¡®M¨²sica y mal¡¯: la ambivalente relaci¨®n entre ¨¦tica y est¨¦tica
Un concierto guiado por Lola Blasco sobre las melod¨ªas en torno a los rincones oscuros de la historia regresa a escena en el Teatro Fern¨¢n G¨®mez
En 2018, Lola Blasco (Alicante, 38 a?os) se plant¨® en El Ambig¨², un peque?o espacio con servicio de bar y cafeter¨ªa dentro del extinto Pav¨®n Teatro Kamikaze, para hablar sobre m¨²sica e historia junto al piano de Alexis Delgado B¨²rdalo. Una nueva versi¨®n de ese montaje, M¨²sica y mal, adaptado al tiempo y las circunstancias, se instala este mi¨¦rcoles hasta el 11 de abril en la sala Jardiel Poncela del Teatro Fern¨¢n G¨®mez Centro Cultural de la Villa.
La actriz y dramaturga recuerda haberle contado a Israel Elejalde, uno de los integrantes de la compa?¨ªa Kamikaze, ¡°una idea que era una locura¡±, dice. Lo que le rondaba por la cabeza era ¡°hacer algo muy privado, una especie de charlas de apreciaci¨®n musical como las que hac¨ªa Hitler. Era tan privado que pensaba montarlo en salones de casas¡±, cuenta. ¡°Israel y su compa?¨ªa son gente muy de empujar a otros a que hagan cosas, as¨ª que me dijo: ¡®vente a hacerlo a nuestro teatro¡¯. Cuando lo vio montado, me coment¨® que era una iniciativa que ten¨ªa que llegar a un teatro p¨²blico¡±. Y as¨ª ha ocurrido tres a?os despu¨¦s.
La Premio Nacional de Literatura Dram¨¢tica 2016 construye un concierto guiado en forma de conversaci¨®n musical con la que ella y el m¨²sico que le acompa?a hacen un recorrido por las oscuras circunstancias que han rodeado a algunas de las composiciones m¨¢s emblem¨¢ticas del canon occidental. En su particular lista de reproducci¨®n suenan extractos del Moro Lasso de Carlo Gesualdo, creador de finales del Renacimiento con tanto talento para la composici¨®n como para el asesinato, y de las Variaciones Goldberg de Bach. Pero la selecci¨®n hist¨®rico-sonora se centra principalmente en el nazismo, con autores conectados con sus ideas, como Robert Schumann, cuyas Escenas infantiles tarareaba el m¨¦dico Josef Mengele mientras seleccionaba a las v¨ªctimas de la c¨¢mara de gas. Tambi¨¦n hay espacio para el inevitable Wagner (Preludio de Trist¨¢n), entre otras melod¨ªas. ¡°Es una parte de la historia que invita mucho a la reflexi¨®n, porque la paradoja en torno a ella es muy grande. Ocurre en una Alemania que es el coraz¨®n de la refinada cultura europea¡±, comenta Blasco horas antes del reestreno de esta pieza.
¡°Yo seguir¨¦ escuchando los discos de Pl¨¢cido Domingo y viendo las pel¨ªculas de Woody Allen¡±
Con las notas nacidas de las manos de Delgado B¨²rdalo y la voz y el cuerpo de la actriz se produce un di¨¢logo de 70 minutos entre la palabra y la m¨²sica para, explica ella misma, reflexionar sobre cu¨¢l de las dos es m¨¢s importante. ¡°Me he pasado muchas noches dialogando con la m¨²sica en mi intimidad, lo hago con Wagner, con Bach y con otros compositores que tanto admiro¡±, comenta la alicantina sobre su abstracta compa?era de reparto.
A trav¨¦s de este montaje, Blasco se muestra favorable a revisitar la historia. ¡°Hacerlo trae consigo efectos positivos, como la gran cantidad de artistas femeninas de las que no hab¨ªamos tenido noticia y que estamos recuperando. Tambi¨¦n nos sirve para poner a otras personas en su sitio¡±. Dice personas en vez de artistas para no sumarse a la cultura de cancelaci¨®n que se aplica en los ¨²ltimos tiempos a las obras de artistas pol¨¦micos. Sin posicionarse en el blanco y al negro, M¨²sica y mal juega con la ambivalente relaci¨®n entre est¨¦tica y ¨¦tica. Su creadora recuerda que en esa dualidad, por ejemplo, viv¨ªa Richard Strauss, cuya conexi¨®n con los mandatarios nazis como presidente de la C¨¢mara de M¨²sica del III Reich no le impidi¨® luego intentar liberar a su nuera Alice, de origen jud¨ªo, de un campo de concentraci¨®n y proteger a sus nietos de la amenaza del gobierno de su pa¨ªs. ¡°?Debo dejar de escuchar a Wagner porque fuera antisemita? Para m¨ª, Trist¨¢n e Isolda va a seguir siendo mi ¨®pera favorita. Es un dilema que yo no resuelvo en escena porque intento huir de la moralina y porque es algo que no creo que se pueda resolver tan f¨¢cilmente. Tambi¨¦n se ha hablado de si debemos dejar de escuchar a Pl¨¢cido Domingo. Yo me seguir¨¦ poniendo sus discos. Y viendo las pel¨ªculas de Woody Allen¡±, afirma.
Tras presentarse en otros puntos de la Comunidad de Madrid durante estos a?os, el cambio de espacio ha obligado a modificar tambi¨¦n la escenograf¨ªa de M¨²sica y mal con respecto a lo visto en sus primeras funciones en el Pav¨®n Teatro Kamikaze. ¡°Antes, el lugar era tan peque?o que parte de la propuesta era menos teatral, y ten¨ªa que ver con la cercan¨ªa con el p¨²blico. ?Hasta le daba la mano a la gente!¡±, comenta. En uno de los nuevos gui?os recuerdan el gusto de Nietzche por la zarzuela La Gran V¨ªa, de Federico Chueca. Pero M¨²sica y mal no se trata de una simple charla. El texto y la interpretaci¨®n rompen continuamente su tono para combinar una intenci¨®n did¨¢ctica con la habitual seducci¨®n actoral que ayuda a atraer al espectador al relato.
La directora de escena Pepa Gamboa, con quien Blasco ya ha coincidido en En palabras de Jo... Mujercitas, codirige este espect¨¢culo: ¡°Esta vez, nuestra colaboraci¨®n es diferente, porque generalmente es ella la que me llama a m¨ª para aportar algo a sus proyectos y en esta ocasi¨®n he sido yo la que le he pedido que me acompa?e a m¨ª. En m¨²sica y mal estoy produciendo, dirigiendo, escribiendo e interpretando. Llega un momento en que no llego a todo y es necesaria una mirada externa de alguien que, adem¨¢s de compa?era de profesi¨®n, es amiga¡±.
Informaci¨®n: M¨²sica y mal. Cu¨¢ndo: Del 24 de marzo al 11 de abril. De martes a domingo a las 19:30 horas. D¨®nde: Sala Jardiel Poncela. Teatro Fern¨¢n G¨®mez. (Plaza de Col¨®n, 4). Precio: Entrada general: 18€. Venta anticipada 15€.
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