Los guardianes de la existencia
Las personas que cuidan son las que sostienen, con sus manos desnudas, la certeza de que siempre habr¨¢ alguien ah¨ª. Muchas veces, a costa de s¨ª mismos
Hoy quiero hablar de todas las personas que cuidan. Se habla poco de ellas y son las que sostienen el mundo. Sin ellas tendr¨ªamos muchas m¨¢s personas desamparadas, como desgraciadamente las hay. Y no me refiero a que est¨¦n desamparadas en lo cl¨ªnico, que tambi¨¦n, porque trae aparejado la dichosa burocracia, sino a un desamparo mucho m¨¢s profundo. La sensaci¨®n de sentir que no le importas a nadie.
Dicen que existes mientras alguien te recuerde. Las personas que cuidan tienen a su ser querido en la cabeza 24 horas al d¨ªa, lo que significa, de acuerdo con ese dicho, que las personas que cuidan son las que velan por la existencia en todos los sentidos en los que se puede existir.
Las personas que cuidan son las que sostienen, con sus manos desnudas, la certeza de que siempre habr¨¢ alguien ah¨ª. Muchas veces, a costa de s¨ª mismos. Es una figura que suele ser discreta, no vocifera, ni alardea de sus actos. Suele decir cosas como ¡°poco a poco¡±, ¡°tirando¡± o ¡°vamos haciendo¡±.
Qu¨¦ coraje me da esa bondad de pantalla, esa que se graba mientras haces algo bueno para que todo el mundo lo vea. Y no estoy diciendo que no sea bonito hacer cosas buenas por los dem¨¢s, grabadas o no, pero me parece extra?o que mientras los v¨ªdeos acumulan millones de visualizaciones, se ignore, pero tant¨ªsimo, a las personas sencillas que cuidan todos los d¨ªas, a todas horas, en silencio.
Recuerdo una escena de la pel¨ªcula Love Actually (imagino que todas sab¨¦is a qu¨¦ pel¨ªcula me refiero porque la dan todas las Navidades). En esa escena, el personaje que interpreta la actriz Laura Linney se encuentra en una cena de empresa. El atractiv¨ªsimo compa?ero que le gusta desde hace a?os por fin se le acerca y acaban en el apartamento de ¨¦l. Cuando ya est¨¢n a punto de... comienza a sonar el tel¨¦fono de ella. Es su hermano, ingresado en un centro cl¨ªnico, llorando mientras le pide que vaya a verle.
Al principio ella trata de calmarle y seguir con lo suyo, pero ante la insistencia de su hermano, finalmente se despide del compa?ero, que no entiende nada. Y se va. Los cuidados son un acto de renuncia, sobre todo de amor, pero tambi¨¦n, renuncia, pues se da la paradoja de que el amor m¨¢s sincero es un amor que no es ego¨ªsta.
No hay glamour en los cuidados. Notas c¨®mo vas cambiando poco a poco, te notas cansada, abatida. Muchas personas que cuidan acaban con depresi¨®n, lo que supone gestionar dos vidas cuando sientes que no puedes gestionar ni la tuya propia.
Aparcas cosas como vivir, echar un polvo, o no contestar el tel¨¦fono si no te apetece. Un cuidador dec¨ªa el otro d¨ªa en la tele que para ¨¦l hab¨ªa sido un privilegio poder cuidar de su mujer. Y no quiero borrar esa imagen de la persona que cuida. Solo digo que cuidando se sufre, y mucho, y que ese sufrimiento tambi¨¦n merece ser contado.
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