Kidlat Tahimik: ¡°Hollywood domina todas nuestras historias, es una verdadera guerra cultural¡±
El artista filipino reflexiona sobre el impacto del colonialismo en las culturas locales en los ¨²ltimos cinco siglos de la historia de su pa¨ªs
Un hombre con mochila vuelve a casa de su madre, en la isla filipina de Luz¨®n, despu¨¦s de haber estudiado cine en Estados Unidos. Por un momento, parece haber olvidado sus or¨ªgenes: viste la toga de los graduados, no consigue bailar al ritmo de la m¨²sica tradicional y piensa en c¨®mo grabar una versi¨®n local de Rambo o Godzilla. Hasta que el toque del gong lo golpea como una epifan¨ªa. ¡°Mam¨¢, ?quiero dirigir un taquillazo filipino!¡±, grita Kidlat Tahimik mientras se desnuda hasta quedarse en taparrabos. As¨ª el artista y cineasta ha inaugurado este jueves una exposici¨®n que reflexiona sobre el impacto del colonialismo en las culturas locales en los ¨²ltimos cinco siglos de la historia de Filipinas.
Magallanes, Marilyn, Mickey y fray D¨¢maso. 500 a?os de conquistadores RockStar ha tardado tres a?os en llegar al Palacio de Cristal, en el Parque del Retiro, donde se podr¨¢ visitar hasta el 6 de marzo de 2022. ¡°Al final el retraso por la pandemia jug¨® a nuestro favor, porque este a?o celebramos los 500 a?os desde que Magallanes visit¨® nuestro pa¨ªs¡±, ironiza Tahimik. Tampoco el lugar es casual, ya que el Palacio fue construido con motivo de la Exposici¨®n General de las Islas Filipinas de 1887.
¡°Quiero que quede claro que no soy un historiador. Soy un artista que juega con la historia oficial¡±, precisa el creador, que ha montado tres ¨¦picos conjuntos escult¨®ricos de madera que remiten a otros tantos momentos clave en la historia del colonialismo espa?ol en Filipinas.
Nacido en 1942 en un pueblo de monta?a de la ¨¦poca colonial, Tahimik ¡ªnombre art¨ªstico de Eric Oteyza de Guia, que en tagalo significa rel¨¢mpago silencioso¡ª ha elaborado a lo largo de su trayectoria art¨ªstica numerosos mitos y f¨¢bulas de cr¨ªtica al colonialismo y al imperialismo cultural. El hombre con la mochila de la performance es, en parte, ¨¦l mismo. Despu¨¦s de estudiar econom¨ªa en Estados Unidos, trabaj¨® en la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®micos en Par¨ªs, donde lleg¨® a la conclusi¨®n de que el capitalismo iba a distorsionar las culturas ancestrales. Desilusionado, decidi¨® abandonar la carrera de economista y volver a su pa¨ªs para dedicarse de manera autodidacta al cine. Esta exposici¨®n, organizada para el Museo Reina Sof¨ªa, representa su ¨²ltima gran travesura frente a la historia oficial.
Una carabela casi de tama?o natural narra la expedici¨®n de Magallanes alrededor del globo. Sin embargo, el verdadero protagonista del grupo escult¨®rico es su esclavo Enrique de Malaca¡ªoriginario probablemente de Filipinas¡ª. ¡°Enrique sab¨ªa c¨®mo volver a casa, reconoc¨ªa los monstruos marinos y las corrientes¡±, relata Tahimik, que se atreve a afirmar que este esclavo fue el primer hombre en dar la vuelta al mundo, y no Magallanes. ¡°Siempre hab¨¦is escuchado esta historia desde la mirada de los colonizadores, aqu¨ª presento nuestra versi¨®n¡±, setencia.
Batalla y revancha cultural
¡°Hollywood domina todas nuestras historias, es una verdadera guerra cultural. Esta es mi forma de decirle a Hollywood que se vaya, que tenemos nuestras narrativas y nuestra propia mitolog¨ªa y que no necesitamos sus protagonistas¡±, comenta el director, que a lo largo de su carrera siempre ha sido fiel al cine independiente.
Entre los reflejos de los cristales del Palacio, una Marilyn Monroe de madera de cinco metros de altura se enfrenta a Inhabian, la diosa del viento de una tribu isle?a, que con su aliento consigue levantar la falda de la diva del cine. Lo hace a bordo de un gale¨®n que tiene en la proa una cabeza de caballo de madera como la del Guernica de Picasso, mientras a su alrededor estalla la guerra cultural contra los mitos de Hollywood. Mickey Mouse, el Capit¨¢n Am¨¦rica y Wonder Woman cabalgan unos cohetes de la armada americana dirigidos contra las esculturas de las deidades locales.
Un arco de mallas y tuber¨ªas en hierro recrea la estructura del Palacio de Cristal con motivo de la Exposici¨®n de 1887, cuando los ind¨ªgenas Igorrotes ¡ªgrupo ¨¦tnico al que pertenece Tahimik¡ª fueron exhibidos como una especie ex¨®tica, junto a la flora y fauna aut¨®ctona. Para justificar el colonialismo, se pod¨ªa leer al lado del grupo Nuestros filipinos civilizados, un letrero que el artista reproduce en este conjunto escult¨®rico. Las estatuas visten el taparrabos tradicional, que lleva puesto el artista. ¡°No me lo puse para crear esc¨¢ndalo, ni para ser ex¨®tico, sino para vestir igual que ellos cuando estuvieron aqu¨ª hace m¨¢s de 100 a?os¡±, precisa Tahimik.
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