejo explicar con palabras las p¨¦rdidas de nuestros padres y madres en circunstancias tan duras y crueles. La mayor¨ªa no hemos podido despedirnos de ellos, ni estar a su lado, ni poder decirles lo mucho que los quer¨ªamos, no poder juntar sus manos con las nuestras, no hacerlos de rabiar un poquito y no poder decirles que nunca los hemos abandonado¡±.

A la mujer, con la voz entrecortada, le costaba seguir por la emoci¨®n del momento. ¡°Eso nos crea mucha angustia, pero lo que m¨¢s horroriza es que se les trate como errores, a los que se han ido y a los que siguen", ley¨®, refiri¨¦ndose al supuesto env¨ªo ¡°por error¡± que ha alegado la Comunidad de Madrid respecto a los protocolos redactados por la Consejer¨ªa de Sanidad para no trasladar a ancianos con problemas previos a los hospitales. ¡°Errores son las personas que no empatizan con nuestros padres y madres dependientes, a los que hab¨ªa y hay que limpiarles, acariciarles, besarles y hacerlos re¨ªr por su gran dependencia. Errores son el querer negociar y lucrarse con ellos, el no darles un soporte de humanidad y calidad en sus ¨²ltimos momentos por ser mayores", a?adi¨® la portavoz con tono solemne, pero en¨¦rgico. Esta record¨® que ten¨ªan claro que antes o despu¨¦s estos mayores ten¨ªan que morir. ¡°La vida es un ciclo, pero no era el momento¡±, a?adi¨®. ¡°Jam¨¢s pensamos que estos d¨ªas se iban a quedar tan grabados en nuestra mente, cuando nos llamaban con cuentagotas y les ped¨ªan que les agarrasen la mano y les dijeran que sus c¨®nyuges, hijos, nietos y dem¨¢s familias les quer¨ªamos much¨ªsimo. No habr¨¢ d¨ªas o semanas que no les recordemos y los llevemos en nuestros corazones¡±, continu¨® en medio de un gran silencio.

¡°Nuestros padres nunca han sido ni ser¨¢n un error¡±, concluy¨®. Tras hacer una breve pausa, comenz¨® a leer los nombres de los fallecidos. Sus familiares se apostaban junto a un ¨¢rbol del parque situado enfrente de la residencia y pegaban con cinta su foto, a la que a?ad¨ªan una flor. La mayor¨ªa fueron ayudados por los responsables de la Plataforma de Familiares de la Residencia de Alcorc¨®n, al vivir un momento tan dif¨ªcil y de tanta tensi¨®n. As¨ª ocurri¨® con las sobrinas de Carmen D¨ªaz D¨ªez, una mujer de 89 a?os que llevaba diez en la residencia p¨²blica de Alcorc¨®n. Muri¨® el 22 de marzo, cuando el virus se cebaba en los geri¨¢tricos de la regi¨®n. ¡°La dejaron medio abandonada, en la cama, solita y sin tan siquiera llevarla al hospital¡±, criticaba su sobrina, Ana Mar¨ªa D¨ªaz.

Tambi¨¦n particip¨® activamente en el homenaje Luis de Miguel, hijo de Luc¨ªa Bernal, fallecida a los 80 a?os en la residencia de Alcorc¨®n. Esta mujer, dependiente y con enfermedad de Parkinson, muri¨® el 1 de abril aislada tras tener fiebre alta y sufrir mala saturaci¨®n. ¡°Fue el propio m¨¦dico el que desaconsej¨® el traslado al hospital. Tan solo se limitaron a ponerle antibi¨®ticos por v¨ªa oral¡±, afirma su hijo. Los bomberos no recogieron el cuerpo hasta el 4 de abril y, a partir de ah¨ª, localizarlo result¨® un aut¨¦ntico calvario para los familiares. Nadie les daba raz¨®n de d¨®nde se encontraba. Necesitaron una semana para hallarlo. ¡°No sabemos en qu¨¦ circunstancias muri¨®, si sufri¨®, si le dieron cuidados paliativos, si tuvo una muerte digna, si estuvo acompa?ada o no¡±, a?ade De Miguel. La plataforma ha presentado una demanda en los juzgados de Alcorc¨®n, que se suma a otras similares en la capital y en Legan¨¦s del colectivo Marea por las Residencias.

Tras acabar con los homenajes a los residentes, algunos familiares colocaron flores en una farola del centro y las ataron con cinta. Despu¨¦s se guard¨® un minuto de silencio, en el que muchos contuvieron la respiraci¨®n y abundaron las l¨¢grimas. Tras un cerrado aplauso, la tensi¨®n del momento la rompi¨® uno de los portavoces de la Plataforma: ¡°Vamos a ir a por ellos a muerte. Ayudadnos en la lucha¡±, mientras el resto chillaba ¡°justicia, justicia¡±.

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