Lur, la perra pastora
Dice el que la conoce que es sigilosa y que tiende a mover a las ovejas constantemente
En la Sierra Norte no hay contaminaci¨®n, ni turistas, ni franquicias. Es Madrid pero no parece Madrid. Tampoco llega a la categor¨ªa de campo castellano, a Madarcos no le dedican libros ni poemas. A lo lejos se escucha el ladrido de un perro, ovejas balando. Un hombre grita en franc¨¦s:
- ?? gaaaaaucheeeeeeee!
Lur recibe la consigna y corre hacia la izquierda autom¨¢ticamente como si fuera la protagonista de un videojuego. La perra carea las ovejas pero las ovejas se resisten, presentan presi¨®n, saben que es una invitada y que no es su pastora habitual.
- ?? gauche! Es que encima las mastinas... la est¨¢n frenando. (Silba) Que, a ver, est¨¢n haciendo su trabajo pero buscan a Lur para cortarla. ?? droite! Es que tampoco ?Eeeeeeh! ?? droite! la conocen. Si me despisto, salen corriendo para all¨¢ ?? droite! ?Quieta! y no quiero ir a buscarlas. ?? droite, he dicho!
Rub¨¦n Cano grita a Lur en franc¨¦s porque la compr¨® a un criador galo pero, sobre todo, porque es m¨¢s corto que ¡°a izquierda¡± y ¡°a derecha¡±. Cano tiene 32 a?os y es de Orcasitas. Los fines de semana ejerce como trabajador social en pisos tutelados atendiendo a personas con discapacidad; de lunes a viernes es pastor. Cuida durante unos d¨ªas del reba?o de un amigo y ha decidido traer a Lur, su primera perra, para ayudarle a pastorear ¡°aunque los otros dos que tengo est¨¢n mejor entrenados. Los primeros mil perros son para estropearlos¡± r¨ªe.
Lur es menuda y tiene unas faldas negras que se balancean cuando corre. Dice el que la conoce que es sigilosa, que a veces le da por mover a las ovejas constantemente y que a veces toma demasiadas decisiones por su cuenta. Tiene m¨¢s naturalidad que sus compa?eros y a veces debe dar peque?os mordiscos en las patas de las ovejas para que la hagan caso, sobre todo si se trata de un reba?o grande.
Pongo, su segundo perro, es fuerte pero tambi¨¦n m¨¢s bruto. Es capaz de bajar r¨¢pidamente todo el reba?o de una monta?a. Suri, el tercero y m¨¢s joven, a¨²n est¨¢ en proceso de aprendizaje. Cano le est¨¢ entrenando en ingl¨¦s, por probar y porque es el comando universal. Las formas de pastorear entre pa¨ªses tambi¨¦n cambia. ¡°En Espa?a tienes un perro tumbado porque quieres tener a las ovejas comiendo y ya. En Inglaterra, por ejemplo, precisa de mucho m¨¢s control, se manejan reba?os m¨¢s grandes pero, a su vez, menos compactos. Las ovejas se dividen en peque?os grupos que los perros tienen que bajar barriendo la monta?a.
A Cano le esperan las suyas en Somosierra, tiene 30 ovejas pero no vive del ganado, las utiliza para mantener entrenados a los perros. Lur no deja de trabajar ni un segundo, si ¨¦l se despista charlando, aprovecha para mover el reba?o.
- La cabrona detecta hasta cuando hablo por tel¨¦fono ?Ven aqu¨ª! ?Tumba!
La perra regresa jadeando y tosiendo. Est¨¢ agotada pero no puede parar, es una workaholic. No atiende a mimos ni caricias. Cano se coloca detr¨¢s del reba?o, es hora de cerrarlas. La hierba est¨¢ h¨²meda, ha llovido toda la noche y los animales no tienen sed, de ah¨ª que les est¨¦ costando m¨¢s de lo normal ir hacia el pil¨®n. La perra aprovecha entonces para refrescarse en el abrevadero.
Poco a poco las ovejas van entrando en la tenada. Lur espera fuera. Una de las ovejas se despista y se escapa. La perra mira a su amo esperando orden. Cano se la da y Lur se levanta como un resorte, va a por la oveja y la trae de nuevo al redil.
Cano reconoce estar agotado. Adem¨¢s de la posibilidad de irse a vivir a Inglaterra, est¨¢ esperando la respuesta de una entrevista que hizo para pastorear en Cantabria. Duda. Lleva siete a?os trabajando como pastor asalariado, con cabras y ovejas, y como cualquier otro joven de su edad, la inestabilidad laboral le atormenta: ¡°Es mucho curro y poca pasta. Yo ya quiero curarme la espalda que me duele como un demonio¡±. Lur entra en la furgoneta junto a Pongo y Suri. Se tumba aunque tiene energ¨ªa para alg¨²n que otro reba?o m¨¢s.
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