El amor existe
Se consumen r¨¢pido los amores donde falta admiraci¨®n y est¨¢ bien que as¨ª sea para devolvernos cuanto antes al carril y a la carrera correctos
Algunas muertes dejan lecciones de vida. Hab¨ªa muchas en la despedida de Almudena Grandes el pasado lunes en el cementerio civil de Madrid. Una de ellas ¡ª¡°No hay amor sin admiraci¨®n¡±¡ª estaba escrita sobre un bello retrato de la escritora, pero pod¨ªa leerse tambi¨¦n en el gesto de su marido, Luis Garc¨ªa Montero, al besar y depositar sobre el f¨¦retro un libro de poemas de amor, Completamente viernes. Su forma de quererse, de admirarse, ser¨¢ para siempre un ejemplo de c¨®mo manejar el asunto m¨¢s importante que tendremos entre manos, la elecci¨®n m¨¢s trascendental de todas: sin conformarse, siendo muy, muy ambiciosos. Sabiendo que escoger a alguien mejor que nosotros nos har¨¢ mejores.
Imaginen el est¨ªmulo constante y la tranquilidad de envenenarse sabiendo que, cada vez, al llegar a casa, acertar¨¢n en el ant¨ªdoto. Piensen lo poco que deben importar la mediocridad, lo vulgar y lo sucio al llegar a un hogar con olor a refugio; lo bajito que deben o¨ªrse las tonter¨ªas o los insultos cuando esperan grandes conversaciones; lo c¨®modo que debe ser, tambi¨¦n, el silencio, la pausa y las caricias entre los que mejor se conocen. Supongan que est¨¢n en una cena con mucha gente y entre el parloteo y las convenciones es la persona con la que llegaron y con la que se ir¨¢n la que provoca las mayores carcajadas o la que pronuncia la ¨²nica frase que se recordar¨¢ de esa noche. Conciban una discusi¨®n solo para reconciliarse, para cerciorarse, de vez en cuando, de con qui¨¦n quieren estar y a qui¨¦n quieren volver.
Imaginen que una de las canciones m¨¢s hermosas de Joaqu¨ªn Sabina habla de ustedes; que miles de personas saben qui¨¦nes son y lo que hicieron; que pueden recitar sus versos, abrazar sus libros en un cementerio.
Para que el fin del mundo te pille bailando, para que no se ponga la luna de miel, hay que ser valiente, incluso algo temerario. Conviene estar muy atento si aparece algo, para dejarlo crecer; creer en los grandes gestos con la fe de los fan¨¢ticos.
¡°Supongo que estar hundido es un modo de seguir enamorado y de empezar una nueva vida con el amor de siempre¡±, dijo ¨¦l. La p¨¦rdida es muy reciente, pero Garc¨ªa Montero ya sabe que el tiempo que tuvieron importar¨¢ siempre mucho m¨¢s que el que les quitaron. Que valdr¨¢ m¨¢s el azar, la suerte de encontrarse y el coraje de atreverse que la desgracia de tener que despedirse demasiado pronto, y que doler¨¢ menos perderla que la idea de no haberla tenido.
Se consumen r¨¢pido los amores donde falta eso, admiraci¨®n, y est¨¢ bien que as¨ª sea para devolvernos cuanto antes al carril y a la carrera correctos. No es seguro que ocurra, nunca ha podido garantizarse lo extraordinario, pero existe. Almudena y Luis son la prueba, para rojos y azules, creyentes y ateos, de que ese tipo de amor, esa forma de vida, fue y es posible. Gracias por record¨¢rnoslo.
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