Dejar de pensar en ¨¦l
En Madrid, ciudad donde ni el dinero de El Gordo da para comprar un piso en el centro, la Sanidad P¨²blica se est¨¢ convirtiendo en una loter¨ªa
¡°Si te tocase El Gordo, ?qu¨¦ har¨ªas ahora mismo con el dinero?¡±, pregunt¨¦ ayer abiertamente en redes sociales despu¨¦s de que Andr¨¦s advirtiera privadamente a primer¨ªsima hora de la ma?ana en un grupo de WhatsApp del que formo parte: ¡°La cola de gente esperando a las puertas del centro de salud de mi barrio es m¨¢s larga que la de Do?a Manolita¡±. Siempre que escucho el nombre de esa administraci¨®n de loter¨ªa que, supuestamente, deber¨ªa evocar prosperidad, pues se dedican profesionalmente a repartir millones, me vienen a la cabeza fotos en blanco y negro de antepasados paup¨¦rrimos con abrigos ro?osos y saba?ones en los pies. Mi compa?ero de columna, Sergio C. Fanjul, me responde que a ¨¦l le tocaron una vez 6.000 euros de un boleto comprado en ese m¨ªtico establecimiento, aunque a?ade despu¨¦s que ¨¦l ¡°no cree en la loter¨ªa¡±. Comprendo perfectamente a lo que se refiere. Algo me dice que el se?or que a mi pregunta contest¨®: ¡°Cagarme en la mesa del director del banco¡± tampoco es creyente, al igual que Mar¨ªa Von Touceda, quien escribi¨®: ¡°Encender la calefacci¨®n¡±. Y sin embargo, seguro que todos ellos han comprado alguna participaci¨®n. Cu¨¢nta gente se casa por la Iglesia ¨²nicamente porque toca.
Javi quiere ¡°reabrir Ferpal, la Papeler¨ªa Salazar, El Bo?ar de Le¨®n y, a cambio, cerrar otros¡±, Mauro desea: ¡°Fundar un Manos Limpias de izquierdas (o sea, sin robar ni chantajear) solo para perseguir legalmente a corruptos que se creen impunes¡± mientras que Anabel habla de comprar much¨ªsimos regalos. Asegura que uno ser¨ªa para m¨ª. Ojal¨¢ el Bain de Midi de Maison Matine, por ejemplo. Bigas dice que sus presentes ser¨ªan todos para ¨¦l mismo: una Gibson Les Paul TV Junior Yellow, un Citr?en ¡°Tibur¨®n¡± DS Pallas 23 y llegar a Tokio v¨ªa Buenos Aires.
De las m¨¢s de 300 respuestas y 130 menciones que recib¨ª, la mayor¨ªa hac¨ªan alusi¨®n a la compra de un piso. Algunos apostillaban algo escalofriantemente cierto: en muchos barrios de Madrid el Gordo ya no da para eso. Es decir, un premio que antes daba para hacer propietario de su propia vivienda a cada miembro de la familia ahora no da para una vivienda familiar en el centro de la capital de Espa?a. Muchos hablaban de terminar de pagar la hipoteca. Un se?or reconvino a otro que so?aba con liquidar de un plumazo sus pufos: ¡°Pagar la hipoteca es la peor inversi¨®n posible. Ese importe a largo plazo rendir¨¢ un 6, 8, 10%, lo que equivale a 7,9 veces el coste de la misma¡±. Gracias, Warren Buffet.
Aunque de entre las contestaciones que me llegaron, qued¨® resonando durante horas en mi cabeza la de una chica hacia la que sent¨ª una solidaridad inmediata: ¡°Dejar de pensar en ¨¦l¡±. Record¨¦ las noches de insomnio, el dolorcito sordo que se instala en el coraz¨®n, la pena por lo que pudo haber sido y no fue; y justo cuando iba a ponerle una frase de Neruda: ¡°Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido¡±, ca¨ª en la cuenta: ¡°Te est¨¢ hablando del dinero, imb¨¦cil¡±.
Tambi¨¦n me llam¨® mucho la atenci¨®n que nadie mencionara la idea de destinar una partida del premio que ma?ana se reparte en el Teatro Real (400.000 euros el d¨¦cimo de El Gordo, 328.000 tras impuestos) a tests de Coronavirus. Los miembros del chat de Whatasapp hemos hecho el c¨¢lculo y entre todos -y eso que no tenemos hijos- nos hemos gastado en la ¨²ltima semana un total de 753 euros en pruebas PCR. Solo uno, despu¨¦s de cuatro d¨ªas de espera, consigui¨® que le tocara ¡°gratis¡±. Se est¨¢ convirtiendo la Sanidad P¨²blica de Madrid en una verdadera loter¨ªa.
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