Colas en las farmacias de Madrid para conseguir el test de ant¨ªgenos de Ayuso: ¡°Esto es como las rebajas¡±

El plan era sencillo: ¨¦l se iba a la cola de una farmacia y ella a otra, a ver qui¨¦n consegu¨ªa el test de ant¨ªgenos. En realidad, ¨¦l, Manuel Carneiro, de 70 a?os, se hab¨ªa levantado temprano y ya ten¨ªa el suyo en casa. Pero su pareja, Pilar Garc¨ªa, se hab¨ªa puesto en marcha m¨¢s tarde y estaba en busca y captura del pasaporte que le dar¨ªa v¨ªa libre para pasar la Navidad en familia. ¡°Chiqui, ?que ya tengo!¡±, le llam¨® por tel¨¦fono desde la calle Tribulete, en el centro de Madrid, cuando no eran ni las once de la ma?ana. ?l estaba en la plaza Cascorro n¨²mero 6, en una fila en la que se contaban 20 personas en ese momento. ¡°Pues nada, me voy entonces al Dia¡±, le respondi¨®, satisfecho. Los planes marchaban bien. Ahora faltaba la segunda parte: comprobar si daban negativo y pod¨ªan pasar las Navidades tranquilos. Por lo pronto, sab¨ªan que hab¨ªan sido de los agraciados de la jornada, otra suerte de Gordo prenavide?o. Cuando Manuel abandon¨® la cola, Kike Sesmilo, de 42 a?os, gan¨® un puesto. No sab¨ªa entonces que eso iba a resultar clave, porque se llevar¨ªa los tres ¨²ltimos paquetes del d¨ªa, para ¨¦l y dos personas m¨¢s de su familia, de las que llevaba la tarjeta sanitaria y con los que conseguir¨ªa, negativo mediante, tener en dos d¨ªas una cena tranquila.

Los test de ant¨ªgenos gratuitos que la Comunidad de Madrid ha empezado a entregar este mi¨¦rcoles en las 2.910 farmacias se han agotado en la primera media hora en la mayor¨ªa de boticas de la capital, aunque en algunas, como la de Cascorro, han durado una hora y pico porque hab¨ªan acumulado las 53 cajas que les hab¨ªan llegado este mi¨¦rcoles, m¨¢s la misma tanda del martes y la misma del lunes. Pero poco han durado de todas formas. ¡°Esto es como las rebajas¡±, bromeaba Kike antes de llevarse sus tres cajas. El d¨ªa anterior estuvo en el fisioterapeuta y le contaron que ya hab¨ªan empezado a dispensar pruebas de la Comunidad en algunas de las farmacias, pero ¨¦l no tuvo suerte y este mi¨¦rcoles ha sido de los que se ha levantado temprano y ha peregrinado de cola en cola. Primero se ha acercado a Mes¨®n de Paredes, y nada. Despu¨¦s, a la plaza de Cascorro, donde hab¨ªa dos farmacias en las que probar suerte. Y en la segunda ha conseguido su premio.

Entre los madrile?os que esperaban su turno hab¨ªa de todo: gente que agradec¨ªa a la Comunidad que le diera la oportunidad de autodiagnosticarse gratis, los que matizaban que era ¡°darle de comer a quien no tiene dientes porque si das negativo no significa que no lo tengas¡±, gente enfadada porque llevaba un peregrinaje matutino por varias farmacias sin ¨¦xito y gente que estaba harta de todo y que estaba a punto de abandonar ¨D¡±esto es una verg¨¹enza, est¨¢n jugando con nosotros¡±, afirmaba un vecino¨D. En diferentes puntos de la regi¨®n, volaban. En la farmacia de Sangenjo, en el distrito Fuencarral-El Pardo, han llegado a entregar en cuesti¨®n de horas 1.200 pruebas. Todo un r¨¦cord. Y horas despu¨¦s de que comenzara la carrera por conseguir una prueba de autodiagn¨®stico, el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz-Escudero, aseguraba, con cierto orgullo, que Madrid ya hab¨ªa repartido unos 700.000 test de ant¨ªgenos gratuitos.

¡°Mira, si eso me da igual. Yo lo que quiero es uno, me da igual pagarlo de mi bolsillo. Pero este desabastecimiento es una falta de respeto¡±, se quejaba un cliente que no le da tiempo a dar su nombre porque se iba corriendo a ver si ten¨ªa suerte en otra farmacia. Dentro, el farmac¨¦utico titular de Cascorro, 6, Jos¨¦ Miguel Rivas, llevaba toda la ma?ana recibiendo un goteo de personas por lo mismo. ¡°De lo dem¨¢s, pocos clientes¡±, sonre¨ªa. ¡°La situaci¨®n est¨¢ muy complicada y me parece fenomenal que todo el mundo tenga al menos una prueba de estas¡±, a?ad¨ªa. Ahora tendr¨¢ que pedir m¨¢s y espera recibir otra tanda para continuar repartiendo tranquilidad entre sus clientes.

El Colegio Oficial de Farmac¨¦uticos ha asegurado a la agencia Efe que se recibir¨ªan m¨¢s a lo largo del d¨ªa y en los d¨ªas sucesivos. ¡°Algunas farmacias han abierto antes, a las 8.30, para empezar la entrega, ya que ten¨ªan colas desde primera hora. En muchas ya no quedan test, en otras puede que s¨ª. Entre ayer y hoy han llegado 106 por farmacia¡±, ha explicado el presidente del colegio de farmac¨¦uticos madrile?os, Luis Gonz¨¢lez.

Mar¨ªa Soriano, de 81 a?os, pasaba de camino al supermercado por cada farmacia que se encontraba. No tuvo suerte en toda la ma?ana. Ya lo hab¨ªa dado casi por perdido porque, total, este a?o pensaba cenar sola en Nochebuena. Antes viv¨ªa con su marido y su hermana, pero los dos fallecieron hace dos a?os, y ahora no quiere ¡°fastidiarles¡± las Navidades a sus hijos y nietos, as¨ª les quita la preocupaci¨®n de si la infectan o no. ¡°Total, nos vemos todos los d¨ªas para pasear. Hemos decidido que cada uno, en su casa¡±, dec¨ªa, resignada. Iba por la calle Toledo con su carrito de la compra cuando se par¨® ante el cartel de la farmacia: ¡°Agotados los test de la Comunidad de Madrid¡±. Dentro, el farmac¨¦utico confirmaba que a las 9.45 ya los hab¨ªa repartido todos. ¡°Con las mascarillas llegaron 900 y no hab¨ªa problema¡±, dec¨ªa, sin querer dar su nombre. En esta ocasi¨®n, han llegado tan pocos ant¨ªgenos que ellos mismos, los trabajadores, se hab¨ªan quedado sin uno para ellos. ¡°Esta ma?ana temprano hab¨ªa una buena cola y se han agotado enseguida. Espero recibir m¨¢s porque esto es muy estresante, quedas mal con los clientes y psicol¨®gicamente te afecta¡±, lamentaba. ¡°Es que no quedan ni a la venta¡±.

Tambi¨¦n lo lamentaban, aunque por otros motivos, Carmen Castell¨®n y Edu Castell¨®n, dos hermanos de 36 y 34 a?os que han amanecido temprano esta ma?ana para ir a su farmacia de referencia, en la calle Don Pedro, en el barrio de La Latina. Cuando ya quedaban pocos en la cola, una trabajadora ha salido para comunicar a todo el que quedaba ah¨ª que ya no hab¨ªa m¨¢s. ¡°Esto es una verg¨¹enza¡±, dec¨ªa ella, que contaba que quer¨ªan los test para cenar en Nochebuena con sus padres. Las personas de la cola se han diluido como un azucarillo y ellos han terminado en la calle Bail¨¦n, junto a las Vistillas, donde les ha tocado hacer otra cola. Por suerte, se han llevado las ¨²ltimas que quedaban. Yolanda Ramos, la farmac¨¦utica, intentaba pasar el c¨®digo de barras ante un ordenador que se colapsaba. ¡°Estamos todas las farmacias a la vez, con lo mismo¡±.

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