El Madrid de los cincuenta en ¡®El mundo sigue¡¯, de Zunzunegui
La obra refleja de forma cruda la sociedad madrile?a de la ¨¦poca franquista a trav¨¦s de temas como la ludopat¨ªa, la libertad sexual o la violencia machista
Hace 66 a?os, el 10 de julio de 1965, se proyect¨® por primera vez en el cine Buenos Aires, de Bilbao, el largometraje El mundo sigue, dirigido por Fernando Fern¨¢n G¨®mez. Fue considerada como su ¡°pel¨ªcula maldita¡± debido a que choc¨® con la censura franquista ya desde su filmaci¨®n. Se libr¨® del total anonimato gracias a la productora bilba¨ªna Nueva Films, responsable de su primera y ¨²nica exhibici¨®n cinematogr¨¢fica hasta 50 a?os m¨¢s tarde, el 10 de julio de 2015, cuando se repuso en 13 salas de cine espa?olas, gracias a Adolfo Blanco Lucas, quien dirige la distribuidora A Contracorriente.
Dada la resistencia de la censura, sorprende descubrir que la pel¨ªcula est¨¢ basada en la novela hom¨®nima de un c¨¦lebre escritor falangista: Juan Antonio Zunzunegui (Portugalete, 1900-Madrid, 1982), figura respetada por el r¨¦gimen, autor muy le¨ªdo y acad¨¦mico de la Real Academia Espa?ola desde 1957. Parad¨®jicamente, siempre incordi¨® al franquismo por la cr¨ªtica social contenida en algunas de sus novelas, como ocurre en El mundo sigue, publicada en 1960, que refleja la pobreza ¨Dmoral y econ¨®mica¡ª y la sordidez del Madrid de finales de los cincuenta. En palabras de Fern¨¢n G¨®mez, ¡°Zunzunegui es el escritor que mejor ha llevado a la narrativa el enorme fracaso pol¨ªtico de la posguerra espa?ola¡±.
Debido tal vez a su visi¨®n tremendamente pesimista de la sociedad madrile?a, la novela no tuvo demasiado ¨¦xito en su d¨ªa. Adem¨¢s de la primera edici¨®n de 1960 a cargo de la editorial Noguer, solo existi¨® una segunda en un volumen conjunto de 1975, s¨¦ptimo de las obras completas del autor, publicado tambi¨¦n con Noguer. Hasta marzo de este mismo a?o, cuando ha sido reeditada por la editorial sevillana El Paseo.
Debido tal vez a su visi¨®n tremendamente pesimista de la sociedad madrile?a, la novela no tuvo demasiado ¨¦xito en su d¨ªa.
En la obra, Zunzunegui refleja sin pudor ¨Cy con una visi¨®n muy moderna para la ¨¦poca¨C temas como la ludopat¨ªa, la libertad sexual o la violencia machista, a trav¨¦s de la historia de dos hermanas, Elo¨ªsa y Luisita Rendueles, hijas de un guardia de circulaci¨®n ¨Cmadrile?o de los barrios bajos¨C y de una soriana que se afinc¨® en Madrid siendo adolescente; concretamente, en el piso que se convertir¨¢ en el hogar familiar de referencia durante toda la novela, situado en el n¨²mero 10 de la plaza del Dos de Mayo, en pleno barrio de Malasa?a. En la primera p¨¢gina se menciona ya el popular grupo escult¨®rico de Dao¨ªz y Velarde, obra de Antonio Sol¨¢. La escultura se ubica delante del Arco de Montele¨®n, ¨²nico resto de un antiguo parque de artiller¨ªa que fue defendido con heroicidad por los militares Luis Dao¨ªz y Pedro Velarde durante el Levantamiento del 2 de mayo de 1808.
A finales de la d¨¦cada de los cincuenta, Malasa?a era un barrio popular y empobrecido; nada que ver con el espacio alternativo y moderno en el que se convirti¨® tras erigirse como coraz¨®n de la Movida madrile?a. En la Malasa?a de la novela, las beatas entran en la Iglesia de Nuestra Se?ora de las Maravillas, la plaza del Dos de Mayo est¨¢ colonizada por chiquillos harapientos que juegan al bal¨®n y existe todav¨ªa el hist¨®rico mercadillo de la plaza del Rastrillo, en lo alto de la calle de San Andr¨¦s. En la calle de la Palma, conoce Agapito Rendueles, guardia de circulaci¨®n, a su futura esposa.
Elo¨ªsa, la mayor de las hijas, es nombrada ¡°la guapa del Dos de Mayo¡± en las populares fiestas del barrio, y los peri¨®dicos hablan de ella como ¡°la bella de Madrid¡±. Esto incrementa la envidia de su hermana peque?a, Luisita, menos agraciada f¨ªsicamente, y marca el destino final de ambas: el af¨¢n de venganza de Luisita y la acelerada decadencia de Elo¨ªsa, que comete el error de casarse con Faustino, un peluquero de la calle de Velarde irresponsable y derrochador.
La historia se centra en las vicisitudes, a lo largo de los a?os, de las hermanas antagonistas, que poseen personalidades opuestas: mientras Elo¨ªsa es bondadosa, ingenua y obsesiva respecto a la moralidad, Luisita es p¨ªcara, buscavidas y hace suyo el lema de ¡°el fin justifica los medios¡±. Aspira a una vida de lujos y acaba consigui¨¦ndola, pero dejando a un lado asuntos morales. Desde muy joven, se prostituye con hombres ricos de negocios e incluso, durante un tiempo, lucha por hacerse un hueco como vedete en el mundo del espect¨¢culo. Por su parte, Elo¨ªsa ve malograrse su antigua belleza, debido a una vida de pobreza y privaciones, tanto para ella como para sus hijos, a causa de que Faustino derrocha su sueldo en las quinielas. Las hermanas se odian visceralmente y hasta la bondad de Elo¨ªsa se trueca en rabia y ensa?amiento frente a Luisita.
Zunzunegui describe el ambiente madrile?o a trav¨¦s de estos y otros personajes secundarios. El mundo de los caf¨¦s y del ocio nocturno cobra importancia por el oficio de Faustino, que a lo largo de la historia llega a ser camarero en un bar de Cuatro Caminos, en otro de Luchana¡ Menciona tambi¨¦n el c¨¦lebre restaurante Lhardy al desarrollar la historia de la madre de Elo¨ªsa y Luisita: ¡°Cuando ella lleg¨® ya hab¨ªa pasado el mejor Lhardy, el del Madrid isabelino [¡]. Ella hab¨ªa alcanzado [¡] el de la Restauraci¨®n, ya m¨¢s tranquilo despu¨¦s de la revoluci¨®n del 68, pues pronto Fornos se llevar¨¢ el Madrid m¨¢s rumboso a sus comedores de la calle de Alcal¨¢¡±. Luisita extiende sus correr¨ªas por diversos locales: el Comercial de la glorieta de Bilbao, el Casablanca de Plaza de Espa?a, el Chicote de Gran V¨ªa y los de la zona ¡°noble¡± de Goya y Serrano, como el Manila. A la glorieta de Quevedo la llama ¡°el Brodway madrile?o¡±.
Es un Madrid plagado de contrastes, de diferencias sociales, reflejadas en las propias hermanas, que proceden de la misma familia humilde. La cr¨ªtica social toma forma en el fracaso de los personajes que intentan ser honrados y el relativo ¨¦xito de aquellos que se gu¨ªan por la picaresca
Es un Madrid plagado de contrastes, de diferencias sociales, reflejadas en las propias hermanas, que proceden de la misma familia humilde. La cr¨ªtica social toma forma en el fracaso de los personajes que intentan ser honrados y el relativo ¨¦xito de aquellos que se gu¨ªan por la picaresca. Y sobre todos ellos, el cielo de Madrid: ¡°Tiene el cielo m¨¢s elegante y bonito de Espa?a y nada predispone al goce de la ociosidad como un buen cielo¡¡±.
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