2020

S¨¦ que 2020 ha sido un a?o terrible para todos, muchas personas han perdido su trabajo y a sus seres queridos. Yo tambi¨¦n. Otras muchas han tenido que vivir toda esta cat¨¢strofe a kil¨®metros de distancia de los suyos. Yo tambi¨¦n. Sin embargo, el a?o se acaba y quisiera hacer algo impropio de m¨ª: ser positiva.

En marzo me vi con todos mis bolos cancelados, cuidando de familiares enfermos y de un menor, en un a?o que pronosticaba definitivo y brillante. Les cuid¨¦ lo mejor que supe y ellos a m¨ª. Sent¨ª m¨¢s vivo que nunca el calor del hogar y me siento afortunada de mi techo, mi amor y mi comida.

Yo era de las que pensaba que la covid-19 no era m¨¢s que un constipado fuerte as¨ª que, cuando de la noche a la ma?ana, cerraron los colegios de la Comunidad de Madrid, Yo segu¨ª en mi l¨ªnea pensando que en una semana se solucionar¨ªa. (S¨ª, lo s¨¦).

Obviamente no fue as¨ª y sent¨ª p¨¢nico, no solo por la pandemia, sino por la idea de no contar con una ayuda que siempre hab¨ªa dado por sentada: los profesores. Ayer encontr¨¦ las fichas que con mucho esfuerzo hicimos mi hijo y yo. Un mont¨®n de folios, fichas y cartulinas con garabatos, acuarelas y purpurina, una historia de perseverancia, el a?o en que mam¨¢ le dio clase en casa por una pandemia.

Era mucho esperar salir de esto siendo mejores, pero conf¨ªo en que al menos seamos m¨¢s aut¨¦nticos, que cuando todo esto sea solo un mal recuerdo, cuando volvamos a salir, a quedar, a reunirnos, a vernos las caras y las sonrisas¡­

Me siento orgullosa de mi hijo y de m¨ª. Nunca pens¨¦ que pudiera ser tan feliz de aprobar educaci¨®n infantil 3. Pero sobre todo, me siento orgullosa de los profesores, que han conseguido con su esfuerzo y sacrificio que los ni?os puedan volver al colegio. Lo que hacen es bello, pero no es f¨¢cil. Gracias.

He aprendido a no decir ¡°ya hablamos¡± como una forma mec¨¢nica de postergar encuentros y charlas con las amigas, porque beber vino juntas por Zoom est¨¢ bien, pero no es lo mismo. El tiempo se detuvo y nos permiti¨® ver con claridad a aquellos que siempre est¨¢n, a aquellos de los que no esperas nada y lo han dado todo y a esos profesionales que aparecen devolviendo la luz y la humanidad, ya sea en un hospital o vendiendo fruta. (Gracias Ilyass). La solidaridad funciona.

Hemos tenido que reinventarnos, salir de nuestra zona de confort. Esta situaci¨®n nos ha obligado a cuestionarnos, a parar en seco y darnos cuenta de que muchos de nuestros actos son producto de la inercia. Era mucho esperar salir de esto siendo mejores, pero conf¨ªo en que al menos seamos m¨¢s aut¨¦nticos, que cuando todo esto sea solo un mal recuerdo, cuando volvamos a salir, a quedar, a reunirnos, a vernos las caras y las sonrisas¡­ Cuando el bullicio y el estr¨¦s del d¨ªa a d¨ªa nos vuelva a nublar las entendederas. Seamos capaces de recordar que puedo ser positiva y que las cosas que de verdad necesitamos, son muy pocas.