Protestas contra las restricciones en Madrid: ¡°No han hecho nada en seis meses para reforzar los servicios¡±

Domingo caliente en Madrid tras la primera concentraci¨®n la misma noche del viernes en la Puerta del Sol de Madrid en protesta por los confinamientos selectivos anunciados por Isabel D¨ªaz Ayuso. A mediod¨ªa, miles de afectados han llevado a cabo una ola de protestas en muchas de las 37 zonas de la capital y la comunidad en las que a partir de este lunes habr¨¢ restricciones a la movilidad. Convocados a concentrarse con mascarillas y guardando distancia de seguridad por organizaciones de los distintos barrios, denunciaron que las medidas, que tildan de ¡°ineficaces y discriminatorias¡±, se ceban con el sur y con las zonas humildes y reclamaron inversiones y un refuerzo de los centros de salud y del transporte p¨²blicos. Una de las concentraciones se celebr¨® delante de la Asamblea, donde se vivieron momentos de tensi¨®n, sin llegar a mayores, cuando los manifestantes trataron de acercarse al edificio y la polic¨ªa lo impidi¨®. ¡°M¨¢s sanidad y menos polic¨ªa¡±, coreaban. [Consulta aqu¨ª si vives en una zona afectada, la lista de las medidas y las respuestas a las principales dudas]

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In English: Protestors take to the streets to oppose new selective lockdowns in areas of Madrid, calling for regional premier to quit

Antes del mediod¨ªa, decenas de personas fueron concentr¨¢ndose en peque?os grupos en los alrededores de la Asamblea mientras coreaban lemas a favor de la sanidad p¨²blica y por la dimisi¨®n de Ayuso, como ¡°No es modo de vida, es precariedad", ¡°Que viva la lucha de la clase obrera¡± o ¡°Vallecas se defiende¡±. Aunque al inicio de la convocatoria las distancias f¨ªsicas fueron respetadas, conforme llegaba m¨¢s gente y se agolpaban junto al cord¨®n policial, los asistentes acabaron m¨¢s juntos.

Una manifestante explic¨® que hab¨ªa ido a quejarse de una estigmatizaci¨®n que viene de lejos: ¡°La atenci¨®n primaria est¨¢ colapsada y los transportes abarrotados en los barrios de la gente que no puede teletrabajar¡±. Su pareja trabaja y ella, adem¨¢s, estudia. ¡°Con el poco dinero que ganamos, encima ahora no vamos a poder dar ni una vuelta¡±, se lament¨®, ya que a las diez de la noche cerrar¨¢n todos los establecimientos en las 37 zonas rojas. S¨ª se permitir¨¢n desplazamientos dentro de la zona pero los desplazamientos fuera o de quien vaya a esas ¨¢reas deber¨¢n estar justificados.

Diego L¨®pez vive en una zona no confinada, pero su centro de salud se encuentra en una que s¨ª lo est¨¢ ¨Den Madrid existe desde hace 10 a?os la libre elecci¨®n de m¨¦dico, por lo que unas 20.000 personas tienen un centro de salud diferente al que les corresponde, a los que se suman las personas no empadronadas en su vivienda habitual¨D. Si le hacen un control aleatorio como los anunciados por la Comunidad de Madrid no sabe qu¨¦ pasar¨¢. ¡°Tendr¨¦ que justificarme con mi contrato de alquiler o algo¡±, dijo. La entrada y salida de estas zonas queda restringida salvo para acudir a centros sanitarios o educativos, entidades financieras, citaciones judiciales o notariales, renovaci¨®n de documentos, ex¨¢menes, retorno a casa, cuidados de mayores y personas dependientes o motivo de causa mayor y los agentes podr¨¢n solicitar a los ciudadanos que acrediten el motivo de su movimiento.

Justificante de movilidad covid para la Comunidad de Madrid por motivos laborales

Ricardo Mart¨ªnez, administrativo en un centro de salud de Vallecas, afirm¨® que [las Administraciones] ¡°no han hecho nada en seis meses para reforzar los servicios¡± y ahora lo pagan los vecinos. Denunci¨® que la atenci¨®n primaria est¨¢ al borde del colapso y que el confinamiento no es m¨¢s que una excusa para tapar la mala gesti¨®n. Dolores Solascasas, profesora en una escuela de ense?anzas art¨ªsticas en Tirso de Molina, se preguntaba ¡°de qu¨¦ sirven las medidas si ma?ana vamos a tener que movernos por medio Madrid para ir y volver del trabajo¡±. Y mostraba en su m¨®vil una foto de un and¨¦n de metro a reventar de gente: ¡°La saqu¨¦ el otro d¨ªa cuando volv¨ªa de trabajar, ya tarde. ?Ahora ya no nos vamos a poder tomar una ca?a en el barrio pero s¨ª podemos irnos a otros a servirla?¡±. Se refer¨ªa as¨ª al cierre de la hosteler¨ªa, a las diez de la noche, en las zonas afectadas por las nuevas medidas.

?lvaro Jarabo, otro vallecano, critic¨® los motivos para restringir movimientos en los barrios elegidos: ¡°No se entiende que confinen Vallecas y otras zonas con m¨¢s incidencia como Lavapi¨¦s no sufran ninguna medida¡±. Lavapi¨¦s es una de las zonas de la ciudad con m¨¢s de 1.000 positivos por cada 100.000 habitantes ¡ªcifra que superan las 37 ¨¢reas con restricciones¡ª que no se ha visto afectada. ¡°Estas son nuestras armas¡±, comenzaron a gritar los manifestantes al tiempo que la polic¨ªa se pon¨ªa los cascos y sacaba los escudos. ¡°No es confinamiento, es lucha de clases¡±, coreaban otros de los concentrados, centenares, que desbordan las aceras y alrededores de la Asamblea. Sobre la una y media de la tarde, la protesta ech¨® a andar por la calle Mart¨ªnez de la Riva y los manifestantes recibieron algunos aplausos desde las ventanas.

El enfado por las medidas concretas se mezcla con un hartazgo que viene de lejos. Es el caso de Pilar de la Cruz, que vive en la zona de Miguel Hern¨¢ndez. En su opini¨®n, las inversiones se van al centro. ¡°Y aqu¨ª en Vallecas nos quedamos toda la mierda¡±. Tiene dos hijos, uno de 21 a?os que vive de ella y su hija, que se acaba de casar. ¡°No puede tener ni?os porque no se lo puede permitir¡±.

La convocatoria, seg¨²n explic¨® en una nota la Federaci¨®n de Asociaciones Vecinales de Madrid (Fravm), se ha movido por redes sociales ¡°por la dignidad del sur¡±, y muestra ¡°no solo del profundo malestar generado por la gesti¨®n de la pandemia del Gobierno regional sino por d¨¦cadas de abandono institucional¡±. Adem¨¢s de la manifestaci¨®n de la Asamblea, se registraron protestas ante las juntas de los distritos de Villaverde Bajo, Villaverde Alto, Puente de Vallecas, Villa de Vallecas, Carabanchel Alto, Carabanchel Bajo, Arganzuela y Ciudad Lineal-San Blas, as¨ª como en los municipios de Getafe, Parla, Fuenlabrada, Alcobendas y San Sebasti¨¢n de los Reyes.

En esta ¨²ltima localidad, particip¨® Fernando Fern¨¢ndez, un jubilado de Humanes que considera que las medidas son un estado de alarma encubierto: ¡°Restringe la movilidad y esto es ilegal sin una ley¡±. Con una pancarta de ¡°Ayuso dimisi¨®n¡± en las manos, se quej¨® de que no han hecho nada todos estos meses y ahora los ¡°confinan por la renta¡±. Junto a ¨¦l, Marisol Calle, profesora del colegio Los Naranjos, que no reside en una de las zonas afectadas pero algunos de sus alumnos s¨ª. Cree que la soluci¨®n pasa m¨¢s por contratar m¨¢s m¨¦dicos y rastreadores y menos por ¡°dividir a la gente¡±.

Mar G¨®mez, de 52 a?os, tambi¨¦n opina que las medidas no servir¨¢n de nada si no hay m¨¢s rastreadores. ¡°Han puesto una tirita mojada¡±. Es auxiliar administrativa en el hospital La Paz y tendr¨¢ que seguir yendo en metro. ¡°Vamos a llevar el virus igualmente, si confinan deber¨ªa ser para todo¡±. En los meses m¨¢s estrictos de confinamiento tambi¨¦n acud¨ªa al hospital en transporte p¨²blico, pero no hab¨ªa apenas gente. ¡°Ahora pasan cada m¨¢s y van llenos¡±.

Los vecinos se pasaron un micr¨®fono conectado a un coche con altavoces. Entre mano y mano, un papel y desinfecci¨®n con gel. Algunos sienten que se est¨¢ produciendo una segregaci¨®n. Marisol acudi¨®, con su marido y su hijo, por conciencia social. ¡°Nosotros no estamos confinados, pero nos parecen injustas las medidas, o nos confinan a todos o a ninguno¡±. Cree que las medidas son un sinsentido y que permiten que las personas salgan a trabajar para que las personas que viven en barrios con rentas altas no se queden sin asistentas del hogar. ¡°Es apartheid¡±, grita. Nicol¨¢s L¨¢zaro, de 55 a?os, y su mujer Trinidad Gil, de 52, viven en la zona de Francia. Este lunes estar¨¢n confinados a pesar de que la incidencia de contagios se sit¨²a en 661, m¨¢s baja que otros municipios y distritos que se han librado de estas medidas tan restrictivas. ¡°No entendemos nada y no nos lo explican a qu¨¦ se debe¡±.

L¨¢zaro trabaja en mantenimiento en la Universidad Complutense de Madrid y no teme por su puesto, pero su mujer limpia portales en el centro de Madrid y no sabe si va a poder seguir haci¨¦ndolo. ¡°Lo descubrir¨¦ ma?ana¡±. Se sabe afortunada porque tiene contrato y se pregunta qu¨¦ pasar¨¢ con la gente que trabaja en negro. ¡°No pueden alegar que est¨¢n ocupados, es todo un desastre¡±.

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