Una tarjeta de cr¨¦dito para acabar con el estigma social
Acci¨®n contra el hambre quintuplica las peticiones de ayuda y ve inundadas sus redes de mensajes desesperados
Mujer espa?ola de entre 35 y 42 a?os, con hijos y sin ingresos. Ese es el perfil que m¨¢s se repite entre las personas que han acudido a Acci¨®n contra el Hambre durante la ¨¦poca dura de la pandemia y del coronavirus. Esta organizaci¨®n no gubernamental ha visto c¨®mo se han quintuplicado las peticiones de ayuda en el estado de alarma, cuando miles de personas se quedaron sin empleo o cerraron de manera temporal sus empresas. Entre los responsables de distribuir la ayuda ha estado Luis Gonz¨¢lez Mu?oz, un vallisoletano de 44 a?os afincado en la capital que ingres¨® en la ONG hace ya 12 a?os.
Luis Gonz¨¢lez, ingeniero agr¨®nomo de titulaci¨®n y responsable de la direcci¨®n de ingenier¨ªa t¨¦cnica de la ONG, ha coordinado junto con otros compa?eros a unas 180 personas para hacer frente a todas las peticiones de ayuda que recib¨ªan. ¡°Lo primero que hicimos fue protegernos a nivel interno para que no se infectara nuestra gente y poder trabajando para las personas necesitadas¡±, recuerda. Para ello, empezaron a teletrabajar y dar todas las respuestas en l¨ªnea.
¡°El perfil de la gente que ha acudido a nosotros es el de personas que est¨¢n en desempleo, que ya estaban en una situaci¨®n de vulnerabilidad. Muchos de ellos son inmigrantes, pero hay m¨¢s espa?oles¡±, describe el responsable de la ONG. ¡°El mayor problema que nos hemos encontrado es que justo, cuando la crisis de 2008 estaba dando los ¨²ltimos coletazos, nos ha llegado esta. El efecto ha sido que mucha gente no tiene accesos a medios de vida¡±, analiza.
Esa falta de medios se ha traducido en llamadas desesperadas a todas horas del d¨ªa, a mensajes de peticiones de ayuda en las redes sociales y a los integrantes de la ONG trabajando d¨ªa y noche para resolver todos los problemas. ¡°Nos ha llamado gente diciendo que ya no pod¨ªa estirar m¨¢s las patatas que le quedaban o que ten¨ªa que echar agua a la leche para d¨¢rsela a sus hijos. Ha habido relatos muy duros de personas que no ten¨ªa nada que comer¡±, comenta con tristeza Luis Gonz¨¢lez. ¡°Muchos de los que hablaban con nosotros no ten¨ªan ni la renta m¨ªnima de inserci¨®n [RMI] ni ninguna ayuda. Como no pod¨ªan salir a trabajar, no ten¨ªan nada de dinero¡±, a?ade.
La organizaci¨®n empez¨® a trabajar de lleno y opt¨® por un sistema que, en su opini¨®n, les ha funcionado muy bien. Entregaron a los solicitantes tarjetas de cr¨¦dito alimentarias solidarias cargadas con 346 euros para que pudieran acudir a sus supermercados m¨¢s cercanos y comprar v¨ªveres. No es necesario ni mostrar el DNI para utilizarla. Acci¨®n contra el Hambre reconoce que este modelo les evita la estigmatizaci¨®n de acudir a una cola para recibir alimentos y que sus vecinos no sepan que lo est¨¢n pasando mal. Adem¨¢s, pueden comprar productos frescos, como fruta, verduras, carne y pescado. Todos ellos fundamentales en una dieta equilibrada.
Otra ventaja, en su opini¨®n, es que se evitan los grandes problemas de log¨ªstica de mover miles y miles de kilos de comida de unos almacenes a otros. ¡°Calculamos que una familia de cuatro miembros puede necesitar unos 500 euros para la comida. A todo ello se une adem¨¢s que los ni?os ya no comen en los colegios y que hay que contar con esa parte. Hasta el momento, hemos repartido m¨¢s de 300 tarjetas¡±, destaca el responsable de Acci¨®n contra el Hambre.
Lugares como el barrio de San Crist¨®bal, en Villaverde; el distrito de Tetu¨¢n, la zona centro de la capital y el municipio de Fuenlabrada son gran parte de las ¨¢reas en la que ha trabajado la ONG durante el estado de alarma. ¡°Cuando han recibido nuestra ayuda, muchas personas se han sentido liberadas. Como el caso de una mujer que estaba en nuestros programas de ayuda a b¨²squeda de empleo y de la noche a la ma?ana se qued¨® sin nada. Nos reconoci¨® que no ten¨ªa nada para dar a su hijo. Al recibir la tarjeta, nos dijo que iba a llenar la nevera y que ya no ten¨ªa de qu¨¦ preocuparse¡±, a?ade el directivo de la ONG.
La otra cara, en este caso positiva, es que la frustraci¨®n de muchos padres ante sus padres se vio reducida: ¡°Una mujer nos coment¨® que, como no sal¨ªa con sus hijos a la calle, no ten¨ªa que decirles que no cada vez que la ped¨ªan que les comprase algo o que les diera dinero¡±.
Pero no solo el hambre ha marcado los problemas en el estado de alarma. La ONG tambi¨¦n ha ayudado a v¨ªctimas de violencia machista que han tenido que convivir d¨ªa y noche con sus maltratadores. Ese trabajo callado para que el agresor no se enterara es uno de los m¨¢s duros de estas semanas de encierro, reconoce Gonz¨¢lez.
Otro grave problema fue la llamada brecha digital. Escolares que no ten¨ªan ni ordenadores ni tabletas con los que recibir las clases de sus profesores a distancia y que ten¨ªan que esperar a que llegaran sus padres para recibir en sus tel¨¦fonos m¨®viles los deberes. Tras hacerlos, s¨®lo pod¨ªan enviarlos en una fotograf¨ªa al maestro. Eso les retras¨® much¨ªsimo respecto a otros compa?eros. El grupo Indra, entre otros colectivos, don¨® a la ONG cien tabletas que repartieron por la regi¨®n. ¡°No las cedimos, sino que se las dimos en propiedad para que se las quedaran¡±, puntualiza Gonz¨¢lez. Otra iniciativa de Acci¨®n contra el Hambre fue destinar el dinero que daban a ayudas de transporte y el pago de los abonos a adquirir tarjetas de datos para estos dispositivos.
Tras toda esta experiencia, surge la pregunta: ?se va a salir mejor tras la pandemia?. Luis Gonz¨¢lez es pesimista: ¡°No, est¨¢ muy reciente lo que hemos vivido. Va a haber m¨¢s desigualdades y mayor conciencia de lo individual. La falta de empleo va a crear mucha incertidumbre.
Gu¨ªas de nutrici¨®n saludable y econom¨ªa
¡°Comer bien no s¨®lo es una cuesti¨®n de dinero, sino tambi¨¦n de h¨¢bitos, actitud y autoconfianza¡±. Son las palabras que utiliza Luis Gonz¨¢lez para presentar la gu¨ªa Mejora de la nutrici¨®n y h¨¢bitos saludables, desarrollada por Acci¨®n contra el Hambre durante el estado de alarma. Este plan de acci¨®n fue desarrollado en colaboraci¨®n con la Fundaci¨®n Montemadrid y la Universidad Complutense. Propone 10 ejercicios para cuidar desde la casa la alimentaci¨®n. Responde a preguntas b¨¢sicas como cu¨¢ntas legumbres se deben consumir a la semana, si es conveniente comer delante del televisor o como influye el nivel de ansiedad personal en la alimentaci¨®n de cada individuo.
¡°El sobrepeso, la obesidad y todos los problemas cardiovasculares y psicol¨®gicos que acarrea una mala alimentaci¨®n es una nueva muestra de pobreza, que no se combate solo con dinero sino tambi¨¦n con informaci¨®n¡±, concluye Luis Gonz¨¢lez.
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