Y Ayuso eclips¨® el segundo aniversario de Almeida

Una se?ora de unos 80 a?os muy coqueta se sienta en una mesa redonda en uno de los grandes salones del c¨¦ntrico hotel Ritz, donde el lujo se percibe hasta en el tintineo de las cucharillas de caf¨¦. La mujer, de momento, no ha venido a hospedarse. Ha acudido para desayunar gratis, observar a la alta pol¨ªtica madrile?a y a escuchar al alcalde Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez-Almeida, que este martes cumpl¨ªa dos a?os al frente del Ayuntamiento de Madrid. Minutos antes del desayuno informativo, la se?ora se toma un minicruas¨¢n, una tapita de jam¨®n, una pi?a cortada, un zumito de naranja natural y un caf¨¦ con leche. A las 9.05, Almeida sale al escenario. La se?ora, discreta, decide cerrar los ojos y dormirse un rato. Bueno, casi toda la charla. Ha sido un desayuno del que se esperaba escuchar alg¨²n anuncio de calado importante. Sucede en la mayor¨ªa de los coloquios pol¨ªticos en los que hay varios empresarios. Pero aqu¨ª, no. Fue un mon¨®logo del alcalde de casi una hora.

El 15 de junio era un d¨ªa grande para el PP madrile?o, que sabe vender muy bien los actos medi¨¢ticos. Al desayunoaniversario acudi¨® casi toda su plana mayor. El presidente nacional, Pablo Casado; la presidenta regional, Isabel D¨ªaz Ayuso; la delegada del Gobierno, Mercedes Gonz¨¢lez; la vicealcaldesa, Bego?a Villac¨ªs; los concejales y hasta varios diputados regionales y nacionales. El PP estaba feliz. Todos sonre¨ªan. Pero ¡ªcasi siempre hay un pero en los actos del PP¡ª Ayuso atraves¨® entonces uno de los pasillos del hotel junto a su equipo de prensa. Las c¨¢maras y los fot¨®grafos comenzaron a agolparse alrededor de ella y, al contrario que el presidente Casado, la presidenta se fren¨® en seco. Estaba comod¨ªsima ante tanto revuelo medi¨¢tico.

¡ª ?Est¨¢is todos?¨D, pregunt¨® a los periodistas un miembro de protocolo a la prensa.

Y sin medias tintas, lanz¨® su discurso: ¡°Me sigue pareciendo una humillaci¨®n que el Rey tenga que firmar los indultos. No he rectificado¡±. La presidenta, incluso, lleg¨® a autopreguntarse como si fuera una periodista: ¡°?Sobre Pablo Casado? Piensa lo mismo que yo¡±. Y sonriente, salud¨® a los presentes y se sent¨® en otra mesa redonda junto a Casado, Villac¨ªs y la delegada del Gobierno. El discurso de Almeida, que b¨¢sicamente fue un balance de sus dos a?os de mandato con Ciudadanos, se solap¨® de inmediato. Ayuso acapar¨® todos los titulares de los diarios y de las televisiones en un d¨ªa se?alado en rojo por el equipo del alcalde.

¡°Hace dos a?os me enfrentaba al desaf¨ªo y el reto de dirigir una ciudad¡±, dijo Almeida tras subirse al escenario. ¡°PP y Ciudadanos ¨¦ramos dos partidos, pero form¨¢bamos un equipo. No importaban nuestros intereses, sino los madrile?os¡±. Aqu¨ª record¨® que las obras de Madrid Nuevo Norte van a comenzar, que, seg¨²n su balance, se hizo una buena gesti¨®n de la borrasca Filomena y que, aunque faltan dos a?os para las pr¨®ximas elecciones, se abre a integrar a miembros de Ciudadanos y de Vox en su futura lista. Al final, se hizo un breve turno de preguntas escritas filtradas por el moderador. ¡°?Qu¨¦ le parece la reuni¨®n bilateral entre Pedro S¨¢nchez y el presidente de Estados Unidos de 29 segundos?¡±, le cuestionaron. Y Almeida, como si estuviera en El club de la comedia, no dijo ni mu durante 29 segundos. ¡°Si se me ha hecho largo a m¨ª, imaginad a Biden¡±. Risas.

Dos horas despu¨¦s, por si fuera poco, el PP organiz¨® otro acto en Madrid R¨ªo. Aqu¨ª, como antes, tambi¨¦n se rumoreaba que se realizar¨ªa alg¨²n anuncio de calado para la ciudad. Pero nada. Ni rastro. Fue otro acto de propaganda para tratar de capitalizar las c¨¢maras en el segundo aniversario de la llegada al Ayuntamiento. Con cerca de 35 grados y un sol de esc¨¢ndalo, los 26 concejales se sentaron en unos taburetes negros sin ninguna sombra alrededor. Tal fue la crisis, que los jefes de prensa de los distintos concejales comenzaron a repartir botellas de agua y abanicos azules a los pocos minutos. Aqu¨ª, la vicealcaldesa Villac¨ªs se confes¨®: ¡°Ten¨ªamos muchas ganas de gobernar esta ciudad. Esto y ser madre es de las cosas m¨¢s bonitas que he vivido¡±. Y record¨®, al contrario que el pacto de su partido con la Comunidad, que la coalici¨®n sigue unida en la capital.

De pronto, una se?ora pas¨® por el paseo donde se encontraban los concejales: ¡°?Qu¨¦ poca verg¨¹enza, alcalde!¡±. Inmediatamente, dos ciclistas contestaron: ¡°Vamos, alcalde, vamos, campe¨®n¡±. Almeida, al terminar su turno de palabra, fue de nuevo directo con los presentes. ¡°Quedan dos a?os. Que los madrile?os no duden de que vamos a seguir trabajando. Estamos ilusionados¡±. El segundo aniversario de la llegada al poder hab¨ªa terminado, de momento.

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