Alcorc¨®n y Legan¨¦s, s¨ª. M¨®stoles, no. ?Por qu¨¦?

Alcorc¨®n, Legan¨¦s y M¨®stoles, tres municipios de la zona sur con alcaldes socialistas, han acudido a los tribunales para defender, o al menos intentarlo, a los mayores que est¨¢n internos en las residencias p¨²blicas y privadas de sus localidades. El resultado ha sido desigual, al menos hasta el momento. Mientras los dos primeros tienen por delante un proceso judicial, al ¨²ltimo se le ha complicado bastante, al ser inadmitida la querella presentada. Estos son algunas de las claves de las diferencias.

La jurisdicci¨®n. El acudir a una ventanilla o a otra en un tema judicial resulta fundamental. Alcorc¨®n en primera instancia y Legan¨¦s d¨ªas despu¨¦s optaron por la v¨ªa contencioso-administrativa. En concreto, pidieron a los jueces del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) medidas cautelar¨ªsimas con el fin inmediato de salvar a sus mayores. Argumentaron que no hab¨ªa medios materiales ni humanos en los geri¨¢tricos para salvar las vidas de los mayores internos. Los jueces de la Secci¨®n Octava les dieron la raz¨®n desde un primer momento. Y ello pese a los reiterados intentos de la Comunidad de Madrid de que no se tuvieran que medicalizar dichos centros. M¨®stoles, por el contrario, acudi¨® a la v¨ªa penal y acus¨® mediante una querella al consejero de Sanidad, Enrique Ruiz-Escudero, de un delito de omisi¨®n del deber de socorro y otro de vulneraci¨®n de los derechos fundamentales y las libertades p¨²blicas. . A este mando regional y a ¡°todos aquellos que a resultas de la investigaci¨®n pudieran ser responsables¡±. La jurisdicci¨®n penal es muy restrictiva y siempre se ha considerado ¡°la ¨²ltima raz¨®n¡± en un procedimiento. Es decir, que antes de ir a ella debe optarse por otras menos lesivas.

Los tiempos. Alcorc¨®n y Legan¨¦s acudieron al TSJM tras repetidas llamadas a las Consejer¨ªas de Sanidad y Pol¨ªticas Sociales y de intentos con la presidenta regional, Isabel D¨ªaz Ayuso. Lo hicieron en el momento en el que se estaba produciendo el mayor n¨²mero de muertos en residencias. La falta de medios, de tratamientos e incluso de traslados a centros hospitalarios motivaron que en los geri¨¢tricos de ambas localidades fallecieran decenas y decenas de mayores sin recibir la m¨¢s m¨ªnima atenci¨®n. Sin embargo, M¨®stoles present¨® la querella ya en junio, tras adoptar la decisi¨®n en la junta de gobierno municipal. En esa ¨¦poca ya se estaba produciendo la desescalada y se hab¨ªa reducido considerablemente el n¨²mero de fallecidos.

Las pruebas. El ¨¦xito en todo proceso judicial est¨¢ en las pruebas con las que se cuente. Las acusaciones deben ir especialmente fundamentadas y respaldadas para que prosperen. As¨ª lo hicieron los alcaldes de Alcorc¨®n y Legan¨¦s, Natalia de Andr¨¦s y Santiago Llorente, que mandaron a los bomberos y a los polic¨ªas locales por las residencias de sus respectivos municipios. Estos recabaron datos al detalle y por d¨ªas de las personas ingresadas en las residencias, los contagiados, los fallecidos, el n¨²mero de trabajadores, los traslados a hospitales,... Con estos expedientes, llamaron a la puerta del Gobierno regional y pidieron ayuda urgente. No les sirvi¨® de nada por la patente pasividad del Ejecutivo de Isabel D¨ªaz Ayuso. La carga de la prueba fue tan rotunda que los magistrados del TSJM les dieron todo lo que ped¨ªan en el mismo d¨ªa que lo solicitaron. Su vecina de M¨®stoles, Noelia Posse, acudi¨® a los tribunales sin hacer los deberes. Quiso justificar su querella en la informaci¨®n de un peri¨®dico digital y no aport¨® ni un solo dato que permitiera situar esa noticia en alguna de las residencias de su localidad. Los jueces se lo echaron en cara y le recordaron que la jurisdicci¨®n penal no es ¡°prospectiva¡±. O se llevan las pruebas o el caso decae antes de empezar. Y as¨ª le ha ocurrido. Los magistrados de la Sala de lo Civil y lo Penal del TSJM ven incluso con buenos ojos los protocolos aprobados por Sanidad para el traslado de mayores: ¡°Los protocolos redactados tienen, y as¨ª lo explicitan, unos objetivos, general y secundarios, que no pueden tacharse de irrazonables, a la vista del fen¨®meno de la pandemia que empezaba a sufrir el pa¨ªs, con un total desconocimiento de su entidad y modo de enfrentarlo y que ya desde el principio empez¨® a encender las luces rojas sobre el posible desbordamiento del sistema sanitario y asistencial¡±.