La ultraderecha y el significado de la ropa de cazador
Con ellos volver¨¢ Castilla La Vieja y en su mundo caqui habr¨¢ siervos pero sus votantes, prometido, ser¨¢n todos se?ores
Llevaba yo una semana d¨¢ndole vueltas al uniforme de cazador que parece haber sustituido a la camisa azul entre la ultraderecha espa?ola cuando se vino toda ella a Madrid a manifestarse en favor del rural vestida como se?oritos de Los Santos Inocentes o personajes de La Escopeta Nacional.
No pude ver en persona ese festival de zamarras caqui y pellizas marrones porque tuve que pasar este fin de semana en una ciudad donde no hace mucho se inaugur¨® un museo en el que hay una r¨¦plica exacta del siniestro zulo donde estuvo encerrado Jos¨¦ Antonio Ortega Lara, fundador de Vox, durante 532 infames d¨ªas.
Regres¨¦ de Vitoria a bordo de un tren de esos que solo se deben coger para ir entre ciudades muy pr¨®ximas entre s¨ª, si uno no desea fenecer de aburrimiento o de s¨ªndrome de la clase turista, esa enfermedad que produce trombos asesinos. Se tarda en llegar a Madrid a bordo de este cacharro la friolera de siete horas en las que la cobertura telef¨®nica es muy deficiente, motivo salv¨ªfico por el que no te queda m¨¢s remedio que leer, si te has acordado de llevar contigo ese libro al que nunca tienes tiempo de echarle el diente, o mirar por la ventanilla, si como fue mi caso, te has olvidado de meterlo en la maleta. Entonces tienes que conformarte con vivir en el momento y ver pasar ante ti el verdor manso de un Pa¨ªs Vasco un poco castellano moteado de restos de fortalezas medievales que se va transformando en un amarillo poblado de silos constructivistas.
Miranda de Ebro, Palencia, Valladolid, Medina del Campo. Justo despu¨¦s de ?vila, donde las antiqu¨ªsimas letras de hierro atornilladas a la fachada de la estaci¨®n han sido forjadas en la mism¨ªsma fragua de Vulcano, la planicie y el trigo se van transformando en pe?ascos y pinos. La locomotora se mete por un t¨²nel tan angosto que parece una tuber¨ªa y al otro lado se presenta un horizonte en el que se superponen pict¨®ricamente varias hileras de monta?as que parecen moradas y que te suenan de algo.
Es en la parada de El Escorial donde comprendes que las has visto en todos esos cuadros de caza en los que Vel¨¢zquez retrat¨® a los Austrias practicando una afici¨®n que representa el poder antiguo, el que se ejerce combinando tiros a animales indefensos con ¨®rdenes incontestables a los sirvientes. Tiene sentido que sea este el rango semi¨®tico que los miembros de Vox hayan escogido para hablar a la gente del rural.
Una forma muy efectiva de viajar al pasado en este pa¨ªs es subirse en un Media Distancia y antes de llegar a Pr¨ªncipe P¨ªo, fijarse mucho en los pasajeros, la mayor¨ªa de las veces vecinos de ciudades donde las prioridades y las modas son la n¨¦mesis de lo metropolitano. La otra es contemplar los gestos y las maneras de los representantes del nuevo fascismo, quienes creen que llegar¨¢n mejor a esos votantes si les dicen que con ellos volver¨¢ Castilla La Vieja y que en su mundo habr¨¢ siervos, s¨ª, pero que ellos, prometido, ser¨¢n todos se?ores.
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