El Gobierno de Madrid ocult¨® que el veto a Montero en un instituto era pol¨ªtico

La Comunidad ocult¨® que el veto a la visita de la ministra de Igualdad, Irene Montero, al Instituto G¨®mez Moreno ten¨ªa un car¨¢cter pol¨ªtico. Que era un veto, en definitiva. La Administraci¨®n regional aleg¨® razones sanitarias, pero el acto estaba programado en un espacio abierto de 4.000 metros cuadrados y no iban a asistir m¨¢s de 20 personas. Esa explicaci¨®n es la que se traslad¨® a la ministra, que no acudi¨® al acto. Fue horas despu¨¦s cuando la Comunidad filtr¨® a los medios que se trataba de una prohibici¨®n para evitar un acto de ¡°adoctrinamiento¡±. Montero estudia organizar otro encuentro con las alumnas.

Todo naci¨® de las menores. Este curso el centro cumple 50 a?os desde su inauguraci¨®n y, a principio de curso, tanto ellas como los profesores pensaron en actividades para celebrarlo ¡°poco a poco¡±, cumpliendo siempre las medidas de seguridad. La pandemia obligaba a pensar de otra manera y eso intentaron hacer.

Y pensaron a lo grande. ¡°?Por qu¨¦ no invitar a la Ministra de Igualdad a una charla para que entienda c¨®mo vivimos el feminismo en un barrio como San Blas?¡±, se preguntaron. Era complicado, claro. C¨®mo iba a ir una ministra ¡°y encima el 8M, con todo lo que tendr¨ªa que hacer¡±. Pero hab¨ªa que intentarlo.

La manera de proceder ante una idea semejante es la siguiente. La Comisi¨®n de Igualdad, que se trata de un grupo de alumnos y profesores donde tratan temas de igualdad y de diversidad (ya que en el centro hay matriculados chicos con alguna discapacidad), elev¨® la petici¨®n al centro. El centro deleg¨® la decisi¨®n en el Consejo Escolar, como obliga la normativa, y una vez pas¨® ese tr¨¢mite lanz¨® la moneda al aire.

Hace un mes le lleg¨® la petici¨®n a Montero. Se trataba de ir y escuchar a las alumnas, que quer¨ªan hacer un manifiesto sobre lo que significa para ellas la igualdad en su instituto y en un barrio como San Blas, conocido en las noticias por hechos lamentables como el del pasado octubre, cuando el barrio se incendi¨® con peleas entre grupos de extrema derecha y los menores magreb¨ªes que viven en pisos tutelados (los conocidos como Menas). Para sorpresa del centro, y de las menores, la ministra acept¨® la invitaci¨®n. Y se pusieron a trabajar.

Los miembros de la direcci¨®n organizaron el acto. El instituto cuenta con un espacio exterior de 4.000 metros cuadrados y hab¨ªan dispuesto el lugar para que se cumplieran todas las medidas de seguridad. No asistir¨ªan m¨¢s de 20 personas. El equipo directivo, cinco profesores, tres alumnas, la propia ministra y parte de su equipo. Ni prensa, ni actos multitudinarios. Nada.

Las alumnas se pusieron a debatir ideas. A decidir qu¨¦ le quer¨ªan trasladar a la invitada. Y a montar el espacio con murales y carteles que hac¨ªan referencia al d¨ªa de la mujer.

En la parte institucional, sin embargo, lleg¨® el l¨ªo. Lo que iba a ser un encuentro propiciado por las menores, se convirti¨® en un asunto pol¨ªtico.

El Ministerio de Igualdad asegura que activaron ¡°el aviso institucional¡±, como una cortes¨ªa. Avisaron a la Delegaci¨®n del Gobierno y a la Consejer¨ªa de Educaci¨®n de la Comunidad de Madrid. De hecho, d¨ªas antes del acto, la polic¨ªa y miembros de seguridad de Montero visitaron el centro para comprobar c¨®mo se iban a cumplir las medidas de seguridad. Nunca recibieron respuesta negativa por parte de la Comunidad.

La reuni¨®n

Eso mismo lo confirma la Consejer¨ªa de Educaci¨®n. ¡°No se avis¨® por escrito porque nunca hubo petici¨®n por escrito¡±, dice un portavoz. Tambi¨¦n dice que nadie les inform¨® del car¨¢cter del acto: cu¨¢nta gente iba a ir, c¨®mo se iba a realizar o en qu¨¦ horario. Pero se reunieron con el propio instituto. All¨ª se personaron el pasado d¨ªa 2 de marzo la Directora del ?rea territorial, Coral B¨¢ez, y la Viceconsejera de Educaci¨®n, Nadia ?lvarez, que tuvieron una reuni¨®n con la directora del centro, que no ha querido hablar en ning¨²n momento con la prensa tras saltar la pol¨¦mica. Le dijeron que no autorizaban el acto con la ministra por razones sanitarias y la directora explic¨® las medidas de seguridad que se hab¨ªan tomado. Las representantes de la Administraci¨®n insistieron y la directora, seg¨²n fuentes internas, pidi¨® que la decisi¨®n que tomaran, se la mandaran por escrito.

El tiempo pas¨® y el escrito no lleg¨®. El ministerio no recibi¨® ninguna negativa y sigui¨® adelante con el plan. Las alumnas estaban nerviosas, se hab¨ªan pasado una semana entera trabajando para el acto. De hecho, el d¨ªa anterior se fueron a casa a las once de la noche.

Pero la desilusi¨®n lleg¨® el mismo d¨ªa de la mujer a las once la ma?ana, cuando lleg¨® la carta. ¡°La visita programada no est¨¢ autorizada en horario lectivo, dadas las medidas sanitarias que se mantienen por la pandemia originada por el covid¡±, dice la misiva, firmada por la propia B¨¢ez. Fue varias horas despu¨¦s cuando la Comunidad aleg¨®, por distintos canales, que la suspensi¨®n se deb¨ªa a causas pol¨ªticas, para evitar ¡°un adoctrinamiento¡±, hecho que sorprendi¨® al propio ministerio, que nunca recibi¨® esa explicaci¨®n.

Las alumnas expresaron el enfado y la frustraci¨®n en un v¨ªdeo que decidieron colgar en Twitter. Explicaban que no quer¨ªan ser utilizadas pol¨ªticamente, pero que les parec¨ªa mal la decisi¨®n tomada. De hecho, no estaba previsto que Montero hablara, solo iba a escucharlas. Los retuits se multiplicaron, la gente a favor y en contra empez¨® a opinar y, efectivamente, se sintieron utilizadas por intereses pol¨ªticos.

Este martes, con la resaca de la pol¨¦mica, las alumnas que dieron la cara, de 16 y 17 a?os, no quisieron ni salir al recreo, abrumadas y agobiadas. Recibieron insultos y amenazas por grupos de extrema derecha. Silvia, la ex alumna que colg¨® el v¨ªdeo, denunci¨® ¡°infinitas cuentas y mensajes¡± porque les dec¨ªan aut¨¦nticas ¡°barbaridades¡±.