La destrucci¨®n del tejido vecinal de Madrid avanza dos pasos
Una serie de cierres de espacios de participaci¨®n ciudadana marcan la pol¨ªtica sociocultural del equipo de Mart¨ªnez-Almeida desde su llegada al Ayuntamiento
Los vecinos del barrio de la Guindalera se dispon¨ªan a abrir el s¨¢bado 22 de junio de 2019 el centro vecinal La Gasolinera, en el que sol¨ªan realizar actividades socioculturales, proyectar pel¨ªculas, disfrutar de conciertos, poner en marcha actividades familiares¡ pero alguien hab¨ªa cambiado el candado. Adem¨¢s, la pieza de arte urbano que cubr¨ªa la fachada estaba pintada de blanco. No eran ni okupas, ni malhechores, era el Ayuntamiento de Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez-Almeida (PP), que hab¨ªa entrado tan solo unos d¨ªas antes en el Gobierno municipal y clausuraba el espacio. La premura de la medida parec¨ªa una declaraci¨®n de intenciones.
El caso de La Gasolinera fue el primero de una serie de cierres, proyectos truncados y no renovaciones que llega hasta hoy. El ¨²ltimo esc¨¢ndalo relacionado con los espacios de participaci¨®n es el traslado a Matadero y futuro incierto de MediaLab, un centro de innovaci¨®n, cultura y participaci¨®n de referencia internacional que desde el a?o 2013 estaba instalado en el c¨¦ntrico edificio de la Antigua Serrer¨ªa Belga, rehabilitado para la ocasi¨®n por los arquitectos Langarita y Navarro. Con su nueva ubicaci¨®n, el Ayuntamiento pretende relegar el espacio a un segundo plano a cambio de dejar su lugar en el n¨²mero 15 de la calle de la Alameda al en¨¦simo museo en la Milla de Oro, donde ya est¨¢n el Prado, el Reina Sof¨ªa, el Thyssen, Centro Centro o el CaixaForum.
¡°El Ayuntamiento ha entrado en una deriva retr¨®grada sorprendente, en direcci¨®n contraria a las ciudades m¨¢s avanzadas de Europa¡±Blanca G¨®mez, portavoz de la Red de Espacios Autogestionados de Madrid (REMA)
Otro espacio en v¨ªas de transformaci¨®n, este de car¨¢cter espec¨ªficamente cultural, es la Nave 16 de Matadero, dedicada hasta ahora a las residencias art¨ªsticas, que ser¨¢ convertida en un ¡°centro de arte inmersivo¡± para un p¨²blico eminentemente tur¨ªstico y gestionado por una empresa privada. La cr¨ªtica de arte Elena Vozmediano lo ha calificado como una ¡°barraca de feria¡±. Paralelamente, y siguiendo los Acuerdos de la Villa -el pacto de todos los grupos municipales para hacer frente a la pandemia-, el Ayuntamiento ha ofertado, en cesi¨®n de un a?o a asociaciones y empresas, espacios en Conde Duque, Matadero, el Centro Daoiz y Velarde o Centro Centro, aunque desde M¨¢s Madrid se?alan que esa medida se acord¨® para dar un empuj¨®n en los momentos de emergencia y que ya no tiene sentido, sobre todo su uso por parte de empresas. ¡°La cesi¨®n de espacios est¨¢ bien¡±, concluye Vozmediano. ¡°El problema es cuando el Ayuntamiento no tiene una estrategia clara. La cesi¨®n no puede suponer una dejaci¨®n de responsabilidad del Ayuntamiento, que tiene obligaci¨®n de hacer programaci¨®n cultural rica y diversa¡±.
Se acabaron lugares donde se generaba tejido ciudadano como La Salamandra de Moratalaz, EVA Arganzuela o la Casa de la Cultura de Chamber¨ª, que tiene previsto ser desalojada en unos d¨ªas, as¨ª como la Casa del Cura de Malasa?a, cuyo desalojo fue frenado en los tribunales, pero tambi¨¦n se prev¨¦ cercano. Algunos organismos, como Museo Situado, auspiciado por el Reina Sof¨ªa, tambi¨¦n han denunciado la falta de espacios para paliar los efectos de la crisis pand¨¦mica (como los bancos de alimentos), una emergencia de la que, a su juicio, las autoridades no se est¨¢n ocupando.
¡°Se vio desde el principio que este gobierno no estaba a favor de la participaci¨®n ciudadana, pero ha entrado en una deriva retr¨®grada sorprendente, en direcci¨®n contraria a las ciudades m¨¢s avanzadas de Europa¡±, explica Blanca G¨®mez, portavoz de la Red de Espacios Autogestionados de Madrid (REMA) y de la Casa de Chamber¨ª. Desde el Ayuntamiento se?alan que este centro vecinal no es suficientemente representativo del barrio: ¡°Las actividades que se desarrollan en el local est¨¢n dirigidas y buscan la participaci¨®n de los miembros de las entidades que la gestionan, pero no del p¨²blico en general¡±, dicen desde el Ayuntamiento. En el barrio de las Letras los vecinos piden una biblioteca y un centro de salud en el inmueble que ocupaba La Ingobernable, el Ayuntamiento propuso en principio otro museo en la Milla de Oro (el Museo Jud¨ªo), aunque ahora los planes son inciertos.
¡°Creo que esta administraci¨®n tiene una visi¨®n estereotipada de estos espacios: piensan que son nidos de radicales de extrema izquierda haciendo cosas raras¡±, explica el soci¨®logo Xos¨¦ Ramil, participante en el espacio Esto es una plaza de Lavapi¨¦s. ¡°En realidad en estos lugares se juntan vecinos de toda clase e ideolog¨ªa para hacer cosas juntos. Crear tejido social es muy dif¨ªcil, destruirlo muy f¨¢cil¡±. Otros proyectos en proceso, como la Casa de Asociaciones de Hortaleza o el Espacio Interasociativo Villa de Vallecas fueron paralizados. Etc¨¦tera.
En general, se masca la sensaci¨®n entre los colectivos de que el Ayuntamiento ha tomado los movimientos vecinales y participativos como un enemigo a batir. ¡°No existe un plan para cerrar los espacios vecinales¡±, explican en el Ayuntamiento. ¡°Cada Junta Municipal valora de forma individualizada la cesi¨®n de cada espacio y decide, en funci¨®n de sus propios criterios y primando siempre la libre concurrencia, la renovaci¨®n de la cesi¨®n o si debe buscarse otro uso¡±.
Casi toda la decena de espacios vecinales truncados fueron cedidos durante la anterior legislatura, de Manuela Carmena. El actual gobierno ha argumentado que se enregaron de manera irregular. Desde M¨¢s Madrid replican que fueron adjudicados mediante concursos transparentes. ¡°Creo que la causa de los cierres son meros prejuicios ideol¨®gicos¡±, dice Rita Maestre, portavoz del grupo municipal. ¡°Son espacios donde hay despensas solidarias o grupos de ajedrez y que ahora, por mucho que digan, se van a quedar vac¨ªos. Es la pol¨ªtica del deshacer lo anterior sin hacer nada nuevo. Hay odio a la participaci¨®n, a que los ciudadanos operen fuera del mercado o de la instituci¨®n¡±.
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