Madrid, d¨¦jame en paz

Me cuentan que mucha gente que no vive en Madrid est¨¢ cansada, empalagada, aburrida, ah¨ªta, saturada de escuchar hablar de Madrid. No s¨¦ si me explico. La pe?a que reside en el resto de Espa?a est¨¢ hasta las narices, la coronilla, los d¨ªdimos, las turmas, los senos, las ubres de que les hablen de las cuitas de la capital del reino.

Encienden la tele: Madrid. Ponen la radio: Madrid. Cogen el peri¨®dico: Madrid. D¨ªa de la Constituci¨®n: Madrid. Aniversario del Golpe de Estado: Madrid. 8-M (real o virtual): Madrid. Ana Obreg¨®n: Madrid. Campa?as de vacunaci¨®n ca¨®ticas: Madrid. Mociones de censura: Madrid. Manifestaciones negacionistas: Madrid. J¨®venes fuera de control: Madrid. Asalto al Capitolio: ¡°Esto es como de Rodea el Congreso de Madrid¡±. Una nevada dantesca que paraliza a todo el pa¨ªs: Madrid. Restaurantes pensados para Instagram: Madrid. Gimnasios abarrotados: Madrid. Little Venezuela: Madrid. Bert¨ªn Osborne se divorcia: Madrid. Raperos que dicen animaladas: Audiencia Nacional, es decir Madrid. Andrea Levy, barcelonesa s¨ª, pero en Madrid. Invitado estrella de El Hormiguero: el alcalde de Madrid. Una gran multinacional discogr¨¢fica le da millones de euros al exnovio de Rosal¨ªa para hacer lo que quiera y ¨¦l graba un disco que gira en torno a la capital y rueda varios videoclips alucinantes ambientados en¡­ Madrid. ?Hasta los twitteros de provincias hablan a todas horas de Madrid!

Es como si durante la pandemia se hubiese suspendido el estado de las autonom¨ªas y un NO-DO centralista y dist¨®pico copase los medios de comunicaci¨®n. Caf¨¦ para todos, s¨ª, pero con boller¨ªa de Viena Capellanes. Pues les voy a ser sincera: yo estoy empezando a agotar los recursos para combatir la claustrofobia que me genera no poder salir de esta ciudad que amo. Rutas ciclistas a pol¨ªgonos industriales. Hecho. Excursiones a barrios de aluvi¨®n a los que nadie ir¨ªa con af¨¢n tur¨ªstico. Hecho. Visitas con mascarilla a exposiciones inveros¨ªmiles. Hecho. Paseo nocturno por un Jard¨ªn Bot¨¢nico iluminado como las fuentes del Belaggio. Hecho. Tours arquitect¨®nicos bienintencionados (iglesias brutalistas, edificios de Saenz de Oiza, rincones secretos de Antonio L¨®pez). Hecho.

Iniciativas gastron¨®micas extra?as (ahorrar todo el a?o para pedir Horcher a domicilio, por ejemplo). Hecho. Nueve horas seguidas sentada en una terraza de la plaza de la Paja resultantes en una cuenta final con la que podr¨ªa haber comprado el traspaso del local. Hecho. Acudir a la reapertura del Parque del Retiro para contemplar la escabechina arb¨®rea. Hecho. Una hora de reloj en la parafarmacia de El Corte Ingl¨¦s de Raimundo Fern¨¢ndez Villaverde prob¨¢ndome cremas. Hecho. Bajar la Gran V¨ªa una ma?ana de s¨¢bado para comprobar que frente al McDonalds de Montera un pobre se?or duerme sobre un colch¨®n de matrimonio y todo el mundo pasa a su lado como si no existiera. Hecho. Ir a ver el ne¨®n de C. Tangana, El madrile?o, en el Edificio Espa?a. Hecho. Escribir un texto poniendo cara de asco para decir que estoy hasta las mism¨ªsimas g¨®nadas y que a veces tambi¨¦n me agobia mucho la capital del Reino. Reci¨¦n hecho.