Las matem¨¢ticas vencen a la suerte
El calculista Alberto Coto da charlas a los adolescentes de Getafe para desmontar las falsas ideas sobre las apuestas deportivas y los juegos de azar
En la Edad Media, Antoine Gombard, el caballero de Mer¨¦, se ganaba la vida recorriendo toda Francia y haciendo apuestas en todos los pueblos. Siempre ofrec¨ªa el mismo reto a su p¨²blico. ?l ganaba si en los cuatro lanzamientos de un dado sal¨ªa al menos una vez un seis. Unas veces ganaba y otras perd¨ªa, pero el integrante de la alta sociedad jugaba con ventaja. A la larga su opci¨®n estad¨ªsticamente siempre resultaba vencedora en el 52% de los casos, lo que le reportaba beneficios. Esta es una de las an¨¦cdotas que cuenta el calculista y mentalista Alberto Coto (Langreo, Asturias; 51 a?os) a alumnos de cinco institutos de la localidad madrile?a de Getafe para desmontar las falsas ideas sobre las apuestas deportivas y los juegos de azar.
Es jueves a las 12.30 y los 27 alumnos de 1? C de Bachillerato del instituto Altair (730 estudiantes) se muestran impacientes a la par que algo esc¨¦pticos. Despu¨¦s les toca un examen de ingl¨¦s, pero los nervios se detendr¨¢n al menos durante una hora, con la charla de Coto. Al calculista lo presenta el director del Centro de Atenci¨®n Integral a las Drogodependencias (CAID) de Getafe, el psic¨®logo Enrique Elvira, que explica que la conferencia se enmarca dentro de la campa?a para la prevenci¨®n de la ludopat¨ªa entre los j¨®venes. Acto seguido, toma el relevo el mentalista. Lo hace de manera pausada, pero en un segundo logra romper la m¨ªnima distancia que le separan de los pupitres. ¡°Sacad las calculadoras¡±, les apremia. A partir de ah¨ª, surge un juego en el que multiplicando la fecha de nacimiento del alumno sale un n¨²mero de seis cifras. Cuando los van cantando en alto y sin llegar a terminar el guarismo, Coto les dice la fecha exacta y hasta el d¨ªa de la semana en que cay¨®. El asombro, incluidos los profesores, se abre paso en el aula. Ya ha logrado que se olviden de todo y le presten toda la atenci¨®n.
El mentalista se sincera con los adolescentes: ¡°Yo era el menor de cuatro hermanos y siempre perd¨ªa cuando jugaba con ellos al tute hasta que empec¨¦ a calcular y a contar las cartas. Al final siempre ganaba yo¡±. ¡°Mi hermano siempre dec¨ªa que con este guaje [chiquillo en asturiano] no se pod¨ªa y siempre lo achacaba a la suerte, pero no es as¨ª¡±, a?ade el calculista. Lo que Alberto Coto no les dice es que tiene un coeficiente intelectual de 156 y que puede hacer multiplicaciones de ocho n¨²meros en segundos. Ha ganado con siete t¨ªtulos de campe¨®n mundial, dos oros en las olimpiadas de c¨¢lculo mental y posee 14 r¨¦cord Guinness.
Y a rengl¨®n seguido llega la dura realidad para los alumnos: ¡°El mundo del juego es pura matem¨¢tica. No hay intuici¨®n. No sirve para nada. ?Se le puede ganar al sistema? S¨ª, pero recordar que la banca siempre gana¡±. Y pone de ejemplo el black jack, en el que la probabilidad de ganar es de 47% a favor del jugador frente al 53% de la banca. Y es m¨¢s, en los casinos se juega con seis barajas (312 cartas) y barajeo se hace con m¨¢quina, por lo que es imposible contar los naipes y predecir cu¨¢l puede salir, afirma Coto. ¡°Ya lo dec¨ªa Descartes: ¡°Est¨¦ yo dormido o est¨¦ yo despierto, dos m¨¢s tres siempre ser¨¢n cinco y un cuadrado siempre tendr¨¢ cuatro lados¡±. Risas de los alumnos.
Coto reconoce que ¨¦l lleg¨® a jugar a las quinielas de f¨²tbol. Era un estudioso de los equipos, de las estad¨ªsticas y de todo lo que ocurr¨ªa en los partidos. Lleg¨® incluso a acertar un pleno de 14 partidos. De poco le sirvi¨®, seg¨²n reconoce. ¡°No cobr¨¦ casi porque hubo much¨ªsimos acertantes. Sin embargo, mi hermana que las hac¨ªa a boleo gan¨® en otra ocasi¨®n una de 12 y gan¨® mucho m¨¢s que yo¡±, explica entre sonrisas. Y ya que ha tocado el f¨²tbol, vuelve a jugar con los alumnos. ?Qu¨¦ probabilidad hay de que en un terreno de juego con 23 personas (los dos equipos y el ¨¢rbitro) dos personas cumplan los a?os el mismo d¨ªa? Silencio entre los estudiantes. Pues un sorprendente 50,7%. M¨¢s casos: los deportistas del Getafe (con una primera plantilla de 27 jugadores) Allan Romeo Nyom y Enes ?nal cumplen a?os el 10 de mayo. En el Atl¨¦tico de Madrid, el Real Madrid y Rayo Vallecano tambi¨¦n ocurre.
100.000 posibilidades
Coto se da la vuelta a la pizarra y escribe dos n¨²meros: 58732 y 00002. Al instante, les pregunta a sus oyentes: ?Cu¨¢l comprar¨ªais para el sorteo de la loter¨ªa de Navidad? Todos casi al un¨ªsono dicen que el primero. Entonces, el calculista les recuerda que todos tienen la misma probabilidad de salir: 1 partido de 100.000. ¡°Hay que dejar fuera la parte emocional e intentar controlar la parte matem¨¢tica del juego. La libertad solo te la da el conocimiento. Si te pones a apostar sin ton ni son, vence tu parte alienada. Solo la parte racional es la v¨¢lida¡±, concluye el asturiano. Este estudi¨® Empresariales y Ciencias Laborales. Su intenci¨®n era opositar a inspector de Hacienda, pero ahora trabaja como asesor financiero. Ha participado en varios programas de televisi¨®n como ?Qu¨¦ apostamos? o Cuarto Milenio, entre otros.
¡°Yo no juego a la loter¨ªa primitiva. Es casi imposible que toque con 14 millones de combinaciones, pero, si lo hiciera, pondr¨ªa la combinaci¨®n 1, 2, 3, 4, 5 y 6. Al menos me aseguro que ganar¨ªa yo solo¡±, bromea Coto, mientras recuerda que la gente solo presume cuando ha ganado algo en las apuestas o en la loter¨ªa, pero nunca habla de las veces y veces que ha perdido: ¡°El ¨¦xito se divulga, el fracaso se oculta¡±. De hecho, les recomienda que a la hora de afrontar un reto siempre sigan cuatro pasos: concentraci¨®n, m¨¦todo, entrenamiento y motivaci¨®n. Y les recuerda la frase de Abraham Lincoln: ¡°Si tengo que cortar un ¨¢rbol, lo primero que tengo que hacer es afilar el hacha¡±. Los estudiantes sonr¨ªen mientras se preparan ya para su prueba de ingl¨¦s.
El director del CAID explica que en actualidad hay una treintena de personas atendidas en el centro por ludopat¨ªa -ninguna a¨²n menor de edad-, una patolog¨ªa que antes no entraba en su cartera de servicios. Lo que tambi¨¦n se ha comprobado es el n¨²mero de afectados es ascendente y que se da mayor influencia en los juegos en l¨ªnea. ¡°El problema es que el adolescente puede manejar ciertas cantidades de dinero. Existen indicadores muy claros como el aumento de la necesidad de jugar para satisfacer esa emoci¨®n. O la b¨²squeda de tensi¨®n y excitaci¨®n. De ah¨ª que sea necesaria la prevenci¨®n y el conocimiento por parte del adolescente¡±, concluye Enrique Elvira.
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