Guerra en el callejero de Madrid
Los ciudadanos, ajenos a sentencias, recursos y luchas pol¨ªticas, no digieren con facilidad los cambios
La avenida de Francisco Largo Caballero va a morir al cementerio de La Almudena. Es un espacio amplio, luminoso y con algunas zonas verdes del distrito madrile?o de Ciudad Lineal. Sin portales ni comercios y con un pu?ado de solares. El remate a esa impersonalidad viene de la mano de la covid-19. La calle se halla en la zona b¨¢sica de salud Gandhi que, con una tasa de 1.065 casos por 100.000 habitantes, es una de las 31 de la capital con restricciones desde hace dos semanas, que ahora se han ampliado a toda la ciudad. Apenas circulan viandantes. A escasos metros, la tapia de ladrillo rojizo del camposanto civil hace las veces de encerado para los que ladran espray en mano. Rojo, negro, rosa, morado¡ ¡°Contra el r¨¦gimen del 78¡±. Tachado. ¡°Contra la rep¨²blica del 31¡±. Tachado. Un arco¨ªris dial¨¦ctico que no lleva m¨¢s que al guarreo del entorno.
Dentro, nada m¨¢s cruzar la cancela y a mano izquierda, da la bienvenida al visitante el sepulcro blanco impoluto y sencillo de Dolores Ib¨¢rruri, La Pasionaria. Dos tristes claveles mustios sobre la losa velan los restos de la dirigente comunista. A su vera, con m¨¢s pompa arquitect¨®nica y alg¨²n que otro souvenir, el mausoleo de Pablo Iglesias, fundador del PSOE y de la UGT. Hay que adentrarse algo m¨¢s hasta alcanzar la mole de granito que se?ala el enterramiento de Francisco Largo Caballero (1869-1946), sindicalista, socialista, ministro y expresidente del Gobierno (1936-1937) durante la Guerra Civil.
La gresca pol¨ªtica en torno a la memoria quiere ahora enterrarlo de nuevo, esta vez administrativamente, junto a Indalecio Prieto (1883-1962), socialista y exministro durante la Segunda Rep¨²blica. El pleno del Ayuntamiento de Madrid, apoyado en la ley de memoria hist¨®rica, aprob¨® este martes retirarles sus calles e instar al Gobierno a retirar sus estatuas a propuesta de Vox con el apoyo de PP y Ciudadanos. Pasar del dicho al hecho no va a ser ni sencillo ni r¨¢pido. M¨¢s all¨¢ de los recursos judiciales que puedan presentar el grupo municipal socialista, UGT o el PSOE, la burocracia no lo pone f¨¢cil.
Nieves Herranz, de 85 a?os y vecina del barrio desde hace 60, pasea cerca de la placa que recuerda la inauguraci¨®n de la avenida de Largo Caballero en 1985 siendo alcalde Enrique Tierno Galv¨¢n. ¡°Hay tanta tonter¨ªa¡ Mire, ah¨ª al lado. A la calle Garc¨ªa Noblejas le han puesto un nombre que no hay quien se acuerde. No lo usamos nadie¡±. Se refiere a que fue rebautizada avenida de la Instituci¨®n Libre de Ense?anza en 2017 bajo la alcald¨ªa de Manuela Carmena a la vez que otras 51 calles. De esos 52 cambios, respaldados por todos los grupos menos la abstenci¨®n de los populares, nueve est¨¢n judicializados y ocho con sentencia en contra, seg¨²n Borja Fanjul, concejal del PP.
Una juez anul¨® en 2018 ese nuevo nombre raro al que alude Nieves Herranz. Los nuevos carteles indicativos de la Instituci¨®n Libre de Ense?anza siguen ah¨ª. Google Maps tampoco ha dado marcha atr¨¢s, aunque la aplicaci¨®n reconduce al usuario autom¨¢ticamente si se introduce la nomenclatura antigua. Pero en boca de los ciudadanos, ajenos a las sentencias y los recursos, sigue siendo Garc¨ªa Noblejas, como el centro de salud de la zona, al que no afecta la guerra del callejero.
En el caso de las de Largo Caballero e Indalecio Prieto, lo primero ser¨¢ aprobar a finales de octubre el acta de este pleno y que se publique despu¨¦s en el bolet¨ªn oficial. En el caso de las estatuas, el Ayuntamiento deber¨ªa entonces trasladar el acuerdo del pleno al Gobierno central, titular de ambas. Este puede mirar para otro lado a la espera de que el Consistorio quiera meterse en improbables l¨ªos judiciales.
En cuanto a las calles, las dos juntas municipales, la del distrito de Ciudad Lineal y la de Vic¨¢lvaro, han de poner en marcha el expediente para renombrar la v¨ªa seg¨²n estipula la ordenanza. Eso despu¨¦s ha de aprobarse en la Junta de Gobierno, publicarse en el bolet¨ªn, inscribirlo en el callejero oficial y hacer efectivas las nuevas denominaciones de las v¨ªas. De momento, no se ha anunciado ni posible alternativa de nombre. Pero nadie obliga al pueblo a aceptar ese cambio en su d¨ªa a d¨ªa. ¡°Yo creo que los que peor lo pasan son los carteros¡±, bromea Juan Antonio, de 61 a?os e hijo de Nieves, a la que acompa?a a pasear el perro y, de paso, hace de bast¨®n de su madre.
Solo el bulevar Indalecio Prieto, en el barrio de Valdebernardo y de un kil¨®metro de largo, cuenta con una treintena de intersecciones. Habr¨ªa que encargar una placa para cada una de ellas. El precio es de 94 euros m¨¢s IVA cada una de ellas, seg¨²n informa el ¨¢rea de Medio Ambiente y Movilidad. Pero el coste total con la retirada de la anterior e instalaci¨®n de la nueva supera los 200 euros cada una.
El responsable de que Prieto est¨¦ en el callejero de Madrid desde 1995 fue el alcalde Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano, del PP. A pie de calle casi todos est¨¢n al tanto de qui¨¦n es Prieto y de que los pol¨ªticos, con otro alcalde popular al frente, quieren ahora dar marcha atr¨¢s. Con el bulevar echando los dientes, Cati abri¨® su peluquer¨ªa en una esquina. ¡°La primera del barrio¡±. Y ah¨ª sigue 25 a?os despu¨¦s. ¡°El momento GPS puede ser ca¨®tico¡±, aventura sobre el posible cambio en el callejero Isabel, de 42 a?os, melena de cinco colores y trabajadora del establecimiento. En la farmacia preocupa que haya que deshacerse de las bolsas, los sellos de las recetas, los pastilleros que regalan a los clientes, los frascos de las f¨®rmulas magistrales¡, todo lleva la actual direcci¨®n.
Luis, de 45 a?os, comenta la noticia con una ca?a en la barra de la concurrida cervecer¨ªa La Esfera. ¡°Hay que borrar vestigios de la dictadura, pero lo que han aprobado no es memoria hist¨®rica, es la Rep¨²blica, revanchismo¡±. ¡°As¨ª se empieza, con estas revanchas, en vez de preocuparse por cosas serias¡±, lamenta con hast¨ªo Juan Villar, de 56 a?os, que regenta una panader¨ªa junto a su mujer Belkys, de 50, en otra esquina de la calle. En 2018 escaparon de Venezuela y se instalaron en Espa?a, pa¨ªs de origen de su familia, donde ya estaban sus hijas. All¨ª dejaron sus propiedades y su f¨¢brica de dulces, casi arruinada hoy. ¡°Ocho apellidos espa?oles tengo entre asturianos, vascos¡ Mi mujer, ocho gallegos¡±.
El bulevar Indalecio Prieto, que hasta este viernes por la noche no ten¨ªa restricciones por la pandemia, es otro mundo el jueves comparado con la avenida Largo Caballero. La vida flu¨ªa por sus aceras, su paseo central, su parada de Metro y sus numerosos establecimientos de todo tipo. Los alumnos del vecino colegio El Valle iban y ven¨ªan. Un grupo de chavales que ronda la mayor¨ªa de edad espera en la puerta. Ni idea de qui¨¦n es Indalecio Prieto. Se encogen de hombros y siguen fumando en corro.
¡°?Sacamos de contexto las frases de Fraga o Su¨¢rez?¡±
¡°?Qu¨¦ pasa si sacamos de contexto las frases de Fraga o Adolfo Su¨¢rez? Personajes del franquismo¡±, se pregunta Javier Rodr¨ªguez Palacios, alcalde socialista de Alcal¨¢ de Henares. Se queja de la argumentaci¨®n cargada de ¡°espa?olismo rancio¡± sobre la que el Ayuntamiento de Madrid ha aprobado el retirar sus calles y estatuas a Francisco Largo Caballero e Indalecio Prieto, hist¨®ricos socialistas.
Alcal¨¢ es sede de los archivos del movimiento obrero y atesora en instalaciones de la universidad la ingente documentaci¨®n de tres importantes fundaciones para los socialistas: la Pablo Iglesias, la Largo Caballero y la Indalecio Prieto. El alcalde se muestra ¡°orgulloso¡± de ese legado.
Ninguna de las fuentes consultadas ve en breve a una gr¨²a enviada por el presidente Pedro S¨¢nchez para retirar las dos estatuas. Auguran que seguir¨¢n instaladas en Nuevos Ministerios a solo unos metros de donde, con nocturnidad, fue retirada la de Franco a caballo hace 15 a?os bajo presidencia de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, mentor de la ley de memoria hist¨®rica.
No ven tampoco peleando por que se retiren las estatuas al alcalde popular de la capital ante el Gobierno de PSOE y Podemos. Puede que Vox se lo recuerde pr¨®ximamente al negociar los presupuestos municipales. Pero la prioridad para Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez-Almeida, muy por delante del callejero y las estatuas, es la pandemia. El derechazo en el ring municipal ha salido sin embargo rentable a Vox. La ¨²ltima fuerza municipal en n¨²mero de esca?os ha arrastrado de su lado al Gobierno de PP y Cs, ha encrespado a la oposici¨®n y ha saltado a la agenda medi¨¢tica nacional.
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