No sabe lo que dice
Un repaso, ni siquiera exhaustivo, a la relaci¨®n de Isabel D¨ªaz Ayuso con el lenguaje provoca pavor
En la zoolog¨ªa pol¨ªtica existen especies ¨Cdirigentes, l¨ªderes con mando en plaza, parlamentarios, barones, versos sueltos¡- que en su generalmente traum¨¢tica relaci¨®n con el lenguaje ofrecen varios comportamientos. Unos piensan mucho lo que dicen, otros m¨¢s bien poco, un gran n¨²mero habla para desviar la atenci¨®n y no comprometerse a nada. Pero en la ¨²ltima oleada de figuras que bordean lo milenial, ha aparecido otro esp¨¦cimen: quienes no saben lo de dicen. Y representa esta corriente como nadie Isabel D¨ªaz Ayuso, que vive, respira, habla, act¨²a en clave de tuit.
Lo m¨¢s curioso es que haya llegado as¨ª tan lejos. Un repaso, ni siquiera exhaustivo, a su relaci¨®n con el lenguaje, provoca pavor. Cualquier d¨ªa da prueba de esa inconsciencia: no ya con sus declaraciones sobre los atascos en plena campa?a o en su defensa de la comida basura como limosna cara a la tragedia. Durante el estado de emergencia, mientras las residencias de la Comunidad de Madrid vomitaban muerte a miles, asegur¨® que los mayores iban a ser la prioridad, la joya, el tesoro. El problema quedaba en el comienzo de la frase: ¡°A partir de ahora¡¡±, dijo. ?Y antes? De haber parecido consciente de lo que afirmaba, lo hubiese sido tambi¨¦n de lo que deb¨ªa haber hecho. Quiz¨¢s se habr¨ªan evitado parte de los cerca de 6.000 fallecimientos que se han registrado en esas ratoneras.
¡°En el caso de D¨ªaz Ayuso, no hace falta m¨¢s que quedar atento a cuando abre la boca, ella misma se delata: es su peor enemigo
Para que su carrera no se trunque y no se convierta en flor de un d¨ªa, cabr¨ªan algunos consejos de los que Miguel ?ngel Rodr¨ªguez, el superasesor, podr¨ªa tomar nota. ?Por qu¨¦ no instruirla en ese sentido? Despojarla de sus desconcertantes desvar¨ªos ideol¨®gicos y hacerle aprenderse un vocabulario al uso de predecesoras admiradas, como Esperanza Aguirre. Probablemente ¨¦sta acabe procesada y ante el juez por haber dirigido una planificada red corrupta con lo que ten¨ªa a mano para administrar. Aquello que calificaba como mamandurrias, gloriosa palabra. Bien aplicada, a conciencia, para desviar la atenci¨®n.
No pedimos ya que su sucesora se esmere en lo que es la otra cara en el campo ling¨¹¨ªstico dentro del mismo partido: Cayetana ?lvarez de Toledo, una maestra en el dominio del discurso. Ni una palabra sale de su boca sin que la haya reflexionado, degustado, gozado como nadie cara a su objetivo: provocar mal rollo. Y lo logra. ?Por qu¨¦? Porque piensa y sabe lo que dice.
En el caso de D¨ªaz Ayuso, no hace falta m¨¢s que quedar atento a cuando abre la boca, ella misma se delata: es su peor enemigo. Quiz¨¢s la inacci¨®n de la oposici¨®n responda a esa confianza en que ser¨¢ la mandataria quien sin remedio y por ese camino acabe por auto evaporarse, pero cierta exigencia de m¨¢s rigor cara a un oto?o que no se presenta halag¨¹e?o, tampoco vendr¨ªa mal. Mejor espabilar, que lamentar el desastre. Y no digamos sus socios. ?Hasta cu¨¢ndo? ?Vamos a tener que soportar una posible segunda oleada en manos de quien andamos?
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