Comando LGTBIPOL
Cinco polic¨ªas y guardias civiles han pasado de llevar una ¡°doble vida¡± por su orientaci¨®n sexual a formar a sus compa?eros en igualdad y diversidad. En 2016 crearon una asociaci¨®n para visibilizar el colectivo en los cuerpos y fuerzas de seguridad
¡°Pero y t¨²... ?con lo tuyo que vas a hacer?¡±. No hay ni una sola persona allegada a Rufino Arco (39 a?os) que no le hiciera esa pregunta en los d¨ªas previos a su entrevista de acceso a la academia de Polic¨ªa Nacional de ?vila, en 2008. Con ¡°lo suyo¡± se refer¨ªan a que era gay. Por si acaso, se invent¨® ¡°una coartada¡± por si le preguntaban por su vida personal, algo que no pas¨®. Logr¨® ingresar y tras unos meses de curso abandon¨® la m¨¢scara y comenz¨® a hablar con naturalidad con sus compa?eros sobre su orientaci¨®n. No pas¨® nada. 13 a?os despu¨¦s es polic¨ªa nacional en Madrid y decenas de futuros agentes contin¨²an teniendo el mismo temor que experiment¨® ¨¦l hace a?os. ?l responde a estas dudas como vicepresidente de la asociaci¨®n LGTBIPOL, nacida en 2016 para visibilizar el colectivo en los cuerpos y fuerzas de seguridad y formar en diversidad.
Su experiencia se repite en la boca varios de sus compa?eros. Elena S¨¢nchez (44 a?os) tambi¨¦n polic¨ªa nacional, se prepar¨® un discurso para sus primeros a?os en el cuerpo en el que hablaba de ¡°pareja¡± y ¡°relaci¨®n¡±. A Arancha Miranda (46 a?os), polic¨ªa municipal, le hicieron una entrevista en 2000 sobre el papel de la mujer en el cuerpo en la que le preguntaron si su marido pon¨ªa en casa a lavadora. Ni se le pas¨® por la cabeza decir que en su vida ni hab¨ªa ni iba a existir un marido. Jos¨¦ Sageras (36 a?os), guardia civil, se prepar¨® a conciencia la entrevista psicol¨®gica. Cuando Bego?a Gallego (48 a?os) tuvo un beb¨¦, nadie se plante¨® que no hubiese sido con un hombre. Los cinco se sientan en torno a varios t¨¦s en la plaza de Pedro Zerolo, en Chueca, epicentro del Orgullo, como miembros de la junta directiva de una asociaci¨®n que representa al colectivo LGTBI con m¨¢s de 250 miembros. Atr¨¢s quedaron los d¨ªas en los que su orientaci¨®n sexual era un tab¨² en su vida.
El recorrido vital de estos cinco agentes ilustra la propia evoluci¨®n de la sociedad y de las instituciones a las que pertenecen. Aun as¨ª, cuando salieron del armario con la presentaci¨®n de su asociaci¨®n en 2016 no lo tuvieron f¨¢cil. Lo que les hizo dar el paso fue que un compa?ero quer¨ªa denunciar a su novio por violencia intrag¨¦nero, pero no se atrev¨ªa porque eso iba a suponer que sus compa?eros se enteraran de su orientaci¨®n. ¡°La creaci¨®n de la asociaci¨®n fue lo que se dice una salida del armario a lo bestia¡±, resume Bego?a. ?Fue m¨¢s complicado para ellas o para ellos? ¡°Bueno, que una mujer que realiza un trabajo que tradicionalmente ha sido masculino sea lesbiana, hasta te da un plus. Pero a un guardia civil gay se le ve como una nenaza¡±, reconoce Arantxa. Jos¨¦, a su lado, asiente. ?l ya ha destrozado todas las puertas del armario que se pod¨ªan, hasta se present¨® al certamen m¨ªster Gay este a?o representando a su tierra, Extremadura.
En este tiempo, ha habido zancadillas y malos gestos, pero tambi¨¦n gratas sorpresas. ¡°Al poco de nacer nos llam¨® el comisario principal de la Unidad de Familia y Atenci¨®n a la Mujer (UFAM) y nos dijo: ¡®Con el tema de las personas trans no estamos cumpliendo el pacto de Estado y no sabemos c¨®mo abordarlo¡¯. Desde entonces, somos formadores de esta unidad en estos temas. Vieron que hab¨ªa nacido un nuevo recurso y quer¨ªan mejorar y aprender¡±, indica Elena. No solo forman en la UFAM. Hace un mes se desplazaron hasta Canarias para dar un curso a 400 agentes y colaboran con las unidades policiales de participaci¨®n ciudadana y con diferentes ONG. Arantxa ha dado charlas en otras comunidades en las que han solicitado sus servicios, y en la formaci¨®n de los nuevos agentes municipales, se incluye ya un m¨®dulo de delitos de odio. ¡°Cuando doy clase a los alumnos de polic¨ªa, lo primero que les explico es que venimos de una historia en la que los agentes ten¨ªan que detener a los homosexuales¡±, comenta.
Mientras siguen tomando sorbos de t¨¦, todos coinciden en que est¨¢ produci¨¦ndose un retroceso en temas de diversidad. ¡°Se est¨¢ juntando el sentimiento antipolicial, con el del no aceptar al que es diferente a ti¡±, recalca Elena. Es dif¨ªcil poner cifras concretas a esta sensaci¨®n que expresan. En la memoria del a?o 2020, la Fiscal¨ªa de Madrid, reconoce que faltan datos sobre el alcance real de los delitos de odio, porque muchas veces pasan por el juzgado como delitos leves, en los que el juez no considera el componente de discriminaci¨®n. A¨²n as¨ª, de las 26 diligencias iniciadas por los fiscales madrile?os en 2018, se pas¨® a las 54 que se abrieron en 2020. ¡°La situaci¨®n en fiscal¨ªa solo es ¨®ptima cuando las diligencias previas tienen su origen en un atestado policial de las unidades especializadas¡±, se?ala la memoria.
La Polic¨ªa Municipal de Madrid cre¨® en 2017 la Unidad de Gesti¨®n de la Diversidad, a la que pertenece Arantxa. Hasta 2021, ha registrado m¨¢s de mil denuncias por agresiones relacionadas con la orientaci¨®n, la religi¨®n, la raza, la discapacidad o la pobreza. ¡°Yo siempre digo que estoy en una burbuja¡±, reconoce la agente. Las lucha del colectivo avanza tambi¨¦n en la Guardia Civil. En el temario que estudian los nuevos agentes, se va a empezar a incluir un apartado sobre igualdad y diversidad y en dos a?os se prev¨¦ que todos hayan realizado al menos un curso en esta materia.
El odio, en datos
Los pasos se dibujan en el camino a medida que crece la voluntad pol¨ªtica por estos asuntos. En la encuesta que ha realizado el Ministerio de Interior sobre delitos de odio en este 2021, el 40% de los participantes respondi¨® que hab¨ªa sufrido comentarios o gestos ofensivos m¨¢s de 10 veces en los ¨²ltimos cinco a?os de su vida por motivos como la raza, la orientaci¨®n sexual o la religi¨®n. Seg¨²n las estad¨ªsticas de criminalidad de Interior, en 2019 se registraron 1.706 delitos de odio, un 7% m¨¢s que el a?o anterior. En 2020, esta cifra descendi¨® a 1.401, una reducci¨®n del 17%, acorde a la que han experimentado otras denuncias durante el a?o de la pandemia, por los meses de confinamiento.
Los cinco que se sientan a esta mesa, tambi¨¦n han soportado chistes y desprecios en alg¨²n momento. Jos¨¦, el guardia civil, ten¨ªa dos sue?os de ni?o: participar en el desfile del 12 de octubre como militar y ser agente de tr¨¢fico. Ha cumplido los dos, pero no se imagin¨® que para lograrlo tendr¨ªa que hacer ¡°el papel¨®n de mi vida¡± durante 10 a?os. Una d¨¦cada en la que evit¨® hablar con sus compa?eros, por ejemplo, sobre c¨®mo hab¨ªa pasado el fin de semana. ¡°Para m¨ª, el antes y el despu¨¦s fue participar en los v¨ªdeos que lanz¨® la Guardia Civil este a?o. Hay compa?eros, que son tambi¨¦n del colectivo, que se alejan de ti porque est¨¢s en el ojo del hurac¨¢n. Hasta te dejan de seguir en Instagram¡±, admite. Jos¨¦ se refiere a la campa?a que present¨® la Benem¨¦rita este a?o en el que ¨¦l es el protagonista como agente y gay. ¡°Tambi¨¦n hay muchos otros que te muestran su apoyo de forma discreta¡±, se?ala.
El foco volvi¨® a iluminarles con motivo del Orgullo de 2018. ¡°Quer¨ªamos salir en la manifestaci¨®n y quer¨ªamos hacerlo con el uniforme, es una forma m¨¢s de acercar los cuerpos de seguridad a la ciudadan¨ªa¡±, reconocen. A la ¨²nica a la que le dieron permiso fue a Arantxa, la municipal. Y a¨²n as¨ª, recibi¨® cr¨ªticas de las que tuvo que defenderse. ¡°S¨ª que salimos con una pancarta y la gente se nos acercaba, nos abrazaba, nos preguntaba qui¨¦nes ¨¦ramos¡±, rememora Bego?a. Algunos de los que en la primera manifestaci¨®n desfilaron en la ¨²ltima fila, el a?o siguiente se situaron en la cabecera.
?Qu¨¦ les dice Rufino 13 a?os despu¨¦s a los agentes en potencia que tienen reparos en que se note que son homosexuales? Su respuesta siempre es la misma: ¡°Que sean ellos mismos, si t¨² lo llevas con normalidad, la gente a tu alrededor tambi¨¦n lo har¨¢ y si no, en el siglo XXI, no pueden y no deben decirte nada¡±.
Una conferencia en Sitges que abri¨® el camino contra la discriminaci¨®n
En 2006, un grupo de agentes de Cataluña fueron los primeros en dar el paso en crear una asociación de fuerzas y cuerpos de seguridad del colectivo. Gaylespol nació tras unas cuantas reuniones y cafés en la que varios representantes de la autoridad se dieron cuenta de que en otros países el foco ya estaba puesto en los delitos de odio. "Ese año fuimos a una conferencia internacional en Sitges sobre estos asuntos y aquí abríamos los ojos como platos, porque no se hablaba de esto", recuerda Isabel Tapia, presidenta y policía municipal en Sabadell. Lo que en un principio fue una asociación autonómica, se abrió en 2009 a todo el país, y ahora suma 245 miembros. Incluye desde mossos, hasta agentes municipales, pasando por policía portuaria, ertzainas y guardias civiles. "Yo entonces estaba en un pueblo más pequeño, era una plantilla pequeña y nunca me sentí discriminada, pero por conversaciones con otros compañeros, me di cuenta de que era algo que en otros lugares sí pasaba", explica al teléfono. "En especial en el caso de los hombres, por la plumofobia", recalca. El objetivo de su asociación, igual que la de LGTBIPOL es la de romper estereotipos en los cuerpos de seguridad. "Se va consiguiendo, pero aún quedan flecos, claro", sentencia.
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