Carmen Castellote: la ¨²ltima poeta viva del exilio republicano
La autora reside en M¨¦xico, pero un escrito de 2018 en el blog del actor Carlos Olalla inici¨® una inesperada amistad que se materializa en el recital de homenaje ¡®Kil¨®metros de tiempo¡¯
¡°La vida est¨¢ esparcida por todas partes. Tengo que recogerla de muchos lugares, de diferentes dibujos y cuadernos¡±. Estas palabras pertenecen a Cartas a m¨ª misma, una obra autobiogr¨¢fica escrita en prosa po¨¦tica y publicada en M¨¦xico. Su autora, Carmen Castellote, se vio arrojada fuera de su tierra desde la m¨¢s tierna infancia; convirti¨® el tren en s¨ªmbolo de su existencia, en ¡°biograf¨ªa de realidad y de sue?o¡±. Acab¨® escribiendo para unir todos los paisajes, recuperar la patria perdida, la infancia arrebatada a lo largo de ¡°kil¨®metros de tiempo¡±. A sus 89 a?os, se ha convertido en la ¨²ltima poeta viva del exilio republicano. Reside en M¨¦xico, el pa¨ªs que la acogi¨® desde 1958. Este viernes, coincidiendo con el D¨ªa del Libro, un recital en Madrid bautizado como Kil¨®metros de tiempo ¨Cen homenaje a un verso suyo¨C reivindica su memoria y su obra, injustamente olvidadas a las 19:00 horas en el Centro Cultural San Francisco La Prensa de Carabanchel. En ¨¦l participar¨¢n los actores Carlos Olalla y Alejandra Morente, adem¨¢s del bandoneonista David Sanz. El acto se repetir¨¢ el s¨¢bado a la misma hora.
Carmen naci¨® en Bilbao. Ten¨ªa cinco a?os cuando, en 1937, ya iniciada la Guerra Civil, las tropas franquistas preparaban el asalto final a la ciudad, pocas semanas despu¨¦s de los bombardeos sobre Guernica. Para protegerla, sus padres decidieron embarcarla en una campa?a de evacuaci¨®n de ni?os organizada por la Segunda Rep¨²blica Espa?ola que los destinaba a Francia, B¨¦lgica y la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Carmen entr¨® en este ¨²ltimo grupo. Cuando lleg¨® a Leningrado con otros m¨¢s de 1.500 ni?os vascos, fue recibida calurosamente por los rusos y alojada en las llamadas ¡°Casas de los ni?os¡±. Iba por unos meses, pero la guerra espa?ola dur¨® dos a?os m¨¢s. Y en 1941, la II Guerra Mundial la separ¨®, de nuevo, de un ambiente ya familiar: fue evacuada lejos del frente, a un pueblo de Siberia llamado Tundrija. Por eso la guerra se convirti¨® en otro eje biogr¨¢fico sobre el que posteriormente escribir¨ªa: ¡°nada puede apartarme de la guerra, / de sus muertos escondidos en mi infancia¡±.
M¨¢s tarde, estudi¨® Historia en Mosc¨², donde gan¨® la medalla Pushkin gracias a un ensayo sobre literatura rusa. All¨ª tambi¨¦n contrajo matrimonio con un socialista polaco en 1956. Se trasladaron a Polonia ese mismo a?o, pero un nuevo viaje cambiar¨ªa su vida solo dos a?os despu¨¦s. En 1958, march¨® a M¨¦xico para reencontrarse con su padre, que viv¨ªa all¨ª exiliado desde el final de la Guerra Civil. Ser¨ªa el ¨²ltimo gran viaje de Carmen, que establecer¨ªa su residencia en M¨¦xico, donde ha trabajado durante m¨¢s de veinte a?os dirigiendo el departamento de geograf¨ªa e historia de la editorial UTEHA.
Fue all¨ª donde empez¨® a escribir poes¨ªa: ¡°Escribo para enhebrar las cosas que viv¨ª y hacer con ellas memoria¡±, confesar¨ªa. Toda su vida cabe en su obra: la infancia, la guerra, los trenes, el amor. Su verso, delicado y preciso, rico en im¨¢genes, alberga la nostalgia inseparable del exiliado: esa criatura condenada a un eterno echar de menos. Sin embargo, nunca ha buscado la fama; se define a s¨ª misma como ¡°francotiradora, alejada de los medios literarios¡±. Esta circunstancia, unida al exilio, ha contribuido al olvido al que se la ha condenado en Espa?a. De su amplia obra, editada en M¨¦xico, apenas existe alguna peque?a muestra en la Biblioteca Nacional Espa?ola. Y es que, como ella misma reconoci¨® en una tribuna publicada en 1991 en el diario El Pa¨ªs, ¡°el espa?ol es f¨¢cil para el olvido¡±.
Fue Carlos Olalla, actor que cuenta con una larga y prestigiosa carrera en el cine y la televisi¨®n espa?ola, quien hall¨® su rastro de forma casual, cuando preparaba un mon¨®logo sobre las mujeres del exilio republicano. Fascinado por los pocos poemas que pudo leer, reuni¨® la escasa informaci¨®n que obtuvo sobre ella para publicar una entrada en su blog en 2018. La sorpresa se produjo cuando, tiempo despu¨¦s, la propia Carmen contact¨® con ¨¦l desde M¨¦xico a trav¨¦s de su nieto: una historia muy novel¨ªstica de la que germin¨® una fruct¨ªfera amistad entre la escritora y el actor.
Ahora, Carlos est¨¢ empe?ado en editar su obra completa en Espa?a, en reivindicar justamente la memoria de la ¨²ltima poeta de nuestro exilio; no solo por las implicaciones hist¨®ricas, sino porque se trata de una obra de calidad excepcional que todos los amantes de la poes¨ªa tienen derecho a conocer. Homenajes como Kil¨®metros de tiempo, celebrado en pleno D¨ªa del Libro, se vuelven muy necesarios en esta lucha tit¨¢nica contra el olvido. ¡°No lograr¨¢ el sol con su ronda de diestros girasoles, ni el mar con su man¨ªa de ahogarlo todo, dormir lo que despierto est¨¢ en el coraz¨®n. Que no se puede matar el tiempo ni la vida sepultando todos los relojes¡±, leemos en las memorias de Carmen.
El exilio, con su traje desgarrado y tantas veces invisible, ha reunido cientos, miles de nombres de intelectuales espa?oles ¨Ctantos de ellos, desconocidos¨C, algunos de los cuales jam¨¢s regresaron a su patria, si es que los exiliados pueden tener patria f¨ªsica, m¨¢s all¨¢ de la sentimental, de ese mapa de tiempo en el que los adioses ser¨ªan las fronteras; ese que podemos revivir en la inmensa obra de Carmen Castellote:
¡°Nac¨ª en una regi¨®n donde crecen globos y fantasmas, en una casa imaginada por m¨ª, con balcones al c¨¦sped y cuartos que iluminaba con mis manos. Cre¨ªa que la noche la construyeron los dioses para que yo so?ara, que en la honda oscuridad habitaban otros seres que me mostraban sus ¨¢rboles, m¨¢s humanos que los nuestros, r¨ªos donde los peces jugaban a ser sombras y unas ardillas hablaban mi idioma, mundo encantado donde volar de cumbre en cumbre era ejercicio hacedero. [¡] Cuando crezca ser¨¦ ni?a. Salvar¨¦ mi encantamiento. Insistir¨¦ en los milagros. Creer¨¦ en la envoltura interior de las leyendas. Quiero salir de nuevo a los caminos, eternizarlos. Cumplir con mi destino de so?adora de mundos¡±.
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