¡°Como voluntario, te llevas m¨¢s de lo que das¡±
Bomberos unidos sin fronteras recogi¨® m¨¢s de 70 toneladas de comida y reparti¨® m¨¢s de 900 lotes de comida de fundaciones y parroquias
Bomberos unidos sin fronteras (BUSF) ha cambiado su tradicional trabajo en los pa¨ªses m¨¢s humildes y con graves carencias por las personas necesitadas que viven en la misma regi¨®n que su sede central. Esta organizaci¨®n que cumple el a?o pr¨®ximo sus bodas de plata ha estado al servicio de ONG y parroquias para recoger y repartir alimentos entre las personas sin recursos. Una donaci¨®n de una empresa de suministros sanitarios les ha permitido salir a la calle y recorrer toda la Comunidad de Madrid con toneladas de alimentos.
Uno de los responsables de este escuadr¨®n de voluntarios ha sido David Grafulla Vi?uela, un sargento de bomberos del Ayuntamiento de Madrid que trabaja en el parque de Manuel Becerra y que ingres¨® en el cuerpo en 2000. Este responsable de la unidad de rescate en altura, dentro del grupo de intervenci¨®n, dentro de BUSF ingres¨® en la ONG hace 16 a?os. Ha desarrollado su trabajo en puntos muy distantes de regi¨®n como Nicaragua o Per¨².
Cuando empezaron las noticias de los primeros enfermos de la covid-19 en Espa?a, los responsables de la organizaci¨®n tuvieron sus dudas de c¨®mo ten¨ªan de actuar. La falta de informaci¨®n y su profesi¨®n de bomberos les hicieron temer que pod¨ªan contagiar a todos los compa?eros de turno en los parques y a sus propias familias. ¡°Si ca¨ªamos nosotros, nos convert¨ªamos en parte del problema en lugar de la soluci¨®n. Tuvimos varias reuniones dentro de la organizaci¨®n y decidimos poner en marcha. Se lo deb¨ªamos a Madrid. Ten¨ªamos la obligaci¨®n moral y, casi dir¨ªa que legal, de ayudar en nuestra propia regi¨®n¡±, destaca Grafulla.
El problema era conseguir el material necesario para poder salir a la calle. El que ten¨ªa la propia organizaci¨®n no reun¨ªa las condiciones necesarias y era preciso salir muy protegido en los tiempos en los que el virus estaba m¨¢s activo. ¡°Tuvimos suerte que Sanicen, una empresa dedicada a los productos sanitarios desde 1998, retir¨® gran cantidad de sus excedentes y los don¨®. Fueron unos cinco tr¨¢ileres llenos de material¡±, reconoce el sargento de bomberos.
Eso s¨ª, la propia ONG aument¨® los protocolos de seguridad. Iban completamente aislados con batas, mascarillas, guantes, gafas¡ El cambio de ropa era continuo para evitar cualquier riesgo. Y adem¨¢s consiguieron que algunas marcas de coches como Mercedes, Opel y Toyota les cedieran sus veh¨ªculos, al igual que la empresa de renting Northgate. Eran furgonetas medias y grandes. ¡°Cuando termin¨¢bamos la jornada, las llev¨¢bamos a los puntos en los que se desinfectaban las ambulancias y los bomberos y nos los limpiaban a fondo¡±, recuerda el responsable de BUSF.
Los voluntarios contactaron con la Direcci¨®n General de Servicios Sociales de la Comunidad de Madrid, que les asign¨® varias ONG, como Panes y Peces, Pato Amarillo, diversas parroquias -Santa Matilde, San Ram¨®n Nonato, Sagrado Coraz¨®n, San Ildefonso y la Fraternidad- y la asociaci¨®n de beb¨¦s El fruto de su vientre. Su trabajo consist¨ªa en ir a los puntos de distribuci¨®n de alimentos, como alg¨²n gran centro de Alcal¨¢ de Henares, y recoger los v¨ªveres para llevarlos a los colectivos. En los d¨ªas que dur¨® el estado de alarma, movieron 70,3 toneladas de alimentos, seg¨²n sus datos. Una vez que estaban hechos los lotes y las cajas de repartos, hac¨ªan rutas y las llevaban a sus destinatarios. ¡°Al principio llamaba mucho la atenci¨®n que toda la ciudad estuviera vac¨ªa, que no hubiera ruido. Sobrecog¨ªa un poco no ver a nadie por la calle. Parec¨ªa que estabas dentro de una pel¨ªcula de cat¨¢strofes o de algo similar. Era lo que m¨¢s coment¨¢bamos entre los compa?eros¡±, a?ade Grafulla.
Para salir al reparto, iban en parejas. Montaron un chat dentro de WhatsApp en el que iban contando las incidencias y las experiencias que les iban ocurriendo. Si la gente pod¨ªa bajar al portal, le avisaban por el telefonillo y bajaba a recoger los alimentos. En caso de que no pudiera, se los sub¨ªan hasta su vivienda. ¡°Hubo mucha gente que nos quer¨ªa abrazar e incluso darnos un beso. Para muchas personas era el ¨²nico contacto humano que ten¨ªa en mucho tiempo¡±, recuerda el sargento. Uno de los casos que no se le olvidan fue el de una mujer mayor que les recibi¨® en un edificio tipo corrala y que les hablaba ¡°entre pucheros¡±. ¡°Se puso hablar de cualquier cosa. Ten¨ªa ganas de estar con alguien que la escuchara. Los vecinos ten¨ªan todo el patio interior con macetas y plantas muy bien cuidadas¡±, a?ade.
En esos d¨ªas duros, en los que faltaban alimentos y que salir a la calle aparte de prohibido supon¨ªa un gran riesgo, tambi¨¦n se encontraron con ¡°gestos de mucha humanidad y de gran solidaridad¡±. Algunos de los beneficiarios de la entrega de v¨ªveres renunciaron a ellos porque acababan de encontrar un trabajo o por alg¨²n vecino o familiar se encargaba ya de alimentarlos. ¡°Una madre que ten¨ªa dos hijos peque?os nos dijo que ya ten¨ªa un empleo y que nos lo llev¨¢ramos porque habr¨ªa alguien que lo necesitar¨ªa m¨¢s que ella¡±, recuerda el voluntario. Algunos de los que recib¨ªan esos alimentos tambi¨¦n les preguntaron si pod¨ªan ayudar en el reparto.
Grafulla mantiene que la experiencia, dentro de lo dura y arriesgada que pudo ser en los momentos m¨¢s duros de la pandemia, ha result¨® ¡°muy gratificante y positiva¡±. ¡°Como voluntario te llevas mucho m¨¢s de lo que das. Por muy fr¨ªo que sea uno y por muy indiferente que quiera aparentar ser, todo esto sobrecoge de muchas maneras¡±, concluye el sargento. ¡°Los voluntarios est¨¢bamos tan implicados que, una vez que terminaba nuestro trabajo, segu¨ªamos haciendo cosas como rotular con vinilos los veh¨ªculos que nos hab¨ªan cedido¡±, a?ade.
Baj¨®n en los socios en plena crisis
Uno de los problemas que tuvo Bomberos unidos sin fronteras (BUSF) y que fue com¨²n a otras ONG es que parte de sus 800 socios, entre particulares y empresas, se dieron de baja con la llegada de la pandemia y el estado de alarma. Justo cuando la organizaci¨®n ten¨ªa que hacer frente a gastos extraordinarios como el combustible de los veh¨ªculos y todos los gastos extras. Pero tuvieron como contrapartida positiva v¨ªdeos de apoyo de famosos como Carlos Vives o Ariel Rot. Tambi¨¦n algunos youtubers hicieron v¨ªdeos promocionales de su actividad en la calle, mientras la web de BUSF estaba abierta a donaciones de todo tipo cuando m¨¢s se necesitaban.
¡°Espero que no haya ning¨²n repunte, o que si lo hay no sea tan grave. Nos hemos hecho cargo de algo inesperado y creo que hemos salido m¨¢s fuertes y que ahora estamos m¨¢s preparados para lo que pueda venir¡±, concluye el sargento David Grafulla Vi?uela.
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