¡®L¨² Belmonte¡¯, costumbrismo en blanco y negro del Madrid ca?¨ª

Bajo las luces de los neones del caf¨¦ Drag¨®n se celebra una extra?a reuni¨®n. Cinco j¨®venes comparten una mesa de aluminio en la esquina, un pincho de tortilla y unas alb¨®ndigas mientras recuerdan c¨®mo pasaron de ser amigos de toda una vida a crear una pel¨ªcula independiente que les ha devuelto la pasi¨®n hacia sus profesiones. Era el verano del 2019 cuando Roberto Fern¨¢ndez, madrile?o de 27 a?os, rod¨® el primer cap¨ªtulo de L¨² Belmonte, su ¨®pera prima como director. Con el guion de un cortometraje en las manos convenci¨® a una actriz, una montadora, un sonidista, un c¨¢mara y un compositor a embarcarse en un proyecto donde no hab¨ªa posibilidad de ganar ni un duro. Hasta la fecha ninguno de ellos hab¨ªa participado en ninguna producci¨®n profesional. Ahora, una pandemia despu¨¦s, su pel¨ªcula ha aterrizado en Filmin, la plataforma espa?ola de cine independiente.

Despu¨¦s de estudiar interpretaci¨®n, hacer muchos castings y salir frustrado de la mayor¨ªa de ellos, Fern¨¢ndez encontr¨® la satisfacci¨®n m¨¢s grande de su vida en la creaci¨®n y direcci¨®n de un proyecto propio. ¡°Con L¨² Belmonte he querido caricaturizar un mundo que he visto y vivido. Un mundo que es interesante, muy poderoso, pero tambi¨¦n destructivo¡±, explica el director. Aunque se dio cuenta desde el principio de que su forma de escribir estaba destinada a la gran pantalla, decidi¨® dividir el guion de su proyecto en cap¨ªtulos y adaptarlo al formato de la miniserie para facilitar la distribuci¨®n. Tras el estreno en un bar de Malasa?a ¡ªera un 27 de septiembre, el d¨ªa en que Fern¨¢ndez cumpl¨ªa un cuarto de siglo¡ª el proyecto vio la luz como una webserie en YouTube.

Ana del Toro encarna a L¨² Belmonte, un juguete roto de la industria cinematogr¨¢fica que a sus 29 a?os se encuentra en plena crisis existencial: un tiempo atr¨¢s hab¨ªa sido famosa, pero ya nadie en Madrid se acordaba de ella. En uno de estos castings frustrantes que conoce a Hugo (interpretado por el mismo Fern¨¢ndez), un joven que encarna el t¨®pico del actor que se mete en la carrera de comunicaci¨®n audiovisual pensando que va a hacer cine para no coger una c¨¢mara hasta las pr¨¢cticas de final de carrera. Juntos pasan por las fiestas underground de los suburbios de la capital, que frecuentan productores babosos y artistas dispuestos a todo para un papel principal.

Se mueven en un mundo decadente en blanco y negro, marcado por el costumbrismo espa?ol ¡ªlos bares ca?¨ª y la tortilla de patata como religi¨®n de vida¡ª, el cine cl¨¢sico de la Nouvelle vague y el Neorrealismo italiano. ¡°Decidimos rodar la pel¨ªcula en blanco y negro para trasladar el espectador al mundo de grandes divas del pasado en el que vive L¨² Belmonte, que se siente la Bette Davis de Vallecas¡±, comenta el director. La Gran V¨ªa, las salas de proyecciones en lengua original y la Plaza del Dos de Mayo sirven de escenario al fracaso emocional y laboral de la actriz en plena decadencia.

¡ª ?Qu¨¦ significa fracasar en este mundo?

¡ª Todo depende de las expectativas que tienes y de las metas que quieres conseguir. Mi frustraci¨®n hubiera sido no acabar este proyecto, pero no te puedes permitir que algo que has querido tanto acabe gener¨¢ndote una pena.

En una escena del primer cap¨ªtulo de la pel¨ªcula ¡ªque en principio funcion¨® como piloto de la web y sirvi¨® a Fern¨¢ndez para convencer a m¨¢s gente de que se sumase al proyecto¡ª la protagonista se enfrenta a uno de estos ¡°fracasos¡± cuando participa en un hilarante casting para interpretar al ¡°personaje de mujer comiendo tortilla con disfrute¡± en un anuncio. ¡°Hacer tu trabajo y pensar que no te apetece nada, que ya no te gusta y perder las ganas de continuar es lo peor que te pueda ocurrir¡±, confiesa del Toro, que pas¨® por decenas de castings surreales a lo largo de su carrera. Comparte sus desilusiones, detr¨¢s de la c¨¢mara, Javier Lera, quien en la pel¨ªcula interpreta a Eloy, un virtuoso de la comedia que devuelve a L¨² la capacidad de emocionarse.

Despu¨¦s de las muchas decepciones como actores, la banda de amigos tuvo que hacer frente a la letra peque?a de las productoras, que intentaban aprovecharse de la inexperiencia de los j¨®venes. ¡°Pon¨ªan condiciones absurdas y totalmente desfavorables para nosotros. Cuando me negu¨¦, lleg¨® el chantaje emocional: me dijeron que estaba perdiendo la oportunidad de mi vida¡±, confiesa Fern¨¢ndez, quien prefiri¨®, sin embargo, renunciar antes que traicionar su trabajo. ¡°Siempre nos quedar¨¢ YouTube¡±, dec¨ªa Ana del Toro a su director de cine enamorado de Casablanca. Pero no fue as¨ª y el tiempo al final les dio la raz¨®n.

Un grupo de amigos y un presupuesto de 2.800 euros acumulado a trav¨¦s de un financiamiento en l¨ªnea fueron m¨¢s que suficientes para alcanzar el objetivo. ¡°Hemos conseguido que la plataforma donde se encuentran todas las pel¨ªculas que han inspirado a L¨² Belmonte haya reconocido esta influencia. Para m¨ª esto es lo m¨¢ximo¡±, asegura Fern¨¢ndez. L¨² Belmonte se estren¨® en Filmin un s¨¢bado de noviembre de 2021 y el lunes siguiente figuraba en la lista de las pel¨ªculas m¨¢s vistas de la semana anterior. Desde entonces, Ana del Toro no puede pasear por el centro de Madrid con la gafas negras de sol y el abrigo de L¨² sin que alguien la reconozca.

Suscr¨ªbete aqu¨ª a nuestra newsletter diaria sobre Madrid.