Menos accidentes y m¨¢s homicidios

Las instalaciones obsoletas del Instituto Anat¨®mico Forense, situado en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense, cerraron el a?o pasado, cuando se abri¨® el moderno edificio del Instituto de Medicina Legal (IML) de la regi¨®n. Este se encuentra en el ¨²nico donut construido en la megal¨®mana Ciudad de la Justicia dise?ada en tiempos de Esperanza Aguirre y su consejero de Justicia Alfredo Prada. Los forenses y profesionales de distintas especialidades que trabajan en ¨¦l tuvieron durante el a?o pasado menos trabajo, debido a la pandemia y al confinamiento. Bajaron los ingresos, los accidentes y las autopsias, mientras que se incrementaron los homicidios y los entierros sufragados por los servicios sociales. As¨ª se desprende de la Memoria de 2020 del IML, a la que ha tenido acceso EL PA?S.

Durante el a?o pasado, ingresaron 1.928 cuerpos, lo que supone una media de cinco al d¨ªa y un descenso del 14% respecto a los 2.239 de 2019. Esto se debi¨® a que el confinamiento redujo la movilidad de los madrile?os a niveles m¨ªnimos y con ello la accidentalidad. El gran n¨²mero de fallecidos obedeci¨® a causas naturales (1.159), seguido de las violentas (680) y las indeterminadas (15).

Dentro de las violentas, hay tres categor¨ªas. Las accidentales son las m¨¢s numerosas, con 326 casos. Aqu¨ª se dan desde siniestros laborales a fallecimientos en las carreteras y calles de la regi¨®n a ¨®bitos por ca¨ªdas, electrocuciones, consumo de drogas, asfixia o ahogamientos, entre otros muchos factores. Le siguen los suicidios (315), una cifra que no ha aumentado pr¨¢cticamente en los ¨²ltimos a?os.

Lo que s¨ª puede inducir a error es el n¨²mero de homicidios, que ha pasado de 29 en 2019 a los 38 recogidos en la memoria del IML. ?Significa esto que se ha matado m¨¢s en la regi¨®n? En un primer momento y con un simple vistazo a las cifras, todo hace indicar que s¨ª. Pero hay una explicaci¨®n a?adida. Mientras estuvo abierto el Instituto Anat¨®mico Forense, hab¨ªa partidos judiciales como Alcorc¨®n, Aranjuez, Colmenar Viejo o M¨®stoles entre otros muchos que no mandaban los cuerpos a este organismo y los forenses hac¨ªan las autopsias en los tanatorios o cementerios municipales. Estos estaban dotados con todos los medios necesarios y las muestras s¨ª que se remit¨ªan a la Ciudad Universitaria o al Instituto Nacional de Toxicolog¨ªa. Pero todo ello cambi¨® con la apertura del Instituto de Medicina Legal y su norma recoge que todos los cad¨¢veres se centralicen en ¨¦l.

Ahora bien, la regi¨®n tuvo durante el a?o pasado 38 muertes violentas de naturaleza homicida, seg¨²n los forenses, que contrasta con las 33 que hubo en toda la regi¨®n en 2019. Sigue siendo una cifra muy baja comparada con el a?o 2003 en el que se bati¨® el r¨¦cord con 100 homicidios.

Menos autopsias

La llegada de la covid hizo que se restringiera en gran medida el traslado de cuerpos a los servicios forenses. El miedo al contagio y la falta de medios para realizar las pruebas marcaron las ¨®rdenes del Ministerio de Justicia de restringir al m¨¢ximo las necropsias. La memoria arroja que 128 cuerpos dieron positivos a anticuerpos del coronavirus. Marzo estuvo a la cabeza con 49 casos, lo que representa el 38% del total. La cifra continu¨® en los meases siguientes entre los 10 de septiembre y noviembre y los 6 de julio y agosto -meses de vacaciones-, con un ligero aumento en diciembre (13). De hecho, la normativa orden¨® durante bastante tiempo que, si un cuerpo daba positivo en la covid, no se le hiciera la autopsia ante el riesgo de contagio.

La pandemia y sus consecuencias econ¨®micas tambi¨¦n han tenido su repercusi¨®n en los enterramientos costeados por los servicios sociales municipales y regionales. Estos entran en acci¨®n cuando los familiares de una persona fallecida no se pueden hacer cargo de los gastos de sepelio. O cuando no quieren sufragarlo, por motivos varios. En 2020, la Comunidad de Madrid se hizo cargo de 79 servicios, seguidos de otros Ayuntamientos de la regi¨®n (7) y del Consistorio de la capital (6). En total, 92 personas. Esta cifra es muy superior a las 58 inhumadas en 2019: 31 por diversos municipios, 21 por el Gobierno regional y 6 por Madrid ciudad. Seg¨²n la memoria, el aumento por parte del Ejecutivo auton¨®mico se debi¨® a la necesidad de ¡°reducir los tiempos de dep¨®sito de los cad¨¢veres¡±.

Los facultativos del IML tambi¨¦n analizan si los fallecidos han consumido alcohol o drogas. De los 513 cuerpos analizados, 395 dieron positivos en alguna sustancia. En el caso de los hombres (271) fue mayoritario el alcohol, seguido de las benzodiacepinas y la coca¨ªna, mientras que en las mujeres predominaron ¡°otras sustancias¡±, ep¨ªgrafe que incluye la m¨¢s diversa tipolog¨ªa, y despu¨¦s las benzodiacepinas, los antidepresivos y el alcohol.

En este centro regional no solo se trata con personas fallecidas. Tambi¨¦n se atiende a sus familiares a lo que se explica los tr¨¢mites para reclamar los cuerpos o se les solicita informaci¨®n sobre antecedentes m¨¦dicos. Estos ¨²ltimos sirven para que el forense pueda completar la autopsia y la naturaleza de la muerte. De los 1.928 ingresos, 1.912 fueron atendidos por los trabajadores sociales.

La t¨ªpica imagen de fot¨®grafos tomando im¨¢genes de los cuerpos, t¨ªpica de las pel¨ªculas y las series, tambi¨¦n se da en el Instituto de Medicina Legal, donde trabajan tres especialistas de la materia. Durante el a?o pasado realizaron 950 reportajes gr¨¢ficos e imprimieron 6.921 copias que fueron adjuntadas a los informes de autopsia o remitidas a los juzgados o la polic¨ªa.

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