Del ¡®caso Kitchen¡¯ a salvar a un pasajero: el ojo que todo lo ve en el Metro de Madrid
La compa?¨ªa quiere comprar 117 nuevas c¨¢maras para reforzar en 53 estaciones su sistema de vigilancia, que garantiza la seguridad y fue usado por el entramado en el que particip¨® Villarejo
En las entra?as de Madrid habita un Gran Hermano que lo ve todo. Si las venas del Metro son sus t¨²neles, y la sangre los trenes, los ojos son las casi 10.000 c¨¢maras instaladas para garantizar que nada interrumpe el servicio. La compa?¨ªa p¨²blica acaba de licitar por 383.824,1 euros la compra de 117 nuevos dispositivos con los que quiere reforzar la vigilancia en 53 estaciones. Son la punta del iceberg. El Metro de Madrid es considerado una infraestructura cr¨ªtica para la seguridad nacional, y su protecci¨®n est¨¢ centralizada en un puesto de mando, que es algo as¨ª como la tienda de campa?a de un general ante el campo de batalla: desde all¨ª, en el Alto del Arenal, se otea todo lo que ocurre en el suburbano. Bien lo saben, por ejemplo, los investigadores del caso Kitchen.
15 de agosto de 2013. Los hombres presuntamente movilizados por el entramado en el que participaba el excomisario Jos¨¦ Manuel Villarejo para aclarar qu¨¦ documentaci¨®n sensible tiene el extesorero del PP, Luis B¨¢rcenas, observan c¨®mo su chofer le entrega a un desconocido lo que parece un paquete. Este, identificado como ¡°Var¨®n A¡± en el informe de seguimiento consecuente, entra inmediatamente en el Metro. Lo que sucede a continuaci¨®n queda reflejado en el archivo de la Asamblea, donde una diputada de M¨¢s Madrid pregunt¨® la pasada legislatura c¨®mo es posible que las im¨¢genes de ese hombre acaben en manos de quienes le siguen, registrando paso a paso su camino por el suburbano. Est¨¢ en la parada de Rep¨²blica Argentina. Baja al anden de la l¨ªnea 6. Y coge un tren en direcci¨®n a Nuevos Ministerios.
¡°Metro de Madrid responde a cualquier petici¨®n de im¨¢genes grabadas por el sistema de videoc¨¢maras del Metro de Madrid, procedente de miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado convenientemente acreditados como pertenecientes a los mismos¡±, explic¨® la compa?¨ªa al respecto.
Cientos de videos para la polic¨ªa
Las c¨¢maras del Metro proporcionan cientos de videos a la polic¨ªa cada a?o, y no siempre sobre cr¨ªmenes cometidos en el suburbano: igual que ocurri¨® en la Operaci¨®n Kitchen, son empleadas muchas veces para certificar los movimientos de un investigado. Las im¨¢genes solo se conservan seis d¨ªas en el sistema, y luego son borradas, salvo que muestren un delito o haya una petici¨®n judicial o policial para mantenerlas. Aunque, por supuesto, los seguimientos policiales no son su uso principal.
¡°La operaci¨®n en las instalaciones de Metro de Madrid est¨¢ muy tecnificada, con actuaciones remotas desde los centros de control sobre los equipos¡±, se describe en la justificaci¨®n del contrato para a?adir m¨¢s ojos al dispositivo. ¡°Adem¨¢s de tener una visi¨®n en tiempo real de lo que pasa en las estaciones para la ayuda en la toma de decisiones operativas, el disponer de im¨¢genes es imprescindible para activar ¨®rdenes de parada o puesta en marcha de instalaciones, y muy importante en la atenci¨®n de llamadas de interfonos p¨²blicos¡±, se sigue. ¡°La videovigilancia de andenes, pasillos o vest¨ªbulos, y la grabaci¨®n de las im¨¢genes de las c¨¢maras en los andenes es un recurso t¨¦cnico esencial para la protecci¨®n de las personas y de las instalaciones, y como recurso probatorio en hechos delictivos¡±, se a?ade. Y se recuerda: ¡°Las c¨¢maras se conectar¨¢n al sistema actual de centralizaci¨®n de video para unificar el acceso a las im¨¢genes y grabaciones de las mismas¡±.
Metro de Madrid cuenta con m¨¢s de 8.600 c¨¢maras de seguridad en sus instalaciones. De ellas, m¨¢s de 4.800 est¨¢n desplegadas por zonas p¨²blicas, seg¨²n informaci¨®n de la compa?¨ªa: vagones, andenes, pasillos, vest¨ªbulos...
As¨ª, la mayor parte de las incidencias registradas son sanitarias (desmayos, lipotimias, ca¨ªdas, lesiones o incluso infartos), o de seguridad (agresiones al personal de la compa?¨ªa, robos, peleas...).
¡°A lo largo de todos estos a?os, son muchas las situaciones captadas por las c¨¢maras de seguridad de Metro¡±, rememora un portavoz de la compa?¨ªa. ¡°De hecho, se ha detectado a grafiteros encapuchados entrando en las instalaciones del suburbano para pintar los trenes, o a carteristas merodeando por las estaciones en busca de una posible v¨ªctima¡±, sigue. ¡°En algunas ocasiones, las c¨¢maras han llegado a captar un robo al descuido y el personal de Metro se ha puesto en contacto con el vigilante de seguridad de la estaci¨®n para darle la descripci¨®n del presunto ladr¨®n, lo que ha permitido interceptarle y ponerlo a disposici¨®n policial, recuperando las pertenencias de la v¨ªctima¡±.
Todo empez¨® hace m¨¢s de 25 a?os. Entonces se instalaron las primeras c¨¢maras del Metro. Nada era digital. Todo era anal¨®gico. Las c¨¢maras estaban conectadas a un v¨ªdeo, tambi¨¦n anal¨®gico, con grabaci¨®n continua. M¨¢s de un cuarto de siglo despu¨¦s, el Gran Hermano del Metro es digital, y bien podr¨ªa aparecer en una pel¨ªcula de esp¨ªas. O en un documental sobre el caso Kitchen.
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