Pecado capital
El PP lo present¨® como un carnicero. El doctor Montes fue finalmente absuelto y el actual jefe de gabinete de D¨ªaz Ayuso, condenado por llamarle ¡°nazi¡± en televisi¨®n
Madrid amaneci¨® recientemente empapelado por carteles con una calavera, parte de una campa?a apoyada por la Asociaci¨®n Cat¨®lica de Propagandistas y un grupo llamado ¡°vividores¡± que tambi¨¦n coloc¨® una lona de 500 metros cuadrados en un edificio del centro. ¡°La izquierda abre comisiones de residencias [de ancianos] mientras el Gobierno de la naci¨®n apuesta por liquidarlos¡±, declar¨® Roc¨ªo Monasterio, portavoz de Vox. Antes de que el presidente de la Asamblea de Madrid la reprendiera ¨Cse supon¨ªa que iba a hablar de las restricciones de movilidad por la pandemia-, le dio tiempo a decir que la ley de eutanasia ¡°incita al suicidio¡±. Ana Cuartero, del mismo partido, afirm¨® que ¡°a la izquierda le sobran los ni?os antes de nacer porque vienen con malformaci¨®n¡± y quiere poner ¡°una inyecci¨®n letal a los mayores porque suponen una carga¡±. Al inicio de su tr¨¢mite parlamentario, el exconsejero de Sanidad madrile?o Jos¨¦ Ignacio Ech¨¢niz tambi¨¦n asegur¨®: ¡°Para el PSOE es una pol¨ªtica de recortes. Quieren ahorrar costes con ¡°personas que son caras al final de su vida¡±. La presidenta, Isabel D¨ªaz Ayuso, dijo entonces que el debate sobre la eutanasia era ¡°un se?uelo¡± del Gobierno para despistar y a?adi¨®: ¡°La muerte no es digna. Lo digno es la vida¡±. Problema solucionado.
No es cierto que sea una ley exclusiva ¡°de la izquierda¡±: fue apoyada por casi 200 votos, incluyendo los de Ciudadanos y los de un partido de orientaci¨®n cristiana como el PNV. S¨ª lo es que el PP y Vox votaron en contra ¨Cla definieron como ¡°injusta¡±- y que en el pasado, la derecha se opuso tambi¨¦n a la ley del divorcio, la del aborto o la del matrimonio gay. Parte de ese espectro ideol¨®gico se siente amenazado por los derechos que puedan ejercer otros, como si la legislaci¨®n obligase a divorciarse, abortar, casarse con una persona del mismo sexo o morirse.
No es mucho m¨¢s sofisticado el argumento de que el derecho a solicitar ayuda m¨¦dica para morir por quien padece ¡°un sufrimiento f¨ªsico o ps¨ªquico intolerable¡± sin posibilidad de curaci¨®n o mejor¨ªa - eso es lo que dice la ley- se regule como ¡°se?uelo¡± para distraer de otros asuntos. El pecado original de muchos malos pol¨ªticos es pensar que todo gira en torno a ellos y que cualquier paso del rival es, en realidad, una zancadilla para que se tropiecen. En las cabezas de estos adanes parlamentarios, Eva militaba en las Juventudes Socialistas. Solo eso explicar¨ªa que en algo que ha provocado en familias a las que han de servir un nivel de sufrimiento imposible de calcular, se atrevan a expresarse con esa frivolidad. Solo esa man¨ªa persecutoria, regada con soberbia ¨Cpor cierto, tambi¨¦n pecado capital-, explicar¨ªa que no hayan tenido tiempo de documentarse sobre las personas que reclamaban ese derecho y por qu¨¦ lo hac¨ªan. Pronunciarse en los t¨¦rminos en que lo hacen despu¨¦s de haberles escuchado los convertir¨ªa en otra cosa, tambi¨¦n incurable.
Y resulta hip¨®crita que se disfrace la oposici¨®n a la eutanasia con la exigencia de la mejora de los cuidados paliativos, cuando no son excluyentes y cuando fue el PP madrile?o el que llev¨® a los tribunales al doctor Luis Montes present¨¢ndolo como un carnicero que mataba ancianos con sedaciones irregulares. ?l fue absuelto. Miguel ?ngel Rodr¨ªguez, actual jefe de gabinete de D¨ªaz Ayuso, condenado por llamarle nazi cuatro veces seguidas en televisi¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.